En el barrio de Neukölln, al sur de Berlín, los que se hacían famosos eran actores y músicos, muchos de ellos inmigrantes que aprovechaban las oportunidades de una zona tan cosmopolita como internacional. Entre esas paredes creció Antonio Rüdiger, al que no dudaron en apodar como a uno de los grandes personajes de la historia del cine: Young Rambo (Joven Rambo). «Choco contra un muro si hace falta para defender lo mío», admitió en una entrevista con este periódico, convertido ahora en la persona más conocida de las calles del distrito berlinés. De esa cabezonería nació una forma de entender el deporte que le ha hecho indestructible, vital para este Real Madrid repleto de lesiones.
A sus 31 años, Rüdiger forma parte del clan de veteranos del vestuario del conjunto blanco. Modric (39) se sienta en el trono de la experiencia, con Lucas (33), Carvajal (32), Courtois (32) y Alaba (32) a su lado. De ellos, el madrileño, el belga y el austríaco han sufrido lesiones de gravedad en el último año y medio, todas en la rodilla, como la de Militao. Miembros, la mayoría, del muro defensivo del Madrid.
Ahí, junto a un Lucas que es solución de emergencia, junto a un Mendy irregular, junto a un joven Asencio y al lado de un Tchouaméni al que no le gusta la posición, se ha quedado solo Rüdiger, capitán de la defensa y «hermano mayor» de los jóvenes.
4.864 minutos en 2024
El alemán es el futbolista más utilizado por Ancelotti en esta primera parte de la temporada con 2.257 minutos, 20 más que Valverde. Ha disputado los 90 minutos en 17 de las 18 jornadas de Liga, en las seis de Champions, en la Supercopa de Europa y en la Intercontinental.
Todo después de tres semanas de vacaciones tras la temporada más exigente de su carrera, con final de Champions, Eurocopa y la obligación de dar un paso adelante en la rotación después de las lesiones de Alaba y Militao. A partir del 1 de enero de 2024, ya en el segundo tramo de curso 23-24, lo jugó todo y sólo tuvo que parar dos semanas por un problema en el muslo. Se perdió tres jornadas deLiga y la ida de las semifinales contra el Leipzig, y aún así terminó la campaña como el segundo con más minutos, a sólo 200 minutos de Valverde.
En los primeros siete meses del año, Rüdiger acumuló 1.227 minutos en Liga, 570 en Champions (90 minutos en todas las citas desde la vuelta de octavos hasta la final), 120 en la Copa contra el Atlético, 210 en la Supercopa y 480 en los cinco partidos de Alemania en la Eurocopa. Todos los posibles salvo los descansos en Liga.
En los 12 meses de 2024 ha acumulado 4.864 minutos, sin descanso más allá de las pequeñas vacaciones del verano. Por eso en el primer parón de selecciones de septiembre Julian Nagelsmann le permitió no acudir a la concentración de Alemania. El central, elegido segundo capitán de su selección por detrás de Kimmich, había sido exprimido por el Madrid en las primeras semanas de agosto y necesitaba descanso.
Minivacaciones canceladas
En Valdebebas habían trazado un calendario de mini vacaciones individuales durante la temporada, especialmente para los internacionales que habían disputado Eurocopa o Copa América, pero lo tuvieron que romper tras las graves lesiones. Una situación que afectó a Rüdiger. El alemán se ha tenido que multiplicar y ha tenido que cambiar algunos detalles de su entrenamiento individual centrándose más en la recuperación.
El resultado es inmejorable. No ha sufrido lesiones y ha podido mantener su nivel durante estos cuatro meses. Algo en lo que tiene mucho que ver Noah Sani, su preparador físico desde hace un año. Con él ha perfeccionado las instalaciones de su casa, donde ya tenía gimnasio y sauna y ha incluido una cámara hiperbárica, y su propio físico, moldeado para aguantar las exigencias del calendario. Rüdiger suele trabajar con su propio peso, sin pesas, convirtiendo su cuerpo en una roca y sin ganar demasiado músculo: mide 1,90 y pesa 84 kilos. Indestructible.