La Audiencia Nacional ha abierto sus propias pesquisas sobre el masivo apagón eléctrico que sufrió la península Ibérica este lunes. A través de una resolución firmada este martes, el magistrado instructor de guardia, José Luis Calama, ha dado luz verde a una causa para investigar si la enorme crisis energética “pudo ser un acto de sabotaje informático en infraestructuras críticas españolas”, según ha informado el tribunal. En su dictamen, el juez admite que la causa del fallo del sistema “resulta desconocida” en el “momento actual”, pero considera “necesario” iniciar sus propias averiguaciones ante la posibilidad de que pueda tratarse de un ataque “ciberterrorista”.
Antes de conocerse la decisión de la Audiencia, Red Eléctrica ha descartado que el apagón fuese motivado por un ciberataque, un error humano o por algún fenómeno meteorológico o atmosférico extraño. Por su parte, durante una comparecencia pública posterior, el presidente Pedro Sánchez ha añadido que el Gobierno no tiene “información concluyente de que haya sido un ataque terrorista”. Es más, aunque no ha querido descartar ninguna hipótesis sobre el origen del fallo, el jefe del Ejecutivo ha llamado a la “tranquilidad” y a la prudencia hasta que se estudie a fondo el asunto.
“Se necesita tiempo para tener un análisis certero y para no volver a sufrir estas vulnerabilidades”, ha apostillado Sánchez, que ha continuado en esta línea: “Se van a hacer las reformas para que esto no vuelva a suceder. Vamos a exigir todas las responsabilidades a los operadores privados”. El presidente ha prometido transparencia y que harán públicos los resultados de su investigación.
Por su parte, al justificar la apertura de sus propias pesquisas, el juez Calama explica que, “sobre las 12.30 horas” del lunes, “todo el territorio peninsular sufrió un apagón eléctrico”: “Según ha informado el Gobierno, ‘se han perdido’ de forma súbita, durante cinco segundos, 15 GW de la energía que se estaba produciendo en ese momento, lo que equivale al 60% de la luz que se estaba consumiendo. Siendo ‘algo que no había ocurrido jamás”. Estos hechos “han supuesto una situación crítica para el bienestar y sentimiento de seguridad de todos los ciudadanos”, al “haber afectado a sistemas informáticos que soportan infraestructuras que proporcionan los servicios esenciales a la sociedad, como salud, energía, industria, transporte, etcétera”.

Reclamación de informes
El magistrado instructor continúa así: “Si bien en el momento actual la causa de los referidos hechos resulta desconocida, el ciberterrorismo se encuentra entre una de las posibles. Por tanto, resulta necesaria la apertura de una investigación judicial por si tales hechos pudieran ser constitutivos de un delito de terrorismo”. Por ello, Calama ha ordenado a Red Eléctrica y al Centro Criptológico Nacional, dependiente del CNI, que le envíen sendos informes sobre las “causas” que motivaron el apagón, para lo que les otorga un plazo “improrrogable” de diez días. El juez ha reclamado igualmente otro análisis a la Jefatura de Información de la Policía Nacional.
“Nuestra sociedad se basa, cada vez más, en un complejo sistema de infraestructuras en el que se sustentan los sectores productivos, gestión de servicios, sistema financiero y desarrollo de la vida ciudadana en general”, recuerda el magistrado. “Estas infraestructuras son interdependientes entre sí, lo que puede desencadenar problemas de seguridad en cascada a través del propio sistema, con la posibilidad de ocasionar fallos inesperados y graves en servicios básicos para la población, como sucedió [este lunes]. Este tipo de infraestructuras son especialmente atractivas para el terrorismo, por los graves daños que pueden ocasionarse para la población”, remarca el juez.
En esta línea, el instructor Calama incide en que el informe sobre ciberamenazas de 2017 del Centro Criptológico Nacional afirmaba que “el mayor peligro es el ataque con origen en estados extranjeros”: “Así ocurrió en el caso de los ciberataques a compañías de electricidad de Ucrania que en 2016 ocasionaron un apagón, provocando que millones de personas se quedaran sin energía eléctrica”.