Melania Trump se ha convertido, de nuevo, en primera dama. La mujer de Donald Trump vuelve a ocupar el cargo que dejó hace cuatro años y lo hace con el mismo halo de misterio del que ha presumido siempre. Este lunes se celebró la toma de posesión de Trump, en el que Melania fue una de las grandes protagonistas por su beso-no beso con el recién elegido presidente y por el look escogido, en el que el protagonismo ha sido un impresionante sombrero con el que ha tapado parte de su rostro. Esto ha hecho que haya sido muy complicado poder comprender su estado de ánimo, unas sensaciones que, en todo este tiempo, ha preferido mantener en un segundo plano.
Lo cierto es que los looks elegidos por la primera dama siempre han sido de lo más comentado. A pesar de que su elección no es nunca nada fácil. Debido a la controvertida posición de su marido son muchos los diseñadores que se oponen a vestir a Melania. Es por eso por lo que la mujer de Donald Trump suele decantarse por diseñadores independientes e, incluso, por su propio estilista, que es quien le hace sus propios modelitos. Para la investidura, la primera dama ha elegido un conjunto de abrigo y falda de Adam Lippes. Y hace unos días se dejó ver la hija de Trump, Ivanka, con un espectacular vestido de Óscar de la Renta. Durante su primer mandado, además, Melania se decantó por firmas europeas com Dolce & Gabbana, Alexander McQueen o Michael Kors. Además de Ralph Lauren, con quien Trump ha estado colaborando en los últimos tiempos.
Los diseñadores que se niegan a vestir a Melania Trump
Sí que es cierto que Melania nunca ha escondido su pasión por la moda. Aún así, su relación ha sido la base de un gran escollo que ha querido siempre rodear y que, en la mayoría de ocasiones, no ha sido nada fácil. En su libro de memorias Melania, la mujer de Donald Trump confirmó que le encantaba elegir su propio estilo y combinar distintas prendas para resaltar frente al resto. Todo ha estado ha hecho que encontrar el vestido perfecto para cada ocasión se convierta en misión imposible. Y es que la realidad es que no todo el mundo quiere relacionarse con los ideales del recién estrenado presidente. Algo que, también, ha afectado a su familia.
Hace unos años, la diseñadora francesa Sophie Theallet se negó a vestir a Melania, afirmando que estaban en contra de «la discriminación y los prejuicios». «Hace algunos años me pidieron que la vistiera y me negué. Ella no representa mi imagen», confirmaron. Además, a esta lista se sumaron Marc Jacobs y Phillip Lim. Con una visión muy diferente, Carolina Herrera se posicionó al lado de la segunda dama, afirmando que ella sí que vestiría a Melania Trump. «Claro que lo haría. Como la primera dama de este país, por supuesto que la vestiría. Es un honor vestir a las primeras damas de este país y es algo que hay que hacer por los Estados Unidos. No es por mí, es para el público», comentó la diseñadora. Una posición que han seguido Tommy Hilfiger y Diana Von Fustenberg.
La lista de los que dicen que ‘sí’
Ambos han confirmado que Melania es «una mujer hermosa», apuntando que «cualquier diseñador debería estar orgulloso de vestirla». En la lista de los ‘noes’, la primera dama de Estados Unidos tiene que hacer frente a la negativa de los diseñadores Viktor & Rolf, quienes no tienen en «su ambición» vestir a Melania Trump. También, a esta lista se han adherido en los últimos tiempos otros nombres propios como el de Jason Wu, Vera Wang, Joseph Altuzarra, Donna Karan, Calvin Klein o Georgina Chapman. Fue el diseñador Marc Jacobs quien, hace un tiempo, confesó que «personalmente» prefería dedicar su energía a «aquellos que serán víctimas de Trump y de sus seguidores». En el caso de Tom Ford, el diseñador apuntó que la problemática no estaba tanto con sus ideales, sino en un acuerdo económico. «Hace unos cuantos años me pidieron que la vistiera y decliné. Ella no es mi imagen», contó.
Aunque eso sí, a pesar de que Melania sepa perfectamente que hay ciertos diseñadores que se oponen a vestirla, ella sigue actuando de forma independiente. Es por eso que, hace un tiempo, para su paso por la Asamblea de la ONU junto a su marido, la primera dama decidió vestir un look de la colección otoño-invierno de Raf Simons para Calvin Klein. En diversas ocasiones, Simons ha expresado su repulsa a las decisiones que toma Trump, por lo que parece ser que a Melania le dio igual llevar esta prenda a pesar de la oposición por parte de su diseñador. Para aquellas ocasiones en las que no encuentra qué ponerse es su estilista, Hervé Pierre, quien le conforma sus propios vestidos.