Durante ms de tres dcadas ha tratado de desgranar biolgicamente los trastornos de la personalidad y la identidad del individuo. Jos Luis Carrasco empez de la mano del psiquiatra Jernimo Saiz en el madrileo Hospital Universitario Ramn y Cajal. Y quiso basar su tesis en el estudio de los fenmenos psicobiolgicos de la impulsividad porque me llamaba la atencin. Aquella curiosidad fue el germen que le llev a convertirse en uno de los expertos en Psiquiatra en un rea poco explorada hasta entonces.
Hoy forma a otros estudiantes como catedrtico de Psiquiatra de la Universidad Complutense de Madrid y pasa consulta como jefe de Psiquiatra del Hospital Clnico San Carlos. Desde su despacho, en el que atiende a EL MUNDO, das antes de la publicacin de su ltimo libro La personalidad y sus trastornos (Arpa), se ve una arbolada que forma parte del Parque Jaime del Amo.
Esa luz que entra en el despacho bien podra servir al psiquiatra como elemento para despejarse. Algo que a veces el ser humano necesita para ordenar ideas y encontrar el equilibro que los factores externos rompen. Y sobre eso hace hincapi Carrasco. Estamos en una sociedad que facilita la aparicin de los trastornos de la personalidad. Antes de hablar de qu tipo de trastorno, hay que saber distinguir la personalidad, sus rasgos y cundo y cmo parecen. El psiquiatra lamenta que hay poco conocimiento en este aspecto. Y mezclamos conceptos sin conocer.
P. Empez a interesarse por los trastornos al inicio de su carrera. Qu fue lo que le llam la atencin?
R. Me interesaba mucho que la personalidad pudiera tener una base biolgica. Quera conocer cmo medir los factores que estuvieran relacionados con rasgos de la impulsividad; para lo que hicimos un estudio.
P. En qu consista?
R. Aquello era muy llamativo. Buscamos tres perfiles profesionales que podan tenerlo: tedax, toreros y ludpatas. Buscamos la parte patolgica de la impulsividad en los ludpatas. Pero haba otra parte, no patolgica, en la bsqueda del riesgo que perseguan los toreros, que no son enfermos. Ambos presentaban una actividad irregular de la monoamino oxidasa A, que es una enzima que regula la degradacin metablica de serotonina y noradrenalina en el sistema nervioso. En los ludpatas y los toreros los niveles eran bajos, pero en los desactivadores de explosivos no.
P. Qu significa?
R. Los segundos no buscaban el riesgo, pero los otros s. Los desactivadores de explosivos no son temerarios. Y es lgico. La polica los selecciona en funcin de una serie de pruebas buscan los ms metdicos. Entonces, ah juega un papel clave el tema de la personalidad y cmo se va adaptando en los obsesivos metdicos.
P. Cmo se distingue a una persona que desarrolla un trastorno a travs de la exploracin y la bsqueda de sensaciones?
R. Cuando seleccionas a una persona para ser desactivador de dispositivos explosivos porque tenga rasgos de buscador de sensaciones, fallars. Porque l lo que busca es que estalle la bomba. Y, claro, eso no es un rasgo normal, ni es til para el objetivo.
P. Los pacientes con trastornos de la personalidad cuesta identificarlos. Qu tienen en comn o no con otros enfermos mentales?
R. Estos individuos no son psicticos. O sea, no deliran, no pierden el sentido del juicio y de la realidad. No muestran solamente ansiedad y/o depresin neurtica, son algo ms. Son personas que distorsionan mucho y tienen graves alteraciones de la conducta. Suelen desarrollar episodios de tentativas de suicidio. En general, tienen conductas muy inadaptadas al entorno.
Claves de la personalidad
- Identidad. Hoy da es muy importante porque nos da la estabilidad emocional del individuo. Se construye con la autoimagen.
- Personalidad. Se forma a travs de los rasgos de cada uno. En conjunto, es el esqueleto psquico de las personas
- Trastorno. Aparece con la inflexibilidad ante la modificacin de acciones en la convivencia con otros sujetos y precisa terapia.
- Rasgos.
P. Qu pistas s permiten identificar a este tipo de individuos?
R. En todo ese mundo de trastornos de la personalidad hay personas con conductas muy inadaptadas, muy graves, pero que no han perdido el juicio, tampoco son bipolares. Por eso me interes en saber qu tenan que los haca diferentes. Pero eran pocos. Lo que pasa es que terminaban en ambientes marginales, caan en la droga, la prostitucin, la delincuencia…
P. Por qu acababan mal y sin ayuda?
R. Antes no haba un diagnstico para el trastorno de conducta impulsivo. La gente era ms o menos propensa a pelearse. A veces no salan adelante y moran en estas peleas o por el abuso de sustancias adictivas… Haba desconocimiento y pocos casos. Por ejemplo, la esquizofrenia no ha cambiado: es igual ahora que hace 200 aos, lo que pasa es que ahora se trata mejor.
P. En la actualidad, dice que la situacin ha cambiado tras dcadas de estudio. Cmo?
R. El trastorno de la personalidad viene condicionado por el entorno en el que nos desarrollamos: cmo es la familia, cmo son las figuras de autoridad, cmo est estructurado el entorno social… Todo esto influye en cmo se desarrolla el yo interior, la personalidad. Si se permite una evolucin sin alteraciones, no pasar nada, pero si se cortapisan deseos o se intenta cambiar los rasgos, aparecen los problemas.
P. En el libro menciona el ‘feedback’. Esa respuesta que esperan los nios o los bebs a travs de esa mirada de los padres de aprobacin o no. Cmo condiciona esto el desarrollo de la personalidad individual?
