Tal dÃa como hoy, en el cierre de campaña de las elecciones gallegas de 2016, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) vivÃa un infierno. Los sondeos internos le daban como máximo un escaño, con la posibilidad de quedarse fuera del Parlamento gallego sepultando asà casi 35 años de historia. Los pronósticos fallaron y logró seis diputados. Ocho años después, con la misma candidata, Ana Pontón, y el mismo equipo, la demoscopia los sitúa a las puertas del cielo, disputándole al PP la presidencia de la Xunta por un puñado de papeletas. âNo son solo las encuestasâ, apunta un colaborador de Pontón que también sufrió aquella campaña tan distinta de 2016, ânotamos una potente pulsión de cambio en la calleâ.
El resultado se prevé ajustado y la supervivencia del PP en el poder dependerá, auguran fuentes nacionalistas, de que esa movilización de la izquierda se traduzca en escaños y la división de las opciones no deje fuera un porcentaje de papeletas significativo. Los primeros indicios apuntan a un aumento de la participación. Casi 59.000 gallegos han emitido su voto por correo, lo que supone un 37% más que en los comicios de 2016, los últimos con los que el dato es comparable, ya que la cifra de 2020 fue mucho mayor porque las elecciones se celebraron en plena pandemia.
Los populares llegan al final de la campaña inquietos, con sus sondeos internos a la baja pero intentando transmitir públicamente confianza en la victoria. En este escenario de incertidumbre, el Gobierno que preside en funciones Alfonso Rueda ha realizado polémicos movimientos a dos dÃas de las votaciones. A través de mensajes en los teléfonos móviles de los beneficiarios, la Xunta ha informado a los mariscadores del pago de las ayudas por la caÃda de capturas de los últimos meses y ha comunicado a los trabajadores de la sanidad pública la ejecución de una subida salarial pactada hace tiempo. El comportamiento del Ejecutivo del PP ha sido denunciado ante la Junta Electoral. â¡El voto de los gallegos no está en venta!â, clamó sobre estas maniobras el candidato socialista José Ramón Besteiro en el mitin de cierre.
Rueda ha cerrado la campaña con el BNG en su diana y apelando a los socialistas que recelen de Pontón para que le den âuna oportunidadâ. En una reunión con su equipo y los interventores del partido, el sucesor de Feijóo expresó su âconvencimientoâ de que este domingo obtendrá âun magnÃfico resultadoâ frente a âun multipartito de izquierdas con muchÃsimas incógnitasâ. Al mismo tiempo, el lÃder de los populares pide ayuda a los simpatizantes del PSOE que âno quieren un gobierno con vÃnculos con el independentismoâ y a los que abandonaron el PP para apoyar a otros partidos como Vox: âLos necesitamos más que nuncaâ. La alerta de Alberto Núñez Feijóo va por el mismo camino: âSolo la división del voto o el exceso de confianza pueden frustrar nuestra ilusiónâ.
âClima de ilusiónâ
El BNG celebra como un paso importante para el cambio que se haya extendido en la izquierda un âclima de ilusiónâ. Fuentes del equipo de Pontón sostienen que el PP de Rueda ha perdido âel aura de imbatibilidadâ que desprendÃa cuando Feijóo era candidato. El video electoral más exitoso del Bloque incide en esa idea de que David puede vencer a Goliat. Los nacionalistas se han afanado en desactivar lo que Pontón califica como âla campaña en Bâ del PP. Asà define ella la propagación del mantra de que derrotar al partido de Rueda en las gallegas es imposible, una maniobra destinada a desmovilizar al electorado que vota por la izquierda en otros comicios. âLa clave es movilización, movilización y movilizaciónâ, proclama Pontón.
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Besteiro ha recorrido 16.000 kilómetros en 15 dÃas. Pide a los gallegos que voten al PSdeG para que el âcambio ilusionanteâ sea âseguroâ y esté en manos de quienes saben âgestionar bienâ. Arropado intensamente durante esta campaña por Pedro Sánchez y sus ministros socialistas, Besteiro apuesta por que âEspaña y Galicia vayan en la misma direcciónâ. Sánchez llama a sus votantes a apoyar a Besteiro para desterrar la maldición de los socialistas en las autonómicas: âEl voto útil del 23-J es el voto útil del 18-Fâ.
La candidata de Sumar, Marta Lois, defiende que su partido, que debuta en unas autonómicas, será âdecisivoâ el domingo porque âestán en juegoâ dos escaños, en las provincias de Pontevedra y de A Coruña, que su organización le puede âarrebatarâ al PP. Yolanda DÃaz pide al electorado progresista que no se quede en casa: âEllos votan todos, los vivos y los muertosâ. Advierte que los populares deben de estar ârealmente malâ si tienen que traer de apoyo a Isabel DÃaz Ayuso.
Vox, con Ãlvaro DÃaz-Mella como cabeza de cartel, se ha volcado en la recta final en disputarle al PP el favor de los votantes de derechas de la única comunidad que hasta ahora se le ha resistido en España. El partido ultraderechista tacha de âmanipulación y mentiraâ la apelación de Rueda al âvoto útilâ para frenar al BNG. âNo hay mayor voto útil que votar a Vox, que es quien se está disputando los últimos escaños con la izquierda y los separatistasâ, señala su secretario general, Ignacio Garriga. Podemos, que se estrena en solitario en unas elecciones gallegas, afronta el reto de darle la vuelta a los sondeos, ya que ninguno de ellos le da opciones a la formación de Ione Belarra de entrar en el Parlamento gallego. La candidatura de Isabel Faraldo defiende que su proyecto es el único âverdaderamente transformadorâ y asegura que con sus propuestas âel señor Amancio Ortega está más preocupadoâ.
Ourense vive las elecciones más extrañas de su historia. Una campaña en Carnaval, su fiesta grande, sin la maquinaria de la familia Baltar cosechando votos para el PP, con el regreso del voto emigrante que en esta provincia alcanza el 25% del censo y con la incógnita de Democracia Ourensana (DO). El partido de Gonzalo Pérez Jácome se presenta a las autonómicas en su mejor momento, después de haber sido la fuerza más votada en las municipales, y las encuestas les dan opciones de entrar en el Parlamento gallego.
DO concurre a las urnas sin programa ni campaña. Jácome ha reconocido que su única propuesta electoral es en realidad una demanda: más inversiones de la Xunta en la provincia de Ourense. Su objetivo es sentarse en el hemiciclo para ser llave de gobierno. No ha aclarado si salvarÃa a Rueda o propiciarÃa un cambio, pero hasta ahora los únicos pactos de este polÃtico populista que dice no creer en el eje ideológico derecha-izquierda han sido para apuntalar en el poder a los populares. Jácome no ha hecho prácticamente campaña porque el vibrante Carnaval ourensano le ha puesto en bandeja su mejor arma: el espectáculo. Se ha vestido de astronauta o superhéroe y se ha subido al escenario instalado en la Praza Maior de Ourense por el Ayuntamiento que él dirige para prometer más fiesta y diversión a una multitud enfervorizada de jóvenes.
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