El PSOE e IU redoblan su presión sobre la Diputación para que el agua potable regrese de inmediato a los hogares del Norte de la provincia tras el giro inesperado de los acontecimientos que dejó la borrasca Nelson. En Los Pedroches y el Guadiato llevan ya casi un año sin poder beber del grifo de sus casas. Pero la Junta, que es responsable de declarar apto el líquido elemento para el consumo humano, ya ha advertido de que no es tan sencillo como girar una llave de paso.
Lo primero hay que recordar el contexto, que obvian las dos fuerzas de izquierdas. Los 80.000 habitantes de la zona septentrional llevan sin agua potable desde el 17 de abril de 2023, cuando la Junta determinó que no era apta para el consumo humano la procedente de La Colada. El Gobierno central había conectado con unas obras de emergencia ese pantano con el de Sierra Boyera, el que nutre al Norte y que acabó secándose. El Gobierno regional informó de que el agua de La Colada no se podía consumir porque la presencia del carbono orgánico total (COT) sobrepasaba lo permitido normativamente.
La Diputación (responsable del suministro) empezó unas obras, con financiación autonómica, para lograr que el agua se pueda beber en las casas de Los Pedroches y Guadiato. Esos trabajos deben permitir que el líquido elemento vuelva a ser potable este mes. Pero en Semana Santa la borrasca Nelson inesperedamante volvió a llenar Sierra Boyera -a la fecha de ayer estaba al 74,5% de su capacidad-.
Sin embargo, el regreso del agua apta para el consumo humano a los grifos no es tan sencillo. El delegado del Gobierno, Adolfo Molina, recordaba ayer, en declaraciones a ABC, que hay una legislación que fija cómo debe ser el agua que consumimos en casa y cómo se debe recuperar el servicio tras cortarse por no estar en condiciones óptimas para el consumo humano. Esta cuestión está afectada por normativa nacional (real decreto 3/2023) y autonómica (decreto 70/2009).
Sin fecha oficial aún
En este último, se establece que se determinara la vuelta a la normalidad una vez se subsane la causa de la situación de alerta y se compruebe la conformidad de los valores afectados en el agua de acuerdo a la normativa estatal «en tres muestras consecutivas tomadas con la frecuencia» que fije la Delegación Provincial de la Consejería de Salud. A esta triple comprobación ineludible se han referido esta semana tanto el delegado del Gobierno como la consejera de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo. «Los análisis tienen que dar positivo una vez; debe pasar un tiempo y dar otra vez bien y ha de pasar otro plazo y ser de nuevo positivos para que podamos decir con toda la seguridad que el agua es potable», explicó Molina. El tiempo que ha de pasar entre unos tests y otros no se ha divulgado aún.
Advirtió de que las pruebas sobre el estado del líquido elemento hay que realizarlas antes de que entre a la depuradora de Sierra Boyera; tras salir de ella y cuando llega a los municipios. «Los análisis nunca se han dejado de hacer. Se realizan de forma continúa», matizó, para añadir que «hay que medir la situación del agua también en los grifos de diferentes municipios. Y hablamos de una red de 300 kilómetros de tuberías», donde tiene que haber tres positivos seguidos en los análisis.
A todo esto hay que sumar que, tal y como indicó el delegado del Gobierno, hay un paso más a dar. Hay que recordar que el líquido elemento ha seguido llegando con los excesivos niveles de COT a los hogares -sí se puede usar para la limpieza o el aseo personal-. Con lo que, dijo Molina, «hay que limpiar las tuberías y los depósitos municipales». «Eso tampoco es algo inmediato. El agua de Sierra Boyera debe ir llegando y limpiando la anterior que había en las tuberías. Las cosas se están haciendo bien», recalcó.
Cuando la consejera de Desarrollo Sostenible fue interrogada este martes por cuándo podrían volver a beber del grifo los 80.000 habitantes del Norte de la provincia, se curó en salud: «No me atrevo dar una fecha». Eso sí, apuntó que la idea de la Junta es que «en estas dos semanas se puedan tener todos los análisis hechos y en ese tiempo pueda entrar el agua en las tuberías, donde ahora está la no apta».