Ha cambiado la forma de trabajar en algunas compañías, en otras, directamente, ha cambiado de arriba a abajo la cultura empresarial. Ha puesto el foco en la cadena de proveedores y hasta ha hecho que se mire con lupa la huella que la actividad deja sobre la tierra y en el aire. Son solo tres letras E, S y G y ahora llega a la nómina de los altos directivos y hasta algunos se plantean llevarlas a las nóminas de sus trabajadores.
Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) son «un área absolutamente prioritaria para las empresas del Ibex», asegura Jaime Silos, director de desarrollo corporativo de Forética. Lo es por dos razones: por regulación y por negocio. «Los inversores pagan una prima del 11% a la hora de invertir en compañías con mayor solvencia en sostenibilidad a nivel mundial. En la bolsa europea esta prima roza el 25%. Son motivos de peso para que precisamente las compañías afronten este tema de manera prioritaria», concreta Silos.
Casi todo el Ibex, el 97% o lo que es lo mismo 34 de 35 empresas vinculan el salario de sus máximos dirigentes a criterios de sostenibilidad. «España se ha puesto a la cabeza en esta materia», responde Mónica San Nicolás, directora de compensación general de consejeros y de directivos de KPMG Abogados.
Todo el selectivo español, a excepción de Solaria. «Es un indicador claro de que la sostenibilidad ya no es simplemente una tendencia, sino una parte arraigada en la gestión corporativa en España», apunta Cristina Sánchez, CEO del Pacto Mundial de la ONU España, a través de un comunicado.
Un brindis al sol para algunos
Sin embargo, estos bonus ESG son más o menos flexibles y más o menos cuantiosos. «Creo que las empresas están siendo prudentes en este aspecto», destaca San Nicolás. «No tenemos ningún histórico sobre este tipo de variable», afirma. El peso de estos variables a corto plazo varían entre un 10%-20%, hasta el 50% que ofrece Endesa a sus más altos directivos. «El peso de esta retribución en promedio se encuentra en torno al 15% del paquete variable y en algunos casos supone el 30% del bonus que perciben los directivos», cuantifica Silos. Pero no sobre el total. «El peso sobre la remuneración variable total es más baja», revela el directiva de KPMG Abogados.
Los criterios para aumentar el montante anual de los jefes del Ibex 35 van más allá de la sostenibilidad y se mezclan con la consecución de otros objetivos: aumento de número de clientes, un determinado porcentaje de crecimiento del Ebitda o, incluso el buen desempeño de la acción en el parqué bursátil. ¿Los criterios sostenibles? Giran en torno a tres letras E, S y G. «Realmente no es una sola métrica, dentro podemos llegar a observar decenas de criterios», destaca San Nicolás.
Según los datos de Forética, «el mayor peso lo tienen los factores ambientales». La reducción de las emisiones de CO2 son uno de los baremos con mayor presencia en estos bonus sostenibles para los altos directivos. «Esto tiene una explicación», asegura el director de desarrollo corporativo de Forética. Las variables ambientales, especialmente las emisiones, son medibles y objetivas; «además suelen tener un impacto directo en la cuenta de resultados», detalla Silos.
Las variables sociales, por su parte, son más difíciles de medir y no siempre son fácilmente trasladables a la cuenta de resultados, lo que las hace menos preferibles de cara al diseño de sistemas de incentivos. «Son un compendio de medidas y es difícil especificarlas y algunas comprenden entre 12 o 13 métricas», comenta la directiva de KPMG. Además, defiende que «se han hecho diferentes cálculos para evitar que estas variables sean una forma encubierta de subir el salario a los consejeros», apostilla.
Cada compañía del Ibex establece sus criterios específicos: descarbonización, igualdad, reducción de emisiones, presencia en índices sostenibles y hasta horas de formación para los empleados. «Las formas de cálculo son muy diversas y hay algunas métricas muy fáciles, pero todo es fruto de la prudencia que están tomando las compañías en esta materia».
De hecho, muchos objetivos están relacionados con la presencia en índices de sostenibilidad como ocurre en el caso de Redia, Merlin Properties, Inmobiliaria Colonial, Iberdrola o Grifols, entre otros. «Queda mucho trabajo por hacer, no por concienciar a las compañías sino para que adapten e incorporen estos variables a largo plazo», advierte. «Es incongruente ligar la descarbonización de la compañía a corto plazo cuando es un trabajo de años», explica San Nicolás. Apenas el 20% de las compañías llevan estos bonus a un horizonte superior a los 5 años. Esta no es la única reclamación de la directiva de KPMG: «¿por qué no se aplican estos variables a toda la plantilla?», pregunta. ¿Ligaría parte de su salario al desempeño verde de su empresa? Deja en el aire.