El informe que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que ha entregado este miércoles en el Tribunal Supremo constata la existencia de presuntas irregularidades en la contratación de dos mujeres vinculadas a José Luis Ábalos por parte de empresas públicas dependientes del Ministerio de Transportes. El documento del instituto armado apunta a que Jésica R. y Claudia M. entraron en 2019 con unos meses de diferencia respectivamente en las plantillas de Ineco (dependiente de Adif) y Logirail (ligada a Renfe) sin pasar los preceptivos procesos de selección y después de que el exasesor del hoy diputado del Grupo Mixto en el Congreso se implicara directamente para lograrles sendos puestos de trabajo. En el caso de Jésica R, que declaró como testigo el pasado 27 de febrero ante el magistrado Leopoldo Puente, instructor de la causa, Koldo García apremió a la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, para que se cerrara rápidamente la contratación de la entonces pareja de Ábalos: “Sólo una cosa, que llamen a la chica para que inicie los trámites para la contratación como administrativa de Joseba [García, hermano de Koldo y empleado en Ineco], que, si no, José me corta los huevos”.
En el documento policial ―en el que también se analiza el alquiler para Jésica R. de un piso de lujo en la céntrica plaza de España de Madrid que fue supuestamente costeado por la trama corrupta―, los investigadores detallan las presiones de Koldo, no solo para que Jésica fue contratada por Ineco como administrativa, sino también para que no tuviera que pasar por una entrevista previa antes de formalizar el contrato. El entonces asesor de Ábalos llega a decirle a la joven que no vaya a esta y ella le sugiere que se lo diga “a José y que llame dónde tenga que llamar” para evitar ese trámite. Finalmente, Jésica fue contratada con un sueldo mensual de 1.173 euros y pasó a depender de Joseba García, el hermano de Koldo, con quien ironiza sobre su sueldo: “Yo seré mileurista ya”. “Estos rojos comunistas”, fue la respuesta en tono de broma.
La Guardia Civil destaca que, según revelan los mensajes intercambiados por los implicados, la joven “no habría asistido a su puesto de trabajo” en los dos años que estuvo en Ineco y que era Joseba García el que se encargaba de cumplimentar los partes de trabajo mensuales, además de coordinarse con ella para que esta “registrara cada día una jornada laboral que no había sido realizada”, destaca el informe. Los agentes recalcan que, pese a ello, la joven reclamó alguno de los beneficios que tenían los trabajadores de la compañía, como la tarjeta de comidas. “Seguro que la tarjeta estará en algún sobre donde hayamos puesto que trabajo”, señalaba. Más adelante le pediría a Koldo una dirección donde poder recogerla, “porque no sé dónde trabajo”. Tras dos años, en noviembre de 2021 Jésica salió de Ineco y firmó un contrato de seis meses para trabajar en otra empresa pública dependiente de Transportes, Tragsatec, en un proceso que según la Guardia Civil también estuvo presuntamente plagado de irregularidades. En este nuevo puesto, la joven tampoco acudía a su puesto de trabajo, destaca el documento policial.
El informe de la UCO recoge también “evidencias digitales” de que otra mujer vinculada con Ábalos, Claudia M., fue contratada por la empresa pública Logirail SME, cuyo único accionista es Renfe, dependiente de Transportes. “Claudia habría contado para la consecución de ese puesto de trabajo con la influencia del entonces ministro Ábalos. Para ello, Koldo actuó como transmisor con el fin de que dicha contratación no solo se llevara a cabo, sino que, una vez fuera formalizada, no fuera rescindida”, señalan los agentes.
La Guardia Civil sitúa como punto de partida una conversación de WhatsApp entre Ábalos y su asesor el 8 de octubre de 2019, donde el primero se interesó por la posibilidad de que Claudia M. fuera contratada por alguna entidad dependiente del Ministerio de Transportes. “A la de Gijón no la puede contratar en Renfe, Adif o alguna de sus subcontratas?”, pregunta Ábalos. García le dice que sí y añade: “Lo arreglo”. Unos días después, el 16 de octubre, la mujer le envía su currículum al asesor del ministro, que inmediatamente se lo remite al entonces presidente de Renfe, Isaías Taboas.
Una semana después, el 23 de octubre, Claudia M. le confirma a Koldo que le habían llamado para un trabajo Y el 21 de diciembre, Ábalos y su entonces asesor comentan durante una conversación que la mujer ya había empezado a trabajar. La UCO recalca que el entonces ministro “parece conocer de primera mano los pormenores del empleo de Claudia al señalar que ya había recibido la formación para su cargo”, recoge el informe.
La Guardia Civil recoge también cómo el asesor facilitó alojamiento a Claudia R. durante un viaje de trabajo de esta a Madrid en febrero de 2020, y agendó una cena con el entonces ministro. Unos días después, ella le cuenta al García unos problemas laborales y este se compromete a mediar, para lo que la mujer le envía los teléfonos de sus jefes. Este problema estaría relacionado, según la Guardia Civil, con el hecho de que ella no fuera a la oficina. “Que si se lo puedes mandar por escrito o llamar para cubrirse él las espaldas. El motivo por [el] que no voy a la oficina”. Días después, la mujer informa a García de que le han comunicado que le van a abrir un expediente para despedirla.
Justo al día siguiente, estaba prevista una reunión en el Ministerio de Transportes entre el presidente de Renfe y el entonces asesor del ministro. Horas después, Claudia M. le cuenta a García que le han llamado de Logirail para solucionar su situación. “No tengo palabras de agradecimiento (…) por todo lo que estáis haciendo. Agradecerte a ti personalmente (…) no te voy a defraudar ni a Jose en nada”, le dice la mujer. Estos mensajes, advierte la UCO, “permiten colegir que el ministro y su asesor habrían tenido una participación directa en este asunto”.
Horas más tarde, el entonces presidente de Renfe escribe a García: “El problema de Gijón, arreglado”, un mensaje que los agentes vinculan a uno previo enviado por Claudia M. a Koldo García en el que le dice que la empresa le va a buscar un hueco en esa ciudad. El informe recoge una copia de la nómina de la mujer, según la cual, esta figura dada de alta como empleada de Logirail desde el día después de esa conversación, el 18 de febrero. Transcurridos varios meses, la mujer remite a García una copia de la prórroga de su contrato, desde el 18 de febrero de 2021 al 17 de febrero de 2022. Sin embargo, en mayo de 2021 la mujer se queja al entonces asesor del ministro del trato que estaba recibiendo en la empresa, y pide la implicación de Ábalos, aunque según la UCO, Koldo García dejó de actuar ante los requerimientos de ella. La mujer fue despedida en febrero de 2022.
La UCO recoge también unos mensajes enviados por Claudia M. a Ábalos meses después, en los que esta recrimina el comportamiento que García tuvo con ella durante el tiempo que trabajó en Logirail. “Me pedía cosas obscenas y me decía que no te dijera nada”, dice la mujer, que asegura que lo tiene “todo grabado” y añade: “Pues recuerdo que era mi superior y por no perder mi puesto de trabajo lo que tuve que aguantar”.