Cada vez más personas deciden seguir una dieta vegetariana. Los motivos pueden ir desde el respeto por los animales hasta la creencia de que es más saludable. Pero, en situaciones extremas, ¿es viable alimentarse solo de productos vegetales?
Sobre este tema trata uno de los últimos vídeos del usuario de TikTok @arucinante, un creador de contenido que se ha hecho popular en los últimos meses por probar diferentes raciones de combate y kits de emergencia utilizados por ejércitos de todo el mundo. En uno de sus vídeos más recientes, ha decidido probar un kit de supervivencia 100% vegetariano.
¿Qué contiene el kit de supervivencia 100% vegetariano?
Nada más abrir el pack, lo primero que encuentra es el clásico kit para calentar: un hornillo portátil, varias pastillas de combustible sólido, cerillas, soporte metálico y un recipiente plegable. Junto a esto, aparecen algunos básicos de cualquier ración de emergencia: tres sobres de bebida isotónica con sabor a limón, cuatro sobres de azúcar, un sobre de café soluble y un puré instantáneo de puerro y patata. También hay galletas dulces y saladas, dos paquetes de mermelada de fresa, una barra de chocolate, un bizcocho de vainilla y los imprescindibles cubiertos y servilletas.
Los platos fuertes son dos: lentejas a la jardinera y pasta con salsa de tomate y queso. Sin embargo, al acabar de vaciar la caja, el tiktoker se muestra un poco decepcionado al ver que no hay chicle, un clásico en otros kits que él ha probado.
¿Qué le parece el kit de supervivencia 100% vegetariano?
Para empezar la prueba, monta el hornillo y calienta un poco de agua. Lo primero que decide probar es el bizcocho, al que ya reconoce de otros kits anteriores. Le da un mordisco y asegura que sigue estando bueno, nada seco y muy aceptable para tratarse de un postre de emergencia. A continuación, mezcla el sobre de bebida isotónica en un vaso, pero como el sabor no le convence, echa otro más. Esta vez, dice, ya sí le gusta y lo aparta para tomarlo con el plato principal.
Mientras pone a calentar las lentejas, prueba los frutos secos. Comenta que él es más de frutos secos tostados, pero que, aunque estos están crudos, tienen buen sabor. Luego calienta agua para el puré y decide entretenerse untando mermelada en las galletas. «Esto no falla nunca», dice mientras prueba una. Y efectivamente, lo confirma.
La primera comida caliente que prueba es el puré de puerro y patata. Lo define como una crema reconfortante que, en una situación complicada, sienta de maravilla. Después vuelca las lentejas en un plato y le sorprende la cantidad, abundante. Al probarlas, afirma con sorna que su madre las hace mejor, pero reconoce que están ricas y que cumplen su función sin problemas.
La peor parte se la lleva la pasta con tomate y queso. Al calentarla y volcarla en el plato, se encuentra con una masa apelmazada que no le inspira ninguna confianza. Lo prueba y lo confirma: está pastosa, insípida y nada apetecible. «En caso de vida o muerte me la como, pero si puedo elegir… paso», dice. Como cierre, prueba el chocolate, un clásico que nunca falla. «Tendría que ser muy malo para que no me gustara», afirma. Y no, no lo es.