La indignación entre los usuarios de Rodalies que intentan viajar este miércoles entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders ha ido en aumento tras tener que soportar demoras de más del 30 minutos causadas, entre otras, por una incidencia que afecta a los sistemas de señalización en Torredembarra (Tarragona). Los retrasos han afectado a las líneas R13, R14, R15, R16, R17 y RT2 pero también a la R2. Los usuarios de la zona sur de Rodalies se han enfrentado, una vez más, a una nueva jornada de caos ferroviario que -paradójicamente- ha empeorado después de que el lunes se recuperase el servicio ferroviario entre Tarragona y Barcelona tras las obras en el túnel de Roda de Berà. La recuperación del servicio se produjo, además, en un clima de conflictividad laboral donde los sindicatos siguen oponiéndose al traspaso de Rodalies a la Generalitat. A las protestas se unen otras incidencias: los responsables reconocen que algo no acaba de funcionar bien en este tramo de vía. Algo que provoca averías y retrasos. Para acabar de complicar la situación, la línea R3 que une la parte norte de Cataluña entre l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y la Tor de Querol (en Francia) está cortada desde el martes después de que un tren chocara con una piedra de grandes dimensiones que se había desprendido por la ladera en Ribes de Freser (Girona). Ante semejante caos, la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, se ha reunido este miércoles con Renfe y Adif para intentar poner remedio al desaguisado ferroviario lo antes posible.
El servicio ferroviario entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders se reabrió el lunes por la tarde tras cinco meses interrumpido por las obras en el túnel de Roda de Berà. La propia consejera Paneque fue la encargada, el lunes, de dar por concluido el corte ferroviario subiendo al tren de la R17 que debía salir de Tarragona a las 14.55. Salió con nueve minutos de retraso y llegó 50 minutos más tarde de lo que tenía previsto. El tren que debía cubrir el mismo trayecto justo después ya salió 30 minutos más tarde. Desde entonces no se ha recuperado la normalidad y, fuentes de la línea férrea, aseguran que quizás no se recupera hasta el mes de mayo.
Con semejante caos sobre la mesa, Paneque ha convocado este miércoles una reunión en la estación de Sants. En el encuentro han participado el director de Rodalies, Antonio Carmona, el director adjunto de la zona este de Adif, Àngel Contreras y el secretario de Movilidad, Manel Nadal. La consejera ha reconocido que el restablecimiento del servicio en la zona después de meses cortado por obras de mejora “no es el adecuado” y se ha comprometido a mantener reuniones diarias hasta conseguir que se normalice el servicio. Unas reuniones que, según la propia consejera, se realizarán a primera hora de cada día y sentarán en la misma mesa a la propia Paneque junto con representantes del Ministerio de Transportes, de Renfe y de Adif. “Estas reuniones servirán para determinar las causas de ese servicio inadecuado para corregirlo”, ha alertado la consejera.
Paneque ha denunciado que la red ferroviaria está sufriendo las consecuencias de años de “abandono y desinversión” y será necesario mucho “trabajo y esfuerzo” para revertir el problema. Además, la consejera ha pedido comparecer en el Parlament de Catalunya para explicar los detalles sobre cómo está la finalización de esta obra, qué incidencias se han producido al inicio y las medidas llevadas a cabo para restablecer el servicio.
En cuanto a la línea R3 de Rodalies, el incidente con la piedra ha dejado impracticable parte de la vía por lo que el trayecto ferroviario se hace con normalidad de l’Hospitalet hasta Ribes de Freser y una vez allí se ha habilitado un servicio de autobús para llevar a los pasajeros a sus posibles destinos: Planoles, Toses, la Molina, Urtx-Alp, Puigcerdà y la Tor de Querol. Adif sigue trabajando en intentar retirar la piedra, pero no hay todavía una previsión de cuándo se puede restablecer la circulación en este tramo final de la línea, al que llegan siete trenes diarios.