La Policía Nacional reveló el jueves un escalofriante giro en el caso del asesinato de Yennely Andreyna Duarte Hilario, de 18 años, cuyo cuerpo se halló en una finca de Cotuí, en la provincia Sánchez Ramírez. La confesa culpable: Ammy Hiraldo Peña, una joven de 21 años que se entregó por propia voluntad.
Los detalles son tan macabros como perturbadores. Hiraldo Peña, interrogada sobre el crimen, no titubeó en confesar que lo cometió por razones pasionales. Asimismo, precisó que utilizó amoniaco, una toalla y un arma blanca como herramientas para perpetrar el crimen.
Las autoridades acusaron a Hiraldo Peña de una serie de delitos en perjuicio de su víctima. Pero la historia no termina aquí. Las cámaras de seguridad capturaron el momento en que la autora material del crimen adquiría el producto químico, presumiblemente con la intención de sedar a su víctima antes de acabar con su vida.
La autopsia revela un intento desesperado de la joven Yennely por defenderse, con heridas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Además, se descubrió que el vehículo utilizado en el crimen pertenecía a la familia de la confesa victimaria.
La Policía continúa su investigación, entrevistando testigos y recopilando evidencia para armar el rompecabezas de este trágico suceso. Este viernes, continúan las entrevistas a los testigos oculares y la recolección de las evidencias materiales.
Entretanto, la confesa autora de este lamentable hecho será puesta a disposición del Ministerio Público, para los fines legales correspondientes.