Los grandes tesoros de la época de los tartesos descubiertos en Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz) estarán pronto a cubierto. Una nueva estructura sostendrá con una cúpula de 116 metros de diámetro y casi 20 de alto que permitirá el mantenimiento y difusión de un patrimonio que ha asombrado al mundo en los últimos años. La Junta de Extremadura ha presentado el proyecto, en el que invertirá casi siete millones de euros y que saldrá a licitación esta misma semana, según ha señalado la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán. Se prevé que las obras duren nueve meses. La superficie total construida será de 10.568 metros cuadrados incluidas 32 zapatas exteriores al yacimiento.
El edificio proyectado elevará sobre el yacimiento una estructura en forma de cúpula, cubierta hacia el exterior con una superficie ajardinada que reparará el aspecto original del yacimiento, originario del siglo V antes de Cristo.
En la actualidad, según ha explicado la consejera, el lugar lleva años «sufriendo desprotección» debido a que solo está cubierto con chapas metálicas que «pueden ralentizar su destrucción pero que, obviamente, no protegen con garantías, puesto que las estructuras descubiertas están formadas por ladrillos de adobe y tapial», y no están a salvo de las inclemencias meteorológicas.
Recreación de la cúpula de Turuñuelo.
Además, la nueva infraestructura permitirá que la Casa del Turuñuelo se convierta en un atractivo turístico para la zona, enclavada en un entorno rural, según ha precisado Moran en una presentación en la que han estado presentes también arquitecto del proyecto, Carlos Albarrán y el ingeniero estructural y de instalaciones, Antonio Manuel Reyes; y la responsable del yacimiento. Esther Rodríguez, responsable de las prospecciones junto a Sebastián Celestino ha particpado también en la presentación.
El edificio que se proyecta es una gran estructura metálica que contiene 32 radios de 116 metros de diámetro, suficientes para cubrir todo el conjunto del yacimiento tartésico. Esto permitirá aislar el yacimiento tanto de la lluvia como del viento, cuyo efecto erosivo es hoy el más dañimo para el yacimiento. Además, la construcción soportará un sistema de rampas colgadas de la estructura, que servirán como miradores para los visitantes sin apoyo de estructuras ni cimentaciones.
Además, el edificio contará con espacios anexos dedicados a exposiciones y salas técnicas. La cúpula será la «más grande de España», según ha asegurado el ingeniero Antonio Manuel Reyes. La superficie cubierta será de una hectárea, el equivalente a dos campos de fútbol, ha apuntado el ingeniero, y asemejará a una flor de lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica.
Recreación de la cúpula de Turuñuelo.
Tras las prospecciones realizadas, se ha asegurado en todo momento que la bóveda no afectará a posibles nuevos descubrimientos debido a que no habrá una intervención directa sobre el yacimiento. que permanecerá protegido durante las obras.
Para la arqueóloga Esther Rodríguez, «es un descanso garantizar que el yacimiento del Turuñuelo se va a conservar. Es uno de los yacimientos más importantes del mundo ahora mismo y esta inversión va a merecer la pena». Rodríguez ha hecho hincapié en que «se hace todo desde la máxima sensibilidad al patrimonio, al medio ambiente».
Los trabajos en el yacimiento comenzarán el próximo día 3 de marzo y, como todos los años, se extenderán durante tres meses para intentar avanzar en nuevos descubrimientos de la época de los tartesos en el núcleo próximo al valle del río Guadiana. En 2023 se hallaron las cinco primeras representaciones de figuras con rostro, pertenecientes a un relieve, perteneciente a la cultura de Tartessos, que floreció en el suroeste de la península Ibérica entre los siglos VIII y V antes de Cristo. Hasta ahora se habían encontrado otras figuras pertenecientes a esta cultura, pero nunca con un rostro definido; dos de ellas, además, aparecieron representadas con pendientes en forma de aros, lo que las convierte en una representación única.
Desde el año 2015 se han sucedido tres campañas de excavación que han permitido sacar a la luz parte de un majestuoso edificio construido en tierra que conserva en pie sus dos plantas constructivas, lo que lo convierten en un ejemplo único de la arquitectura protohistórica del suroeste peninsular. Así, aunque apenas se lleva excavado un 20% de la superficie total del túmulo, ya se conocen tres de las estancias que se localizan en la parte superior del edificio y un enorme patio localizado en la parte inferior.