Home » La casa: la enfermedad incurable de la familia (****)

La casa: la enfermedad incurable de la familia (****)

by Marko Florentino
0 comments


Hay pelculas que antes que contar nada se cuentan a s mismas. La casa es una de ellas. En rigor, lo que hace lex Montoya es adaptar la novela grfica del mismo ttulo de Paco Roca. Y se dira que el modo, el tono y hasta el propio aroma de la pelcula se corresponde con una eficacia poco comn con el texto de referencia. Sin embargo, y a medida que avanza la cinta, el argumento se desvanece, las interpretaciones abandonan su artificio y la pantalla adquiere la rara textura de los espejos. Su historia es la nuestra porque su historia es la historia de cualquier historia mientras se cuenta una historia. Eso de que las familias felices se parecen, pero las infelices no, va a ser que no es verdad del todo. Al final, de un modo u otro, todas duelen lo mismo.

De hecho, la familia est diagnostica como dolencia. No hay consenso sobre su gravedad, pero, con buen criterio, la Medicina le tiene reservada una especialidad clnica que igual se ocupa de la nostalgia excesiva que de la desatencin, los cuidados, las deudas sentimentales y, llegado el caso, hasta la gripe. Aunque no siempre sea as. En cualquier caso, lo importante, como bien saben buena parte de los mdicos de familia, es no desesperar y, ms importante todava, aceptar cuanto antes que estamos ante una enfermedad crnica e incurable.

La casa parte de este presupuesto y en l se acomoda bajo un buen puado de mantas para que pase la fiebre. Por momentos se dira incluso que la idea no es tanto que pase nada como, sencillamente, quedarse a vivir ah, acurrucada, ligeramente mareada y feliz en el duermevela entre la alucinacin y el sueo. Es, decamos, narracin que se narra. La pelcula, ya se ha dicho, sigue el libro de Roca y lo hace con la puntualidad y cario debido. No diremos que sea una traduccin del papel a la pantalla literal, pero tampoco la diferencia es relevante. Importa el calor entre amargo y tierno del reencuentro, del perdn.

Hay un momento en la novela grfica en la que el hijo, ligeramente ofendido y exageradamente egocntrico, se lamenta de que su padre utilizara los recortes de peridico que hablaban de l y de sus logros (es escritor o algo equivalente) para proteger la parra de la avidez de los pjaros. El padre, muerto, es ya un recuerdo y el hijo acumula ese extrao resentimiento de doble direccin que ms tiene que ver con la culpa propia que con la recriminacin ajena. En medio, la casa familiar de vacaciones que con tanto esfuerzo y entusiasmo construy con sus propias manos el progenitor. El detalle de los papeles da la pauta de la distancia que media entre uno y otro, de la diferente escala de valores, de la disparidad de criterios en el concepto de lo til. Se trata de solo un detalle, pero descomunal. Porque, en efecto, la historia va de eso, del dilogo no por fuerza imposible entre los que quedan y lo que queda.

Tericamente, se cuenta el regreso de los hijos con sus familias a aquella casa paterna que sirvi primero de refugio obligado en los largos das de verano para despus quedar en el olvido. La idea es vender lo que quiz, solo quiz, ya no tiene valor. Se trata, en definitiva, de desentraar el sentido mismo de la palabra valor. Que no de la palabra precio.

Pero lo anterior, como pronto descubriremos, es solo una excusa. Lo relevante es lo otro. Y eso otro es el inteligente y muy emotivo laberinto en el que el pasado y el presente juegan a confundirse, a ofenderse el uno al otro y finalmente a reconocerse. Importa la plcida y feliz sensacin no tanto de ver como de habitar la pelcula. A un lado las discutibles y muy amaneradas ilustraciones de los recuerdos convertidos en flashbacks, La casa acierta a dibujar merced a las interpretaciones fuera de dudas de David Verdaguer, scar de la Fuente, Luis Callejo y Olivia Molina el escenario de una convalecencia, la atinada descripcin de esa enfermedad incurable que es la familia.

Y as hasta dar con el diagnstico preciso de las fracturas generacionales, los esguinces de la memoria y las heridas imposibles de restaar que lo hijos heredan de los padres. Y todo a la sombra de la ms extraa y enigmtica de las parras en flor. Cuento se que se cuenta.

Direccin: lex Montoya. Intrpretes: David Verdaguer, scar de la Fuente, Luis Callejo, Olivia Molina, Mara Romanillos. Duracin: 83 minutos. Nacionalidad: Espaa.





Source link

You may also like

Leave a Comment

NEWS CONEXION puts at your disposal the widest variety of global information with the main media and international information networks that publish all universal events: news, scientific, financial, technological, sports, academic, cultural, artistic, radio TV. In addition, civic citizen journalism, connections for social inclusion, international tourism, agriculture; and beyond what your imagination wants to know

RESIENT

FEATURED

                                                                                                                                                                        2024 Copyright All Right Reserved.  @markoflorentino