El vale escolar -la ayuda de 100 euros para el material escolar de los alumnos de primaria implementada el año pasado en Cataluña- se aprobó sin el preceptivo informe de impacto económico y social (IIES) y tampoco se ha podido demostrar si ha cumplido los objetivos, porque estos no estaban definidos con claridad. Son las principales conclusiones del informe realizado por la Sindicatura de Cuentas sobre esta ayuda, una de las medidas estrella del anterior Govern de Pere Aragonès, aprobada el año pasado para paliar los efectos de la inflación en la economía de las familias, y que tuvo un coste de 44 millones.
La Sindicatura de cuentas, en su informe 10/2024, es bastante contundente a la hora de analizar los objetivos y utilidad de la ayuda y concluye que “no se realizó un análisis adecuado de las necesidades que originaron la medida ni de las alternativas posibles”. El ente fiscalizador se basa en hechos como que, antes de aprobar el vale, no se presentó el informe de impacto económico y social, un documento obligatorio y que sirve para que el Gobierno tenga medidas alternativas y decida cuál es la más adecuada según sus costes y beneficios. “Su omisión supone un incumplimiento normativo”, afea la Sindicatura.
El IIES se aprobó después que finalizara la medida, abunda el informe del ente, pero “no aporta una justificación válida a la medida implementada, en términos de logro de objetivos y su coste”. La Sindicatura también critica que no se justifica por qué el vale solo llegó a los alumnos de primaria y por qué tenía un carácter universal, de manera que las familias sin problemas económicos también se pudieron beneficiar, “lo cual no contribuye a favorecer una mayor equidad entre los alumnos”, asevera el informe. Asimismo, el análisis del ente concluye que “no se ha podido comprobar el cumplimiento de los objetivos de la medida, ya que estos estaban definidos en términos muy generales” y no se concretaron indicadores o valores a los que llegar.
El informe destaca también que el vale escolar no contaba con partida presupuestaria en 2023 y que para implantarla se hicieron dos transferencias de crédito al programa Administración de finanzas de la Generalitat. La Sindicatura considera que la partida tenía que haber sido incluida con las becas al estudio, del Departamento de Educación (la ayuda está gestionada por Economía).
Por otra parte, el ente concluye que la implementación de la medida fue “adecuada”, pero puntualiza que la lista de productos en los que se podía usar el vale era “poco concreta y podía dar lugar a interpretaciones erróneas”. También destaca que hubo “una elevada concentración” en cuanto a los establecimientos beneficiados, ya que seis empresas coparon el 48% de los vales. De hecho, encabeza la lista Abacus, que validó el 32% de los cheques, según avanzó este diario en abril.
El vale escolar se ha reeditado este año, pero con ciertas modificaciones. Esta vez tiene un valor de 60€ y se ha ampliado a los alumnos de secundaria, aunque sigue incluyendo la concertada. En este sentido, la Sindicatura también reprocha que se le haya dado continuidad a la medida “en situación de prórroga presupuestaria, en un contexto de moderación de la inflación y sin haber evaluado los efectos de la primera edición”.
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