El bailaor español Rafael Amargo ha puesto fin a su pesadilla después de que la Audiencia Provincial de Madrid le absolviera hoy de la acusación de vender droga desde su casa, una noticia que el artista ha recibido con tantos nervios como alegría.
El juicio a Rafael Amargo, al productor Eduardo de Santos y al socio Manuel Ángel Batista León se celebró el pasado mes de abril y la Fiscalía pedía para los dos primeros nueve años de cárcel y seis para el tercero. Por el contrario, los acusados defendieron que consumían droga, pero que no vendían, por lo que solicitaron su absolución.
Amargo ha acudido con su abogado a la Audiencia Provincial para conocer la sentencia y ha asegurado, visiblemente excitado, que estaba «contento» y «muy nervioso». Termina así un proceso que le ha consumido y llenado de incertidumbre al tiempo que se le sometía a un juicio público que, según defendía, no era justo.
Al acabar el juicio, tanto el artista y el productor, que estaban en la cárcel desde noviembre porque no cumplieron con la obligación de firmar en el juzgado, quedaron en libertad hasta que se dictase sentencia, que finalmente ha sido favorable a sus intereses.
No se cumplieron las exigencias mínimas
El motivo principal de la absolución, según consta en la sentencia al que ha tenido acceso ABC, es que han quedado anuladas las escuchas y los registros policiales «porque no se cumplieron las exigencias mínimas que dicta la ley» para realizar estos procedimientos.
Rafael Amargo, de 47 años, intentará ahora encauzar una vida sometida en los últimos años a numerosos vaivenes tanto personales como profesionales. Quizá la sentencia le sirva para orientar su destino hacia lugares más fructíferos.