Isabel Díaz Ayuso estaba citada este viernes en La Moncloa. La baronesa conservadora dijo el lunes que la cita no tenía sentido tras haber reclamado su dimisión el presidente Pedro Sánchez, vincular en el Congreso de los Diputados su nombre con la corrupción y negociar con ERC una financiación singular para Cataluña. Y se ha marchado al municipio pontevedrés de O Porriño para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento del arquitecto Antonio Palacios. Quienes también tenían esta fecha señalada en rojo en el calendario ―y han acudido— eran sus compañeras de partido, la presidenta de Baleares, Marga Prohens, y la extremeña, María Guardiola. Al concluir ambas reuniones con el presidente, el ministro Ángel Víctor Torres, ha valorado así la ausencia de Ayuso en la conferencia de prensa:
―Lo que queda es una silla vacía. La única. Es un error.
Todos los presidentes autonómicos han acudido a la llamada del presidente, salvo Ayuso. Un hecho que ha marcado la reunión de las dos presidentas del PP y evidenció las diferencias con el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que reconoció en una entrevista con El Mundo que si el jefe del Ejecutivo convoca, se debe ir. Una línea que comparte Prohens, la presidenta balear, cuyo encuentro con el presidente ha tildado de “fructífero” y que le ha servido para poner sobre la mesa “compromisos y soluciones”. Tanto es así que, tras explicar las reivindicaciones que ha exigido a Sánchez en persona ―en cuestión de vivienda, infraestructuras, impuestos, rechazo al concierto económico con Cataluña o inmigración―, ha mostrado las diferencias con respecto a la presidenta madrileña, aunque entiende su rechazo.
“Hay que respetar y respeto profundamente la decisión de cada presidente”, ha observado, “conociendo la realidad de su región, y en el caso de la presidenta [Ayuso] su realidad particular. Yo, desde el primer momento, dije que asistiría. Somos representantes también ordinarios del Estado en nuestros territorios y es una oportunidad venir aquí a exponer las demandas de los ciudadanos de baleares. También poderle decir al presidente los temas que rechazamos de plano, como es la independencia fiscal con Cataluña”.
La presidenta extremeña, María Guardiola, ha comenzado su comparecencia con un tono muy diferente al de su compañera. “Después de un año y tres meses como presidenta de Extremadura, he podido sentarme por primera vez con Sánchez. 466 días de espera para un primer encuentro con el jefe, muestra cierta falta de interés […] Asisto a la cita con un presidente salpicado por la corrupción […] He venido a trasladarle las expectativas de los extremeños para que su voz suene en los despachos de La Moncloa”. Y ha explicado los motivos de su visita, más allá de la invitación formal del presidente. “Actúo con responsabilidad y lealtad al Estado”.
Guardiola ha recordado a Sánchez el deficitario estado de las infraestructuras de su región, sobre todo, la eterna promesa de un tren de alta velocidad que conecte Badajoz con Madrid. “Hemos escuchado anuncios de todos los gobiernos. Extremadura está inmunizada. Solo nos valen los hechos”. Y respecto a la ausencia de Ayuso, ha dicho que tiene todo su apoyo y su cariño. “Es acoso y derribo. No se debe cuestionar la defensa que hace de los madrileños. Mi posición era distinta. Yo no había tenido la oportunidad de despachar con el presidente de la nación”.
