Table of Contents
Sara Marín, médica y experta en microbiota, ha publicado recientemente en una historia de su cuenta de Instagram una información que resulta especialmente valiosa para todos los amantes del café, un grupo que en España representa a la mayoría de la población. Su recomendación no solo responde al gusto popular por esta bebida, sino que se centra en un aspecto fundamental para la salud: la digestión. Según Marín, existe una hora exacta para tomar café que puede marcar la diferencia en cómo nuestro cuerpo lo procesa y, en consecuencia, en cómo nos beneficiamos de sus propiedades.
En un país donde esta bebida forma parte del ritual diario de millones, conocer el momento ideal para consumirlo puede ayudar a mejorar la salud digestiva y optimizar el funcionamiento del organismo, sin renunciar al placer del café. Esta información invita a reflexionar sobre hábitos cotidianos y a tomar decisiones conscientes para cuidar mejor nuestro cuerpo desde pequeños gestos.
Dos tazas de café antes de las 12.00 horas
En una historia reciente de su cuenta de Instagram, Sara Marín explica que la clave para aprovechar al máximo los beneficios del café está en limitar su consumo a dos tazas diarias, y muy especialmente, en tomarlas antes de las 12.00 horas del mediodía. Esta recomendación no es casual ni arbitraria, sino que responde a evidencias científicas sobre cómo el café puede afectar la absorción de nutrientes esenciales para el organismo, en particular el calcio. El calcio es un mineral fundamental para la salud ósea, la función muscular y diversos procesos metabólicos, por lo que su correcta asimilación es vital para mantener el equilibrio del cuerpo a largo plazo.
Cuando se consume café en exceso, más allá de esas dos tazas recomendadas, se puede producir una interferencia en la absorción de calcio, lo que podría derivar en una disminución progresiva de la densidad ósea y un mayor riesgo de problemas asociados como la osteoporosis. Por eso, Sara Marín enfatiza la importancia de respetar estos límites horarios y de cantidad, para disfrutar del café sin comprometer la salud.
Calidad del café: natural, sin torrefactos ni mezclas
La especialista recalca que la calidad del café es fundamental. La opción ideal es un café natural, libre de torrefactos o mezclas industrializadas, que pueden contener aditivos o sufrir procesos que disminuyen sus propiedades beneficiosas. Un café de buena calidad fortalece la microbiota intestinal, ese ecosistema de microorganismos que habita en nuestro sistema digestivo y que juega un papel crucial no solo en la digestión, sino también en el sistema inmunológico y el metabolismo.
Sara Marín insiste en que cuidar la microbiota es una prioridad para mantener el equilibrio del cuerpo y la mente. Al fortalecerla, no solo se mejora la capacidad digestiva, sino que también se refuerzan las defensas naturales del organismo y se optimiza el funcionamiento metabólico, un aspecto clave para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida. Además, la experta ofrece un bonus interesante: acompañar el café con cacao puro. Este ingrediente natural potencia los efectos positivos del café, gracias a sus propios compuestos antioxidantes y estimulantes, que amplifican el fortalecimiento de la microbiota y aportan un extra de bienestar al organismo.
Una nueva perspectiva sobre el café
Esta recomendación llega en un momento donde el café suele ser visto únicamente como una fuente de energía rápida, pero Sara Marín invita a verlo desde otra perspectiva, una más integral y saludable. Beber café a la hora adecuada, y en la cantidad correcta, puede ser un ritual que contribuye a la salud digestiva y al equilibrio general del cuerpo. El café, según esta doctora, no es solo una bebida social o un simple estimulante, sino un aliado para la microbiota y, por ende, para el sistema inmunitario y metabólico. Su consejo para limitar la ingesta a dos tazas, y preferentemente en la mañana, busca evitar efectos negativos y maximizar sus beneficios, algo especialmente relevante en un mundo donde el café es consumido a todas horas y en cantidades a veces excesivas.
