El hombre que calz a Pel y Maradona, el que mantuvo a flote a Puma durante uno de los periodos ms difciles de su eterna querella con Adidas, era tinerfeo y se llamaba Hans Henningsen. Su vida novelesca, a caballo entre el ftbol, los negocios y el periodismo, se extingui el 2 de agosto de 2015 a los 81 aos. Henningsen, que haba hecho ganar tanto dinero a tanta gente, muri ms bien pobre. Y en el olvido. Al menos en Espaa, donde ni siquiera los peridicos donde haba colaborado tuvieron a bien una triste esquela. Despus de una vida sin frenos, el tipo que puso de acuerdo a Pel y Maradona para lucir las Puma King, el conseguidor irresistible, el gran amigo de Alfredo di Stfano y Astor Piazzolla, se march sin hacer ruido en su amada Ro de Janeiro.
Entre las peripecias de Henningsen, un seductor nato que se mova con igual soltura entre las taquillas de un vestuario y los reservados de las boites, hay una que merece especial atencin. Fue durante el Mundial de 1970, cuando Puma lo reclut para infiltrarse en la concentracin de Brasil. Por entonces, Hans contaba ya con ms de una dcada de experiencia como corresponsal y presuma de excelentes contactos en el entorno de la Canarinha. Desde Joao Havelange, mximo responsable del deporte brasileo, a las figuras de la Seleao. Ninguna tan atractiva, claro, como Pel. Sin embargo, desde Puma le haban advertido de un pacto de no agresin con Adidas. Segn aquel acuerdo entre Armin y Horst Dassler, Pel quedaba fuera del radar para ambas. Henningsen deba fijarse otros objetivos.
Semejante traba se antojaba difcil de asumir durante la concentracin en Guanajuato, donde Mario Zagallo exprima a sus jugadores a ms de 2.000 metros de altitud. Pel segua sin nada firmado. No haba rastro de su acuerdo con la marca inglesa Stylo, con la que haba disputado el Mundial de 1966. La tentacin resultaba demasiado fuerte para Hans, a quien aquella paz entre Puma y Adidas sonaba a chchara hueca. La situacin superaba los lmites de lo ridculo, escribi a Barbara Smit, autora de Hermanos de Sangre (LID, 2007), el mejor libro sobre la rivalidad entre las firmas alemanas. Henningsen, por supuesto, termin actuando por su cuenta y riesgo. Y la firma de Pel nicamente supondra slo el inicio.
95 marcos por un par firmado
Porque el asombro que haba despertado Brasil en la primera fase, con pleno de victorias ante Checoslovaquia, Inglaterra y Rumana, debi de aguzar an ms el ingenio de Hansi, que logr convencer a Pel para el mejor product placement de la historia del ftbol. Justo antes del pitido inicial del partido de cuartos ante Per, el 10 solicit al rbitro belga Vital Loraux unos segundos para atarse los cordones. El realizador televisivo mordi el cebo y millones de aficionados de todo el planeta ya no pudieron pensar en otra cosa sino en las botas del dolo. A tenor de las cifras filtradas por Helmut Fischer y Hans Nowak, miembros del staff de Puma, Pel recibi 25.000 dlares por los seis partidos que le valieron su tercera Copa del Mundo. Adems, percibira otros 100.000 a lo largo de los cuatro aos siguientes, ms un 10% en royalties por cada par vendido.
Segn detalla Rolf-Herbert Peters en La revolucin Puma (LID Editorial, 2010), el mismo modelo de las King sin el logo de O Rei –a un precio de 79 marcos-, se venda menos que el que s lo tena y costaba 95. La apuesta por estrellas de extraccin humilde con las que las masas podan identificarse empezaba a ofrecer rditos. En realidad, los valores del sacrificio venan incrustados en el ADN de Puma desde su nacimiento.
A mediados de los aos 20, Rudolf Hassler, hermano de Adi, ya haba anotado en su diario un par de ideas lapidarias: «Trabaja duro, nunca ests satisfecho con nada. Los hombres de negocios que estn muy satisfechos no hacen progresos. Un verdadero hombre de negocios no se duerme en los laureles». Pel, hijo de una lavandera oriunda de Trs Coraes, supona ahora el gran espaldarazo para Puma. Sin embargo, ni siquiera l dolo del Santos pudo considerarse pionero. Porque cuatro aos antes, la firma germana haba iniciado su camino con otro crack: Eusbio, mundialmente conocido como La Pantera Negra.
