En el Mercat de les Flors de Barcelona y en el marco de la programación Panorama Taiwán se han exhibido dos excelentes trabajos: un delicado dueto interpretado por los magnÃficos Yeu-Kwn y Lee YinâYing, y muy especialmente la coreografÃa Floating Flowers, de Po Cheng-Tsa para su compañÃa B Dance. Otra de las formaciones que ha acercado recientemente al público a la interesante danza contemporánea de Taiwán ha sido la Cloud Gate Dance Theatre, que en noviembre actuó en el mismo Mercat. Cada una de las compañÃas participantes ahora ha demostrado una precisión matemática en la ejecución y una belleza estética embriagadora.
Fueron muchos los espectadores que acudieron al Merca. La Sala MAC estaba a rebosar y el espectáculo no defraudó. Floating Flowers (2015) es una de las óperas primas de Po Cheng-Tsai, que se graduó en danza en la Taipei University en 2009, y en 2014 creó su propia compañÃa, mientras que entre 2017 y 2018 fue nombrado coreógrafo revelación en Alemania. La pieza que ahora ha presentado en Barcelona está basada en el ritual tradicional taiwanés, común a las tradiciones hindú, budista y taoÃsta. Se inspira en una celebración religiosa de su paÃs, que se realiza en el Festival de los Fantasmas, una de las ceremonias budistas más bellas y populares de Taiwán. La obra tiene un origen autobiográfico, ya que el padre del autor le llevaba de niño a esta celebración.
Floating Flowers, interpretada por cuatro mujeres y cuatro hombres, es una explosión de energÃa de una belleza inaudita y de una matemática ejecución. En el vocabulario coreográfico del autor se entrelazan la danza tradicional, el taichà y el Kung Fu y otras artes marciales, junto al ballet, la danza moderna y la contemporánea, que Po Cheng-Tsai ha aprendido en su formación.
Los movimientos de los bailarines son amplios y hermosos, el trabajo de brazos, una contante en la pieza, es embriagador, también la forma en que mueven las manos. A ello hay que sumar el trabajo del torso y el quiebro de sus cinturas. Un factor decisivo en esta coreografÃa son las largas faldas blancas que visten los intérpretes, prendas esenciales para la pieza. En ocasiones son figuras escultóricas, otras grandes flores. El baile posee un dinamismo imparable, en el comienzo del espectáculo, al igual que la música, es lento, y conforme avanza se vuelve más trepidante y los ritmos se aceleran. La música electrónica y los pasajes sonoros, junto al video que se proyecta acercan al espectador, con elegancia, a la moderna tecnologÃa actual.
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