La ‘niña lobo’ de Coín tiene alguna especie de trastorno madurativo o mental. Los informes remitidos por Suiza reseñaban que la adolescente tiene una capacidad intelectual niña muy pequeña. Los doctores explican que puede estar motivado por su desconexión con el mundo, al estar tanto tiempo viviendo fuera de la sociedad. No sabía ni las normas sociales más básicas de interactuación, ni sabía como cruzar la calle de una ciudad o como comportarse en un comedor. Escenas que parecían sacadas de ‘El libro de la selva’, cuando Mowgli llega a la civilización.
Por esto, las autoridades suizas incidían en la necesidad de protección cuando fuera hallada. Una protección que debía ser «extrema» hasta que regresara a su país. Sus otras hermanas ya son mayores de edad, pero a esta le quedaban unos meses. De no haber sido hallada en Coín su situación hubiera sido más complicada. Ya que para repatriarla habría que haberla inhabilitado.
Fue una patrulla de la Policía Local de Coín (Málaga) la que se percató del coche en estado abandono, sucio y con una rueda pinchada en parking del centro comercial de La Trocha. Había algo inusual. Por eso, los agentes se acercaron y allí vieron al propietario, que estaba sucio, con aspecto desaliñado, con pinta de dormir en el vehículo y vivir en la calle.
Allí mismo y cabizbaja, rechazando el contacto visual con los agentes, con una timidez extrema, había una adolescente. Estaba en el mismo estado. Su ropa estaba sucia, su aspecto era desaliñado y con falta de higiene. No parecía que vivía en las mejores condiciones. Los agentes pidieron la documentación de los dos al padre para comprobarla. Revisaron la filiación y saltó la alerta.
Enfermedad mental
La menor estaba buscada por Suiza. Según el aviso, había sido secuestrada por su padre años atrás y criada durante oculta en los bosques. Sin conexión con la sociedad durante años. No tenía asistencia sanitaria, ni estaba escolarizada ni cartilla de vacunación. En los últimos había sido un fantasma, que había reaparecido de forma fortuita en el parking de aquel centro comercial.
La alerta relataba que estaba en una situación de «peligro grave» y que debía permanecer en un lugar seguro por alto riesgo de fuga, en este caso inducida por el padre. Las autoridades suizas, que eran las que habían emitido la alerta, requerían al país donde fuese localizada que adoptara las medidas de precaución necesarias y que mantuviera a la adolescente bajo la custodia provisional del Servicio de Protección de Menores para impedirle continuar el viaje.
La nota policial resaltaba el «alto riesgo de secuestro» por parte del padre, al que consideran «un peligro» para la menor. La menor ya estuvo bajo la tutela del Gobierno suizo, pero el padre logró huir con su hija y abandonar el país. La familia siempre había estado en una situación de precariedad.
La información evaluada por la Guardia Civil explica que la madre llevaba seis años sin ver a sus hijas. Ambos progenitores sufrirían problemas psíquicos. Alguna enfermedad mental que hacía a las niñas «especialmente vulnerables».