El delantero del Benfica vena de maravillar durante el Mundial de 1966, cuando se destap como mximo artillero (nueve goles), dejando para los anales aquel inolvidable recital ante Corea del Norte (5-3). «Su rostro tena una prstina inocencia y belleza, sus movimientos eran grciles, pero enormemente poderosos. Si Europa haba encontrado un rival para Pel en espectculo y eficiencia, era indiscutiblemente l», escribe Brian Glanville en Historia de los Mundiales (T&B Editores, 2006). Puma empez a comercializar en 1968 las King Eusbio, unas botas con tacos de nylon antideslizantes y una novedosa estructura en la suela que mejoraba notablemente su flexibilidad.
«En casa siempre se hablaba de aquella vez en la que mi padre y Armin Dassler casi llegaron a las manos»
Se trataba de la ltima tecnologa, imprescindible para mantener el ritmo impuesto por Adidas. En 1952, Puma haba lanzado la Super Atom, la primera bota de ftbol con tacos de quita y pon, creada bajo la supervisin de Sepp Herberger, seleccionador alemn. De esta innovacin se aprovechara Adidas, suministrador oficial de la Mannschaft, para apuntarse el gran xito del Mundial de 1954, cuando los tacos intercambiables y ajustables de Alemania jugaron un papel esencial en la final ante Hungra (3-2). «Gracias al Milagro de Berna, las tres bandas se convirtieron en una marca reconocible a nivel internacional y adquirieron una popularidad que otros nunca alcanzaran», analiza Smit.
En este contexto, teido de cierto complejo de inferioridad, debemos encuadrar la llegada de Henningsen a Puma, donde pronto ocupara el cargo de director para Latinoamrica. «Fue decisivo su dominio de los idiomas, ya que se desenvolva perfectamente en alemn, ingls, italiano, portugus y espaol», apunta Carlos Ernesto, uno de sus hijos, en comunicacin con EL MUNDO. «Mi padre tena un corazn muy grande, pero tambin un temperamento muy fuerte. Haca un amigo y se peleaba con l. En casa siempre se hablaba de aquella vez en la que l y Armin Dassler casi llegaron a las manos». A una descripcin mucho menos amable se adhiere Luis Izquierdo, delegado de Adidas en Espaa, que en Hermanos de Sangre le describe como alguien que «iba por ah enseando fajos de billetes y pasndoselos por las narices a los jugadores».
«Hans no paraba quieto, viajaba sin cesar, acompaando a los futbolistas a cada paso, llevndoles el material. Era un tipo muy afable y muy divertido. Saba que, pagando la cuenta en los restaurantes y las salas de fiestas, poda mantener la amistad con las estrellas y sus representantes», afirma a este peridico Josep Mara Minguella, quien mantuvo desde 1982 una «muy buena relacin» con Henningsen. «No era tan popular como Adidas, pero Puma supo firmar a las estrellas. En gran parte gracias al magnetismo de Hans, que buscaba y consegua un gran impacto en cada una de sus operaciones», aade el hombre que en 1982 visti de azulgrana a Maradona.
Sin embargo, cuatro aos antes de aquel estruendoso aterrizaje en el Camp Nou, El Pelusa ya haba estrechado lazos con Henningsen. Con motivo del Mundial de Argentina, el ejecutivo de Puma se desplaz a Buenos Aires para reclutar a varias figuras de la anfitriona. Entre ellos Mario Kempes, que se convertira en el mximo goleador del torneo, y el seleccionador Csar Luis Menotti. Por entonces, todo el pas se debata entre la fiebre por la Albiceleste y la brutal represin de la dictadura militar de Jorge Rafael Videla. De aquel rgimen de terror, segn confiesa su hijo, fue vctima el propio Henningsen. «Una semana antes del inicio del torneo, mi padre pas una noche bebiendo entre amigos. El asunto deriv en un problema con la polica y le metieron preso. Desde la crcel tuvo que telefonear a Julio Grondona, por entonces presidente de AFA. Apremiado por la situacin, Grondona contact con los militares: Si no le sueltan ahora, Argentina no va a disputar el primer partido ante Hungra».
