Pedro Piqueras visita por primera vez El hormiguero esta noche de miércoles. El presentador de informativos regresa a su casa de Atresmedia veinte años después de su salida de los informativos de Antena 3. Nunca antes había visitado el programa de Pablo Motos y esta noche ha encontrado la ocasión perfecta para su debut. Este 2 de abril sale en librerías su nueva obra, Cuando ya nada es urgente: Llegar, estar y saber irse. En ella habla de sus cuatro décadas al frente de la información en RTVE, la mencionada cadena naranja y su última etapa en Telecinco. De todo esto hablará esta noche con las hormigas, además de comentar la actualidad política y la labor de los medios en la era de las redes sociales.
https://twitter.com/El_Hormiguero/status/1907330911143956909
El periodista, de 69 años y nacido en Albacete, ha dedicado toda su trayectoria profesional a la información en televisión. Ha estado 51 años al frente de los programas más prestigiosos de las cadenas españolas, 18 de ellos como director de los informativos de Telecinco. A pesar de esta exposición inusual, Piqueras ha mantenido un perfil bajo todos estos años en favor de su familia. «No es que no quiera que nadie sepa nada, pero intento proteger a las personas que están conmigo. Hemos establecido ese tipo de muro», confesó hace un año durante su participación en Planeta Calleja. Muchos detalles de su vida personal son un misterio, pero en esta nueva etapa de retiro han trascendido algunos como quién ocupa su corazón.
La exmujer de Pedro Piqueras
Desde su jubilación definitiva, a finales de 2023, Pedro Piqueras ha dedicado sus días a llevar una «jubilación activa». Sus principales focos son la escritura y a ver crecer a su hijo, Curro. El único hijo del presentador tiene 40 años y es su nuevo amigo desde que tiene más tiempo para su vida personal. Piqueras se convirtió en padre gracias a su primer matrimonio, junto con una mujer llamada Ana. Se casaron tres años antes de comenzar su carrera en TVE, esto es, en los años 70. Fue la única vez que pasó por el altar, aunque después de su discreto divorcio volvería a encontrar el amor en otra mujer.
La actual pareja del periodista es Esther Barriga. Con ella también sigue la estela de la discreción, salvo contadas ocasiones en que ha desvelado pistas sobre su relación. En la mencionada entrevista con Calleja, confesó que «Yo estuve casado -se refería a Ana, la madre de su hijo curro-, y ahora tengo otro tipo de relación no matrimonial». Esther es la compañera de vida de Piqueras, aunque no estemos acostumbrados a la dinámica que llevan. «A mis amigos tampoco los conoce nadie, hablo de mis amigos de Albacete de toda la vida. A ellos ni les importa si soy o no conocido, si tengo un trabajo público o no público y hablamos de las mismas chorradas de siempre», confesaba sobre los otros puntos de su privacidad.
Quién es su mujer, Esther Barriga
De Esther se conoce lo poco que ella hace púbico en su cuenta de LinkedIn. Otros medios como El debate, recogen que se licenció en farmacia por la Universidad Complutense de Madrid en 1997. 15 años más tarde regresó a sus estudios, de veterinaria en la Universidad Alfonso X el Sabio. Habría desarrollado una sólida trayectoria profesional en la investigación clínica y la gestión de estudios en su ámbito de conocimiento. Desde 2017 trabajaría como manager -gestora- de la clínica Quintiles IMS, un puesto que mantuvo hasta 2021. En la actualidad ostenta el cargo de gestora principal de pruebas clínicas de PPD, una empresa que lidera el marcado de la investigación científica.
Otra curiosidad de la ‘mujer’ de Pedro Piqueras es que maneja el inglés a un nivel profesional. En su trabajo con clientes internacionales es necesario controlar el vocabulario técnico y práctico, aunque luego en casa Pedro no tenga fama de políglota. La pareja vive en una casa a las afueras de Madrid, en Las Rozas. La propiedad es una villa amplia, cargada de estanterías con libros, y con un espacio exclusivo para desarrollar su pasión por la música. La pareja disfruta de estar cerca del campo, para dar paseos y descansar del ajetreo de la ciudad. Les acompañan sus perritas Belina y Onara, a las que Pedro adoptó cuando tenían «7 y 9 años de edad» después «de cumplir perfectamente su trabajo como perros guía».