R. Se trata de la identidad, que es el ncleo mismo de la personalidad. Se desarrolla a travs del contacto con el mundo. Esto es clave, porque segn el entorno en el que uno crezca le devolver unas enseanzas u otras.
P. Qu hay en esa mirada que nos moldea la personalidad para bien o para mal?
R. La respuesta est en mantener el equilibrio entre la voluntad y la libertad. Y hoy la respuesta del aumento de los trastornos est en la ruptura de esto, porque ha aumentado la flexibilizacin de la autoridad y la cada de los lmites. Y eso hace que uno se vaya desarrollando de forma diferente y con menos referencias. Las nuevas generaciones carecen de la autoridad que debe llegar de figuras clave en su formacin como personas: los padres y los profesores. Tambin tiene parte responsabilidad el auge del movimiento del individualismo que vivimos desde finales del siglo XX y que se ha consolidado en estos ltimos aos. Esa mana de justificar que hoy el hombre lo puede todo; cuando no lo puede. Cada uno tiene que encontrar sus limitaciones. Esto no significa que no tengamos metas, que hay que tenerlas. Pero cada individuo debe tener las propias, las que se adecuan a su personalidad y sus rasgos. Todo esto ha dejado mucho ms expuesta a la gente que tiene dudas, dificultades, que tiende a la soledad. En ellos crece el sentimiento de vaco, de que la vida no tiene sentido. Y llegamos al momento dramtico: la respuesta a travs del suicido.
P. Qu hemos hecho mal como sociedad para estar detrs de esta generacin que lo tena todo para evitar los desastres del pasado?
R. Se les ha creado un sentimiento de vaco y desesperanza con el que conviven. Paradjicamente, con todas las formas de redes sociales actuales, hay menos comunicacin social y menos redes de amigos. Las redes familiares estn bastante ms diluidas.
P. En el mbito de las enfermedades mentales, la pandemia supuso un antes y despus. En el caso de los trastornos de la personalidad, tambin?
R. Cada vez hay ms. En los ltimos cinco aos, con la pandemia de por medio, todava no sabemos exactamente porqu se han disparado. Durante el confinamiento y despus ha crecido el ndice de autolesiones. Este es uno de los indicadores que tiene que ver con estos procesos. Tambin indica la presencia de un malestar que se traduce en un no tengo futuro, esperanza, estoy enfadado con la familia. Esa sensacin de estar perdidos.
P. Cmo reconducimos la situacin?
R. Conocer la personalidad del otro nos ayuda a comprenderle ms; nos puede ayudar a amar ms y mejor. Pero tambin nos ayuda a evitar relaciones en las que no tenemos que estar, porque comprendemos que el otro es imposible y es mejor retirarse y evitar el desgaste de una lucha agresiva continua. Comprender la personalidad del otro es fundamental para evitar los trastornos de la personalidad y tambin los trastornos mentales en general, porque aceptamos lo que hay. Un caso prctico: yo tengo un hijo con una determinada personalidad, ms extrovertido, inquieto, tirando a un poco impulsivo. Si no lo comprendo y le doy caa continuamente y lo comparo con otro que no lo es, al final mino su autoestima que est creciendo bajo una mirada continua de reproche. El nio llega a pensar soy una decepcin, no s hacer las cosas. Hay unas expectativas que siente que no cumple porque su personalidad no se lo permite.
P. Esto ocurre cuando la sociedad nos exige ser a todos iguales…
R. Exactamente. Si tienes un chico introvertido y que no es muy hablador, es que va a ser as. Entonces hay que entender la diversidad de rasgos y de personalidades. Esto es lo que configura la riqueza social. Pero, si uno se empea en que tiene que ser sociable, sin tener los rasgos, le puedes provocar un mal crecimiento.
P. De nuevo volvemos a la mirada correctiva. Siempre es el germen del trastorno?
R. S, porque ese mal crecimiento es lo que va haciendo que las conexiones de la identidad, de la autoestima, de la autoimagen, del cmo me ven los otros y cul es mi futuro, se bloquee y ah llega el trastorno. Es muy importante entender la personalidad de los otros, aceptarla, comprenderla y potenciarla en la medida que no sea destructiva.
P. Ya sea como padres, profesores, amigos… cmo podemos aprender a respetar la personalidad y permitir un crecimiento sano?
R. Con la publicacin de mi libro pretendo que la gente entienda bien, lo que es la personalidad, los tipos y sus rasgos. Y, por otro lado, los trastornos. De esta forma uno puede comprender lo que le pasa a un familiar, amigo o persona cercana. Se trata de un manual educativo que sirve para ensear qu es la personalidad, cmo somos y cmo es el otro. Con herramientas para prevenir, una de ellas sera tener empata, ponerse en el lugar del otro. Y esto no es fcil.
P. Parece que hemos frivolizado la enfermedad mental. Hemos pasado del tab a la exhibicin de las redes sociales. Dnde est el equilibrio?
R. Hay que buscarlo. Ensear a distinguir el malestar y la angustia, de la patologa depresiva y la ansiedad, y por supuesto del resto de los trastornos. Por eso no siempre hay que necesitar un psiclogo o un psiquiatra, a veces basta un coach que nos devuelva al camino de nuestra personalidad y al equilibrio.
P. Cmo diferenciamos quin necesita qu?
R. En la vida habr sufrimiento y estrs, y sin ser algo malo hay que aprender a lidiar con l. En este nivel, s son buenos los coach. Cuando hablamos de que ese sufrimiento se ha hecho bola y se ha vuelto patolgico en la persona (en forma de ansiedad, depresin), ya hay que recurrir a los psiclogos y psiquiatras. Con una lcera vas al mdico, pero para evitarla buscas alguien que te ensee a comer bien. Con la mente, sucede lo mismo: hay que prevenir, antes de curar.