El Cross Internacional de Itálica, que este año ha alcanzado su cuadragésima segunda edición con una multitudinaria convocatoria al celebrarse de forma conjunta con el Campeonato de España de Clubes, coronó a sus nuevos emperadores. En las ruinas de la ciudad fundada por Escipión el Africano, el español Thierry Ndikumwenayo y la keniata Beatrice Chebet se impusieron en las pruebas absolutas en categoría masculina y femenina, respectivamente, ambas disputadas sobre un trazado de 7.542 metros y las más esperadas, sin duda, de una intensa mañana de campo a través que reunió en las instalaciones del Conjunto Arqueológico de Itálica a unos 3.000 atletas procedentes, según las cifras de la organización, de 430 clubes de todo el país. El Nacional de Clubes, que regresaba al yacimiento arqueológico varios años después, le confirió una patina de brillo extra a la matinal de cross, la segunda que se ha desarrollado en Itálica ya que en esta ocasión su programa ha sido doble, desdoblándose entre el sábado y domingo.
En cualquier caso, las pruebas más anheladas son las dos internacionales absolutas. Las que han dado fama a la competición y la han situado en el mapa de los mejores crosses del mundo. De hecho, como se sabe, forma parte del calendario del World Athletic Country Cross Tour de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) y este año estaba preñado de alicientes, no sólo por su condición de Campeonato de España sino por ser cita puntuable para el Campeonato de Europa de la especialidad, fijado para el 8 de diciembre en la ciudad turca de Antalya. Todos estos acicates explicaban que en Itálica se concentrase la élite del campo a través nacional pero también mundial, ya que se ha convertido en un reclamo para atletas de nivel mayúsculo como Chebet.
La doble campeona olímpica en París, en los 5.000 y los 10.000 metros, extendió sus dominios hasta la cuna de Adriano y Trajano con una exhibición portentosa, sin fisuras en ningún momento de la carrera, que lideró de salida a meta, con la seguridad de la que se sabe ganadora. Detrás de ella, un grupo de africanas conformado por Daisy Jepkemei, de Kazajistán, sus compatriotas keniatas Mercy y Diana Chepkemoi, más la ugandesa Charity Cherop. Marta García y Carolina Robles, primero la leonesa y luego la sevillana, eran las primeras españolas y así, en este orden, alcanzaron también la línea de meta de una carrera que fue un monólogo de Chebet. Un examen contra ella misma que superó con creces, con nota. Su implacable liderazgo, afianzado desde el pistoletazo de salida, se cifraba en seis segundos de ventaja tras la primera vuelta (2.500 metros) y se disparó hasta los doce segundos sobre Jepkemei. A casi medio minuto tenía a Cherop, tercera, mientras que el trío formado por Mercy y Diana Chepkemoi más Marta García perdían diez segundos más, pero aventajando en siete a Robles.
Con la victoria amarrada salvo cataclismo, y lejos de bajar el pistón, Chebet impuso un ritmo inalcanzable para el resto de sus rivales, fijando un crono en meta de 23 minutos y 32 segundos. Jepkemei, llegó 27 segundos después y Cherop cerró el podio. Marta y Carolina se jugaron el primer puesto entre las españolas, que finalmente se adjudicó la medallista de bronce en los 5.000 metros del Europeo de Roma. Robles, que está realizando un 2024 inolvidable, fue séptima, contribuyendo a la victoria por equipos de su Bilbao Atletismo en la categoría femenina del Campeonato de España. Segundo fue el Nerja y tercero, el Cárnicas Serrano.
Una carrera más táctica
Tras la impronta del magisterio de Chebet, llegó el turno de la carrera absoluta masculina. Y en esta no se clavó el pronóstico. Mucho más reñida que la femenina, y con un desarrollo un tanto sorprendente en las dos primeras vueltas, la victoria se la apuntó Thierry Ndikumwenayo, que hace dos años había logrado el primer triunfo español en el Cross de Itálica desde 1983. Tiró durante muchos metros Younes Kniya, líder hasta la mitad de la prueba. Los candidatos a la gloria, y el marroquí del Unicaja Jaén no era precisamente uno de ellos, esperaban a su momento, abrazados al tacticismo, contemporizando. Ahí estaban Adel Mechaal, Santiago Catrofe, Yemaneberhan Crippa y Martin Kiprotich, mientras Rodrigue Kwizera y Thierry Ndikumwenayo seguían plácidamente su estela.
El etíope Berihu Aregawi, tercero en meta, se hallaba aún más atrás, ni entre los diez primeros. Luego aceleraría para meterse en la pomada por la victoria, que peleó. El italiano Crippa fue el primero en alcanzar a Kniya y a partir de ahí todos los favoritos aprovecharon la arrancada del etíope nacionalizado transalpino. La carrera, entonces, cambió. Lo esperado. Restando algo más de un kilómetro, Aregawi se colocó líder, aunque de manera efímera ante el ataque de la dupla Kwizera-Ndikumwenayo, compañeros de equipo y entrenamientos, que también redujo la escapada de Crippa. Entre los dos burundeses se decidiría la victoria, que se apuntó el nacionalizado español por sólo tres segundos sobre Aregawi (21:24/21:27). Su equipo, el Playas de Castellón, se llevó el Campeonato de España, con el Cárnicas Serrano y el Vicky Foods en segunda y tercera posición, respectivamente.