Home » La otra cara de la desigualdad

La otra cara de la desigualdad

by Marko Florentino
0 comments


Durante décadas, el feminismo en España desempeñó un papel histórico y necesario para derribar las barreras que enfrentaban las mujeres. Su impacto es innegable: la brecha salarial, que hace 25 años rondaba el 20%, hoy se ha reducido al 6%. El progreso es evidente, y la sociedad ha aprendido a identificar y corregir las injusticias de género.

Sin embargo, en el camino hacia la igualdad, los datos actuales nos presentan una realidad paradójica. Mientras que la atención pública se centra en las desigualdades persistentes que afectan a las mujeres, múltiples indicadores sociales revelan que son ahora los hombres quienes muestran las cifras más preocupantes. La pregunta que debemos hacernos es: ¿estamos dispuestos a aplicar los mismos principios de justicia social para abordar esta nueva crisis?

Las estadísticas educativas españolas son un claro ejemplo de esta tendencia. En 2024, la tasa de abandono educativo temprano entre hombres de 18 a 24 años fue del 15,8%, mientras que entre las mujeres fue del 10%. Esta diferencia de casi seis puntos porcentuales no es un mero dato: representa a miles de jóvenes que quedan fuera del sistema formativo, limitando gravemente sus perspectivas laborales y vitales desde una edad temprana.

banner

Esta problemática trasciende el ámbito académico. Los datos de suicidio en España son especialmente reveladores de una crisis de salud mental masculina que exige atención urgente. De los 4.118 suicidios registrados en 2023, el 74% correspondieron a hombres, una desproporción de casi tres a uno.

El discurso que condena en lugar de comprender

Un ejemplo ilustrativo de este desequilibrio en la atención pública lo encontramos en las prioridades comunicativas. Mientras que cada feminicidio recibe, justificadamente, una gran atención mediática y declaraciones oficiales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los suicidios masculinos —que representan tres cuartas partes del total y superan en número a los feminicidios por un factor de más de treinta— pasan prácticamente desapercibidos. Otro dato que demuestra la grave crisis que enfrentan los hombres en España es que representan el 92% de toda la población carcelaria.

Resulta paradójico que, mientras estos datos se acumulan, el discurso político dominante haya popularizado conceptos como la «masculinidad tóxica». Este enfoque, sin ofrecer alternativas constructivas, tiende a etiquetar a los hombres como un problema social por defecto. Esta caracterización no solo es injusta para la mayoría que no se ajusta a estos estereotipos, sino que contribuye a invisibilizar una crisis real que afecta precisamente a los más jóvenes y vulnerables.

Las políticas públicas, los programas educativos y las campañas institucionales se han centrado casi exclusivamente en el empoderamiento femenino, dejando un vacío de apoyo específico para los hombres jóvenes que enfrentan dificultades académicas, laborales o de salud mental. Necesitamos entender en profundidad las presiones sociales, económicas y psicológicas que enfrentan: la falta de modelos de rol positivos, la presión por el éxito económico y la ausencia de espacios donde puedan expresar su vulnerabilidad sin ser juzgados.

Ampliar el marco de la igualdad

Reconocer esta realidad no implica minimizar los logros del feminismo. Se trata, más bien, de aplicar la misma metodología que impulsó esas conquistas: identificar los desequilibrios y actuar para corregirlos.

Una sociedad verdaderamente igualitaria debe ser capaz de reconocer que la vulnerabilidad puede cambiar de grupo demográfico según el contexto y el momento histórico. Hoy, los indicadores señalan que los hombres necesitan atención específica en áreas como la retención educativa, la salud mental, la integración social y la prevención de riesgos.

El reto no consiste en desmontar los avances, sino en ampliar el marco de protección social para incluir a todos los grupos vulnerables.

El feminismo nos enseñó que es posible transformar realidades injustas. Aplicar esa misma valentía intelectual y política a la situación actual de los hombres jóvenes no es una traición a los valores igualitarios, sino su expresión más coherente. Los datos están ahí. La pregunta es si actuaremos en consecuencia.



Source link

You may also like

Leave a Comment

NEWS CONEXION puts at your disposal the widest variety of global information with the main media and international information networks that publish all universal events: news, scientific, financial, technological, sports, academic, cultural, artistic, radio TV. In addition, civic citizen journalism, connections for social inclusion, international tourism, agriculture; and beyond what your imagination wants to know

RESIENT

FEATURED

                                                                                                                                                                        2024 Copyright All Right Reserved.  @markoflorentino