Ringo Starr ‘on fire’. Acaba de publicar ‘Beats & Threads’, su octavo libro (en Julien’s Auctions), que incluye más de 200 imágenes con fotos inéditas y detalles completos sobre sus atuendos y baterías, en el que colabora el historiador, autor, baterista y coleccionista de baterías, Gary Astridge, ofreciendo por primera vez una mirada exhaustiva a los instrumentos que usó con los Beatles con información bien documentada, fotografías y miles de detalles sobre estas piezas que forman parte de la historia del pop.
Pero además, Ringo tiene también nueva música entre manos, que presentará en una gira que por ahora sólo pasa por Estados Unidos y México en la que contará con Steve Lukather, Edgar Winter, Colin Hay, Warren Ham, Hamish Stuart and Gregg Bissonette. Se trata de ‘Crooked Boy’, un EP de cuatro temas originales compuestos y producidos por Linda Perry para que él las haga suyas poniéndoles voz y, por supuesto, batería.
Estas novedades han sido motivo suficiente para que el mito haya concedido unos minutos a periodistas de todo el mundo, en una rueda de prensa online que ha atendido con su sempiterno carácter risueño y con su colgante con el símbolo de la paz desde su casa en Los Ángeles. Así ha sido la ronda de preguntas y respuestas con uno de los dos supervivientes de la banda más importante de la historia.
Sus canciones tienen mucha positividad, incluso en estos tiempos oscuros. ¿Le pedió a Linda que escribiese de esa manera?
Sí. El mundo se ha vuelto loco. Y las canciones que se hagan para mí, me gusta que tengan algo que eleve el espíritu, no que deprima.
¿Cómo fue el proceso de trabajar con Paul McCartney en su última colaboración?
¡Oh! Muy duro, durísimo (risas). No, en serio, nos enviamos todo por correo. Yo le mandé mi parte y él añadió la suya, y salió genial. Es un bajista fantástico, además de un tipo fantástico. Siempre es genial trabajar con él, es mi amigo.
Taylor Swift ha sacado un disco de dos horas, su EP dura veinte minutos.
Un EP no puede ser tan largo (risas). Me gustan los EP porque no hay tanta tensión como cuando grabas un disco entero. Suelen ser cosas entre amigos, que quedan para tocar por diversión. No obstante, acabo de terminar un CD de diez canciones. Y como decía, llevan muchos más trabajo.
¿Qué podemos esperar del EP?
Mucho tap-dancing (risas). No, es un EP de country.
¿Qué le gusta del country?
Me gusta desde que soy un niño. Lo escuchaba ya en Liverpool en mi infancia, cuando la gente se traía discos desde Estados Unidos en barco. No había mucho rock’n’roll en la radio. Luego llegó Bill Haley, y se convirtió en lo más grande para todos los que vivíamos en mi barrio. Y Elvis, por supuesto.
Tiene un estudio de grabación en casa, ¿puede hablarnos de él?
Tiene un gran equipo. Tengo las paredes llenas de guitarras y fotos, y he conseguido que haya un sonido fantástico. También tiene su propia cocina para prepararme mis tés y mis cafés, aunque no es muy grande (risas). Si escuchas mis últimos cuatro EP’s, podrás comprobar cómo suena.
El documental ‘Let it be’ acaba de lanzarse en plataformas. ¿Cómo describiría lo que se ve en él?
‘Get back’ con Peter Jackson salió increíble. Estaba basado en ‘Let it be’, y está bien que salga también el original. Refleja muy bien el ambiente entre cuatro chicos tocando juntos.
¿Qué piensa del avance de la tecnología para recuperar documentos musicales antiguos?
Me encanta. Hace años, los remixes y el remastering eran lo único que se podía hacer. Y es genial porque gracias a ellos se puede escuchar mucho mejor mi batería.
¿Cómo ha evolucionado su relación con la batería?
Mi primera batería costó doce libras. Luego mi padre me pagó una de 35 libras que tuve que devolverle trabajando en una fábrica. Las Ludwig nunca decepcionan, las llevo en el corazón. Cuando miro a mi batería siento que sigo enamorado de ella.
¿Qué se siente al volver a la carretera, y cómo mantiene el entusiasmo?
La pasión por tocar no se pierde. He tocado con mucho grandes músicos, y sigo haciéndolo porque lo amo, y porque aún puedo. Siempre doy lo mejor de mí, espero que el público haga lo mismo.
¿Habrá invitados en su gira?
En principio no. Todos los que estarán en el escenario serán invitados especiales, porque es una all-star band. Pero bueno, ya veremos quién anda por cada ciudad que vayamos. Recuerdo que Bruce Springsteen fue el primer artista al que invité a colaborar en un concierto.
¿Cómo celebrará su próximo cumpleaños en julio?
Igual que lo he hecho en los últimos catorce años. Celebrando el evento ‘Paz y amor’, que es lo que predicamos cuando empezamos. Cada vez se hace más grande, y es una gran satisfacción para mí.
¿Es difícil mantener la filosofía de paz en el mundo actual?
En los sesenta nosotros también nos hicimos hippies a nuestra manera, y aquello trajo un gran cambio al mundo. Los jóvenes nos lo tomamos muy en serio y fue algo bueno. Hubo alguna que otra ayuda (hace el gesto de fumar), pero no se puede obligar a la gente a hacer lo mismo (risas).
¿Qué le parece el uso de los avatares en los conciertos?
No pienso mucho sobre ello. La tecnología ayudó con ‘Now and then’, gracias a ella tuvimos a John en ella. La primera vez que la escuché en 1996, su voz no sonaba bien, pero con la Inteligencia Artificial se ha sacado buen sonido de la cinta.