Con tan solo 33 años, Noelia Núñez encarnaba el relevo generacional dentro del Partido Popular. Diputada por Madrid, presidenta del PP en Fuenlabrada y una de las voces más visibles en redes del partido, la joven representaba una mezcla de frescura, convicción y presencia mediática que no pasaba desapercibida y que le venía de perlas a su partido. Sin embargo, su ascenso rápido ha terminado de forma abrupta, tras admitir que no tenía las titulaciones universitarias que figuraban en su ficha del Congreso. Este miércoles, Núñez presentó su dimisión de todos sus cargos: partido, Congreso y dirección local. En su comunicado, asumió por completo la responsabilidad: «Asumo toda la responsabilidad de mis propios actos […]. En coherencia con ello, voy a presentar la dimisión de todos mis cargos orgánicos e institucionales».
El detonante fue su currículum. En la web del Congreso aparecía como licenciada en Derecho, Ciencias Jurídicas de la Administración y Filología Inglesa. Pero ninguna de esas carreras está finalizada. Ella misma admitió el fallo, aclarando que en otras instituciones donde ha trabajado su formación siempre ha estado bien reflejada. Aun así, la polémica creció rápidamente. A la presión mediática se sumó el reproche desde el Gobierno. El daño estaba hecho y no le quedaba otra que dimitir.
Lo que peor lleva de su dimisión y del escándalo: su familia
Más allá del debate político y de dejar de cobrar un sueldo de casi 84.800 euros anuales, Noelia Núñez se siente fatal por su familia. Al menos así lo ha mostrado este jueves en En boca de todos (Cuatro). Emocionada y al borde del llanto, ha confesado que lo más duro ha sido ver sufrir a sus padres. «Han sido unas horas duras y complicadas, sobre todo por mi familia, que son quien al final pagan el pato», ha dicho en la entrevista.

El impacto emocional en su entorno ha sido profundo: «Mis padres ayer estuvieron todo el día llorando, les quiero pedir perdón», ha declarado entre lágrimas. Ha añadido que sus padres son personas «normales», que no están acostumbradas a ver a su hija señalada en televisión: «Poner la televisión y que mis padres tengan que ver a su hija cuestionada… es duro».
También ha admitido que la experiencia ha sido un golpe personal que cuesta asimilar: «Cuando ves a unos padres llorar, cuesta asimilarlo». Aun así, ha asegurado que su familia está orgullosa de que haya sido «valiente» y de que, a diferencia de otros casos, su forma de pedir perdón ha sido clara: «Se pide perdón presentando una dimisión».
Una joven política de perfil singular
Nacida en Fuenlabrada en 1992, de familia humilde, Noelia Núñez representa un perfil poco habitual en la política tradicional del PP. Practicante de la fe católica, muy unida a su abuela, lleva 14 tatuajes, un piercing en la nariz y es aficionada al surf, el running y The Killers. Comenzó a interesarse por la política a los 13 años y ha sido muy activa en redes sociales, donde ha cultivado una imagen directa y combativa que conectaba con los más jóvenes.
Su presencia mediática y su discurso cercano a los jóvenes la habían convertido en una de las apuestas de futuro del partido, especialmente bajo el impulso de Isabel Díaz Ayuso, de quien ha sido protegida. Ahora, sin embargo, todo ha acabado para ella, al menos de momento. «Me toca seguir y levantarme», dijo tras su dimisión.