La familia del hombre de 39 años que murió en mayo de 2021 atrapado en el interior de una figura decorativa de un dinosaurio ha reclamado al Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet casi 183.000 euros por los daños morales que sufrieron a causa del accidente. Consideran que el Consistorio fue negligente y no retiró la estatua de una rampa de acceso público, que llevaba allí casi una década, a pesar de que los cines que la colocaron cerraron en 2013, y desde entonces niños y personas sin hogar se colaban en el interior. Tanto el Consistorio como la Comisión Jurídica Asesora -de consulta preceptiva en reclamaciones de más de 50.000 euros- consideran que la administración carece de responsabilidad en el fallecimiento y atribuyen lo ocurrido exclusivamente a la actuación de la víctima. La familia puede recurrir la decisión judicialmente.
Los hechos se remontan a la madrugada del sábado 22 de mayo de hace tres años, cuando las cámaras de un hotel ubicado delante de una rampa en la que lucía la estatua de un dinosaurio, en Santa Coloma de Gramenet, grabaron a un hombre a las doce y media de la noche accediendo al interior de la figura. El informe de la policía sobre lo ocurrido determina que para lograrlo, movió una tapa de unos 7 kilos, ubicada a un metro y 20 centímetros del suelo, y se coló dentro. “La víctima tuvo que hacer un gran esfuerzo para acceder al interior, debido a la altura en la que se encontraba la tapa y las dimensiones corporales de la víctima”, destaca la Comisión Jurídica Asesora, el órgano consultivo de la Generalitat, que ha analizado el caso, en un dictamen del pasado 13 de junio.
A la mañana siguiente, unos niños que jugaban frente al hotel alertaron de que salía un pie humano de la figura y avisaron a emergencias. La policía comprobó que había una persona atrapada en el interior del dinosaurio, en una de las patas, y hubo primero que serrar la estructura y posteriormente extraer el cuerpo con un camión-grúa debido al elevado peso de la víctima y su altura. El hombre se coló voluntariamente, alega el Ayuntamiento, dentro de una de las piezas de la figura, y se colocó en posición invertida para coger su teléfono móvil que se cayó en el interior, según la hipótesis de los Mossos. Luego quedó atrapado, en un lugar que mide 50 centímetros en el exterior, pero disminuye hasta los 40, y falleció debido a una broncoaspiración alimentaria derivada de una compresión torácica posicional.
La familia de la víctima señala que el dinosaurio se instaló, junto a otras figuras, en 2012 en la rampa de acceso a los cines de New Lineo Cinemas, que cerraron el mes de mayo del año siguiente. Las estatuas se retiraron, pero el dinosaurio siguió allí y no se quitó hasta el accidente, cuando se trasladó a unos almacenes municipales, a disposición de la justicia. En su reclamación, la familia sostiene que la figura implicaba “peligrosidad inherente por sus grandes dimensiones y por la abertura en la zona de la barriga” que usaban “menores como si fuesen túneles para jugar” y también personas sin techo para dormir. Añaden el “gran eco mediático” de lo ocurrido, que acabó incluso en medios internacionales, y que “magnificó el dolor” a raíz de la muerte de su hijo.
El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet defiende que no hay un “nexo causal entre el funcionamiento del servicio municipal y el daño sufrido” por los padres del hombre. Los “daños son consecuencia de la culpa exclusiva de la víctima” que tuvo una “conducta imprudente y temeraria y puso en riesgo su integridad física”. Insisten en que se introdujo “voluntariamente dentro de la figura, quintado la tapa” de una estatua con función “decorativa y no lúdica”. En el informe añaden que la figura no estaba “ni construida ni condicionada” para que se metiese dentro un adulto. También destaca que la víctima, de una “envergadura importante”, había ingerido “diversos tóxicos” aquella noche, lo que afectó su “capacidad de decisión y reacción”. Y puntualiza, por último, que la rampa donde estaba la figura no forma parte de su patrimonio, y que el mantenimiento del espacio compete a sus propietarios, además de que la figura tampoco pertenece al Consistorio.
“El fatal accidente es la materialización de un riesgo creado por la misma víctima, la cual accedió voluntariamente a una estructura no habilitada para su uso interior y se colocó en posición invertida”, coincide la Comisión Jurídica Asesora, que ha desestimado la reclamación patrimonial de la familia. Subraya que el uso de la figura era meramente decorativa, en ningún caso lúdica o recreativa, y describe que en su interior “estaba dotada de una estructura metálica de unión de las diferentes partes, con numerosos salientes, barras de hierro y tornillos de dimensiones considerables sin ningún tipo de protección”. “La producción del daño se debe exclusivamente a la asunción por parte de la víctima del riesgo para su vida derivado de su conducta”, abunda la comisión, de consulta preceptiva, pero sin valor vinculante. El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet está ahora pendiente de aprobar una resolución definitiva desestimando la reclamación patrimonial, que los familiares podrán recurrir ante un juzgado contencioso-administrativo.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites
_