La jueza del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid ha fechado a partir del 8 de enero la resolución sobre la causa que investiga la muerte de Esther López en Traspinedo (Valladolid) el 13 de enero de 2022. La magistrada ha atendido este viernes a las partes del caso y ha determinado en esa fecha el futuro de este procedimiento. Entonces se conocerá si se establece un juicio, con jurado popular, para determinar el grado de implicación del sospechoso, Óscar Sanz, en este fallecimiento, si permite nuevas aportaciones o si archiva la causa. La acusación particular pide asesinato, entre otros delitos; la Fiscalía, homicidio; y la defensa, el sobreseimiento del proceso. El hombre sigue en libertad y, si en enero se acuerda el juicio, la acusación reclamará para él prisión provisional.
La vista se ha celebrado en los juzgados vallisoletanos con una amplia presencia de familiares, amigos y allegados de López, que tenía 35 años en el momento de su muerte. La concentración, bajo el lema “Justicia para Esther”, ha cargado contra el señalado, única persona en el foco de la investigación por su implicación con los acontecimientos. Los gritos de los presentes, a varios metros de la puerta del edificio institucional, se escuchaban en la sala donde transcurría la citación, según fuentes presentes en el juzgado. Las posturas esgrimidas han sido las mismas que las planteadas durante los casi tres años que lleva estudiándose este caso, especialmente desde que Sanz quedó señalado como posible responsable de la muerte de su amiga. La acusación particular lo considera un asesinato, entre delitos como omisión de deber de socorro o retención ilegal. La Fiscalía lo cree un homicidio y la defensa del hombre reclama el sobreseimiento y nulidad de culpabilidad para su cliente.
Las estrategias mantienen asimismo su línea reciente, particularmente por parte de la abogada de Sanz. Esta ha instado a la incorporación a la causa de unos vídeos aportados por unos conductores según los cuales quedaría demostrado, contra todos los argumentos de los cuerpos de élite de la Guardia Civil, que el cadáver de López no estuvo en la cuneta donde fue localizada las tres semanas que transcurrieron entre su desaparición y su hallazgo. Los familiares de la víctima insisten en que el cuerpo no se encontraba en un lugar visible y que la secuencia grabada tampoco ofrece certezas sobre esa teoría. EL PAÍS ha accedido a ese vídeo, tomado desde un coche, y apenas se ve el lugar, tapado por vegetación, donde se descubrieron los restos. El abogado de la hermana de López, personada en el caso, ha criticado la estrategia del sospechoso y ha recordado que en los últimos meses han solicitado nuevas testificales, aportado diversas pruebas, para ellos de poco empaque, y “dilatado” tiempos para alargar el desarrollo: “Es un sinsentido completo”.
La defensora de Sanz ha reclamado ahora, muchos meses después del inicio del caso, que declaren todos los agentes que peinaron la zona de Traspinedo y los vídeos de los drones de la Guardia Civil. La representante legal del hombre insiste en archivar la causa e insiste en que “no hay indicios” que lo culpabilicen. De momento, el acusado sigue en libertad a la espera de la resolución posterior al 8 de enero, cuando si la jueza determina que se debe convocar juicio. La acusación particular pedirá la prisión provisional por entender que podría elevarse el riesgo de fuga.
La hermana de Esther López, Inés, ha atendido a los medios y ha expuesto la desazón y la frustración de tanto tiempo esperando una resolución judicial. “Son tres años de una lucha infernal, no se lo deseo a nadie. Esperamos que las medidas cautelares cambien y que [el acusado] no duerma en casa”, ha incidido Inés López, satisfecha con el reciente cambio de magistrada en el Juzgado de Instrucción 5, tras haberse “llevado las manos a la cabeza dos veces” por las decisiones de la anterior jueza, a quien las acusaciones han reprobado tibieza durante la instrucción. Fuentes cercanas al proceso destacan de la nueva magistrada que maneja amplios conocimientos tecnológicos y de su papel en la justicia y que, de este modo, puede valorar más los informes de la Unidad Central Operativa (UCO), que apuntan a Sanz conforme a sus movimientos de aquella noche, registrados por antenas y operadores de telefonía móvil. López ha tildado de “trabajo fabuloso” el desempeño de los investigadores y define como “ridícula” la actitud defensiva de Sanz. “Mejor para nosotros”, al percibir que se centran más en desmontar las pesquisas policiales que en acreditar la inocencia de su defendido. “Merecemos coger un poco más de aire del que nos dejan”, ha finalizado, en alusión al empeño de la familia por el avance de la causa y que se celebre un potencial juicio.
La fallecida fue vista viva por última vez la noche del 13 de enero de 2022, cuando estuvo con varios amigos hasta quedarse a solas con Óscar Sanz, con quien guardaba buena relación. Este asegura que iban juntos en coche y que la dejó, por la noche invernal y bajo los efectos de sustancias estupefacientes, en un paraje junto a una carretera de Traspinedo. Después, supuestamente, habría sido atropellada. La teoría policial establece que pasaron juntos varias horas y que, por motivos desconocidos, la arrolló intencionadamente con su coche, junto a su casa, para después dejarla a la intemperie, con resultado mortal, y posteriormente trasladar y depositar su cadáver en una cuneta en la vía de acceso al pueblo. El cuerpo estuvo ilocalizado hasta el 5 de febrero de 2022, cuando un hombre lo halló en un punto escasamente visible y comenzó una investigación aún por resolver.