En pleno verano y en temporada alta de ferias y fiestas locales en las que se incrementa el consumo de alcohol, la Guardia Civil está llevando a cabo batidas en almacenes y puntos de ventas. En los últimos días, los agentes han intervenido miles de litros de botellas de ron mal etiquetadas en dos inspecciones llevadas a cabo en sendos polígonos industriales. Según confirman fuentes policiales, el valor de lo intervenido habría superado en el mercado los 200.000 euros.
Todas las botellas requisadas venían etiquetadas con el nombre de la popular marca de ron Barceló en dos versiones: ‘Añejo’ e ‘Imperial’. La primera de las intervenciones se llevó a cabo hace más de una semana en un almacén que está dentro del polígono Aerópolis de La Rinconada. Allí lo agentes contabilizaron 10.656 botellas con etiquetas falsificadas. El almacén es de una empresa sevillana suministradora de bebidas espirituosas que se promociona como una gran especialista en conseguir stock de marcas cuando existe más demanda y el mercado presenta más dificultades.
La segunda actuación de los agentes la realizaron pocos días después en otro polígono industrial, en este caso de Dos Hermanas. La Guardia Civil inspeccionó un supermercado que hay en el polígono Ciudad Blanca y allí detectó 2.269 botellas falsificadas de ron Barceló añejo. El establecimiento es de una empresa sevillana que tiene allí mismo su sede social. El valor de la mercancía falsificada en ambas actuaciones supera los 200.000 euros.
La Guardia Civil ha denunciado a los responsables de la dos empresas que van a ser citados en calidad de investigados por delitos contra la propiedad intelectual e industrial y otro por falsificación de documento público. En principio las botellas intervenidas no contendrían alcohol que supusiera un riesgo por la salud pública. Si bien, como detallan fuentes próximas al caso, la falsificación de un etiquetado y hacer pasar un producto por una marca que no es, es un fraude para el consumidor que en el caso de las bebidas alcohólicas suele demandar un tipo muy concreto de producto. Además de que con esa falsificación el producto pierde las garantías de trazabilidad que tiene una marca que se somete a los controles del mercado.
Redes de distribución nacional
Ron Barceló, como marca afectada, ya había sido epicentro de otras operaciones de la Guardia Civil en Andalucía donde se ha llegado a destapar toda una red de importación y distribución a nivel nacional junto a otras conocidas marcas. La operación se inició en 2019 cuando, como ha ocurrido en esta ocasión en Sevilla, los agentes detectaron una partida importante de botellas falsificadas en un establecimiento de venta al por mayor. Ése fue el primer hilo del que empezaron a tirar hasta que dos años después daban por cerrada la investigación que había sacado a la luz un complejo entramado empresarial que estaba obteniendo importantes réditos comerciales con la venta de alcohol falsificado.
Este producto suele viajar por distintos países que complica aún más hacer el seguimiento de la trazabilidad del producto. En la operación bautizada ‘Hitsmo’, los investigadores confirmaron que el licor se producía en la República Dominicana, después lo embotellaban en Honduras y finalmente les colocaban etiquetas falsificadas en China. En España el género llegaba procedente de depósitos fiscales ubicados en los Países Bajos, y una vez aquí se comercializaba a través de distribuidoras españolas. En aquella ocasión, la Guardia Civil actuó contra 21 empresas, varias de las cuales tenían su sede social en Sevilla.
En 2020, un año antes de conocerse los detalles de este operativo desplegado en Andalucía, la Oficina Europea Antifraude (OLAF), con ayuda de las autoridades aduaneras holandesas, paralizaba la salida con destino a España de 147.000 botellas de alcohol falsificado. Un operación que se llevó a cabo dos días antes de la Navidad cuando se produce uno de los picos más elevados de demanda internacional de bebidas espirituosas.
El sector de fabricación español pierde al año 263 millones de euros por culpa de estas falsificaciones
Según cifras hechas públicas por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), las empresas de la UE pierden en torno a los 1.300 millones de euros al año por este tipo de falsificaciones. El 4,4 % de las ventas legítimas de bebidas espirituosas y el 2,3 % de vinos dejan de hacerse anualmente.
Estas pérdidas de ventas se traducen en la destrucción de 4.800 puestos de trabajo directos de los sectores afectados por estas falsificaciones. Además, se calcula que, en la UE, estos productos falsificados han generado pérdidas de 1.200 millones de euros en ingresos fiscales. Según un informe de la Euipo, el sector español de fabricación pierde anualmente 263 millones de euros como resultado de las falsificaciones.
Fuentes de de la investigación explican además a ABC que estas falsificaciones tiene una rápida introducción en el mercado y son muy difíciles de detectar por el consumidor, que es el otro gran afectado en este tipo de fraude.