La larga lucha de las limpiadoras peor pagadas de España por cobrar el salario mÃnimo llega a su fin con una victoria. Las 1.800 trabajadoras del sector en la provincia de Lugo, que ingresaban hasta ahora 13.594 euros al año, han logrado una subida âhistóricaâ de sus sueldos después de resistir 130 dÃas en huelga. El acuerdo incluye una cláusula que les garantiza que no volverán a cobrar por debajo del Salario MÃnimo Interprofesional (SMI). âMe han dado una lección que no voy a olvidar en la vida, son un ejemplo para toda la clase trabajadoraâ, destaca Asunción Castiñeira, delegada sindical de la CIG, central mayoritaria. âEste conflicto se ha alargado lo nunca visto y ellas han tenido capacidad de resistencia no solo económica, también personal y psicológicaâ.
El preacuerdo para renovar el convenio colectivo provincial lo firmó la CIG con la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (Aspel) en una reunión celebrada el pasado miércoles y fue ratificado este jueves por las trabajadoras en dos asambleas, una de mañana y otra de tarde. Según la información facilitada por la central, las nóminas de las limpiadoras de Lugo subirán en total un 18,3% durante la vigencia del convenio, un periodo que va de 2022 a 2026 y que, por tanto, supone que parte de la mejora se aplique con carácter retroactivo. Para 2022 las huelguistas han arrancado un incremento del 3% frente a la congelación que les planteaban los empresarios y que suponÃa para ellas cobrar menos del Salario MÃnimo Interprofesional (SMI). Para 2023, el alza será de un 3,1%; del 4% para 2024 y 2025; y del 4,2% para 2026.
La CIG asegura que estas subidas son las más altas conseguidas hasta el momento en el convenio colectivo de limpieza de Lugo y, a nivel estatal, âlas más altas de las pactadas en los últimos tiempos en el sectorâ, según les reconoció la patronal en las reuniones. También superan los incrementos suscritos por la patronal CEOE, UGT y CCOO en el acuerdo estatal de negociación colectiva. Estas alzas se aplicarán asimismo al plus de trabajo en domingos y festivos con los correspondientes atrasos. El acuerdo recoge una cláusula que garantiza que todas las trabajadoras âcobrarán, como mÃnimo, el SMI vigente en cada momentoâ. Aspel ha declinado el ofrecimiento de este periódico para valorar el fin del conflicto.
Castiñeira se declara emocionada. En las asambleas que ratificaron el preacuerdo, varias de sus compañeras le confesaron haber dormido la pasada noche âa pierna suelta por primera vez en muchos mesesâ, cuenta. âLucha hoy para no llorar mañanaâ, repetÃa otra. Las empresas âhan visto que habÃa fuerza, que ellas creÃan en lo que estaban haciendo y que sabÃan que era el único caminoâ, sostiene la sindicalista sobre una negociación que arrancó con una postura âintransigenteâ de la patronal y que, después de que hayan cedido ambas partes, ha culminado en mejoras importantes que harán que las limpiadoras de Lugo dejen de ser las peor pagadas de España.
Las empleadas del sector en esta provincia gallega, encargadas de mantener limpios edificios privados y públicos como colegios, centros de salud, juzgados, oficinas de la Administración o pabellones deportivos, cobraban hasta ahora un salario anual de 13.594 euros, 1.500 euros por debajo de los 15.120 del SMI de 2023. Su convenio provincial expiró en 2021, justo en los últimos coletazos de la pandemia en la que fueron esenciales. La patronal, sin embargo, evitó sentarse con ellas hasta que se pusieron en huelga indefinida el pasado octubre. Ante estos atrancos, sus representantes sindicales han peleado para introducir en el nuevo convenio una cláusula de penalización que disuada a las empresas de repetir estas âmaniobrasâ para demorar âindebidamenteâ las negociaciones. Si la comisión negociadora no se constituye en el primer trimestre de 2027, âse aplicará de manera automática un aumento de la tabla salarial del 2%â, destacan.
La negociación ha sido dura. La patronal, controlada por multinacionales como ACS, Acciona, FCC, Eulen, Ilunion, OHLA (antes OHL) o Sacyr, empezó ignorando sus propuestas y cuando por fin accedió a negociar, planteó una subida por debajo del SMI y desveló su intención de recortar la antigüedad âmodificando el sistema de cálculo para pasarlo a una cuantÃa fijaâ. Este planteamiento de los empresarios hizo saltar las alarmas entre las trabajadoras, ya que la mayorÃa de ellas acumulan muchos años de experiencia y ese ingreso es una parte importante de sus precarias remuneraciones. Finalmente, han conseguido que los trienios sigan siendo un porcentaje del salario base, por lo que también subirán. El pacto con los empresarios incluye además que las huelguistas perciban los atrasos Ãntegros y sus vacaciones no se vean afectadas por la protesta. âEste acuerdo demuestra que la lucha, aunque sea dura, sirve para algoâ, concluye Castiñeira.
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