«Un imparable ritmo de vida»
Resuelto aquel grave apuro, Hans llam con urgencia a Armin Dassler para recomendarle el fichaje de un zurdo algo regordete de Argentinos Juniors llamado Maradona. Segn el citado relato de Smit, cuando Puma tendi el contrato fue Don Diego, su padre, quien tuvo que estampar la rbrica. Meses ms tarde, el nuevo astro de Boca aceptara viajar a Mnich para un acto publicitario. No lo hara solo, sino con un squito de 20 familiares y amigos, a los que Dassler debi reservar otras tantas suites. «Diego, por entonces, tena un enorme gancho con las marcas. Haba firmado contratos con Coca-Cola, algo que no consiguieron otras estrellas. l era feliz llevando a su gente a todas partes, aunque eso no le beneficiase en nada. Se rea mucho con ellos y como era el gran crack haba que aceptarlo», subraya Minguella.
Maradona disput el Mundial de 1982 con las Puma Torero y el de 1986 con las Puma Borussia, ambas evoluciones de las King. Por entonces ya haba incorporado la costumbre de saltar al csped con las botas desatadas, para captar la atencin de los fotgrafos. Y haba disfrutado, en compaa de Guillermo Coppola, de noches interminables con aquel gigantn narigudo que hablaba con tanto acento canario. «Era un despilfarrador, un manirroto, con un imparable ritmo de vida. Tena una red de amigos en restaurantes y le proporcionaban crdito absoluto», recuerda a este diario el periodista Julio Fajardo, sobrino de Henningsen.
Ms all del ftbol, su crculo de amistades se ampliaba a la msica, con Maria Bethnia o Gilberto Gil, y a la escena, con el dramaturgo Nelson Rodrigues, que le llamaba, cariosamente, «Onassis en tanga». A Rodrigues lo trataba desde mediados de los 60, cuando ambos participaban, junto al futuro seleccionador Joao Saldanha, en la primera mesa redonda de ftbol internacional de la televisin brasilea. «A finales de los 80 segua siendo el periodista deportivo ms influyente en la cadena O Globo. En su casa de Barra da Tijuca tena unos 15 aparatos de TV, para ver todos los partidos posibles al mismo tiempo, gracias a una antena parablica», enumera Fajardo.
«Maradona admiraba de forma muy sincera a Pel»
Uno de sus ltimos servicios a la causa maradoniana se fragu durante el Mundial de 1986. «La AFA no nos proporcionaba ropa y a veces tenamos que usar la nuestra para los entrenamientos. Puma me haca los botines a medida, as que le dije a Hans que nos trajera todos los nmeros de los dispusiera, porque haba compaeros que jugaban de titulares y necesitaban al menos probar el material», confesara, aos ms tarde, el astro de Villa Fiorito. En 1988, Hanningsen termin su vnculo con Puma, por lo que hubo de volcarse en el periodismo. «Tena tal grado de confianza con Pel que durante el Mundial de Italia le escribi su para O Globo como ghost writer«, admite su hijo Carlos Ernesto.
«Cuando Adidas y Puma multiplicaron su tamao y se redujo la importancia del personal le fui perdiendo el rastro», reconoce Minguella. A Henningsen ya no le sonreira la fortuna en su aventura como agente de futbolistas, pero la franja irregular de sus botas ya se haba instalado definitivamente en el imaginario colectivo. Tambin gracias a Johan Cruyff y Lotthar Matthus, que lucieron el Formstrip pese a las tentadoras ofertas de Adidas. En la hoja de servicios de Hans quedara ya para siempre lo logrado con Maradona y Pel. «Eran dos tipos muy sencillos. Y Diego, aunque ms tarde se enzarzara en alguna discusin con l, admiraba de forma muy sincera a Pel», concluye Minguella, el hombre que firm, sobre una servilleta, el primer contratao de Leo Messi con el Bara.
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