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‘Hoy no sabemos si podemos abrir. Hasta que a Endesa o E-distibución le salga de… #estamosjartos’. Esa es la frase que figuraba en un post-it en la puerta del Mesón La Fuente de Torreblanca y que su dueño, Raúl Gordillo … , puso ante la situación que están viviendo. Los continuos cortes de suministro eléctrico, varias veces al día, y cada vez más frecuentes han llevado a la desesperación a este hostelero, del barrio de toda la vida, y que asegura tener grandes pérdidas por este problema.
«Llega el calor y nos echamos a temblar, a ver a qué zona le toca este año porque siempre hay alguna afectada», explica Raúl, con desesperación, impotencia y angustia.
«Llamamos a E-distribución para dar el aviso; nos dicen que lo están arreglando, los teleoperadores que no tienen la culpa de nada y vemos en la web que sí, que hay avería. Vienen, lo arreglan y al poco tiempo otra vez estamos sin luz. Esto cada vez se repite más veces y en mi caso, con un negocio de hostelería es imposible trabajar. Cuando no tengo tostador me falla el horno frigoríficos, neveras,… y aparte de la climatización es que no puedo tener cocina», asegura.
Los frescos, pescados, carnes, hortalizas,…, no pueden conservar la cadena de frío y no pueden servirse por lo que empiezan las pérdidas económicas, de más del 50% la cifran en lo que va de verano comparado con épocas sin apagones. «Además, yo tengo clientes que vienen bastante y cuando se enteran que no hay luz, me anulan las reservas porque no se puede estar aquí. Otras veces, soy yo mismo el que aviso porque si vienen 10, 12, 15 personas para una celebración no me la puedo jugar a que no haya luz en ese momento o se corte», afirma el propietario agobiado.

Post-it colocado en la puerta del Mesón La Fuente por los apagones
Angustia y desesperación
Raúl lleva toda la vida en el barrio y tras el mostrador es la tercera generación, algo que lo que se siente orgulloso. En el negocio continúan su hermana y su mujer, y su madre de cerca, aunque la situación los está sobrepasando ya no sólo económicamente sino personal y moralmente. «Ya estamos con mal carácter, con estrés, con ansiedad,… y de verdad que así no podemos vivir porque los pagos hay que hacerlos. Yo he hablado con el pescadero y le he dicho que iré comprando día a día porque no me puedo arriesgar. Así que he tenido que cambiar mi forma de trabajo y, sobre todo, lo que me pone nervioso es tener el bar con gente, que se vaya la luz y tenga que empezar a tirar alargaderas para poder poner ventiladores, etc» «De verdad que si esto sigue así, me tendré que plantear cerrar, aunque no quiera y me duela pero es que no puede ser», sentencia con pena. Pese a que ha echado números y la facturación sigue bajando desde que tiene este problema se empeña en no tirar la toalla y va a instalar placas solares que le garanticen suministro durante 8 o 10 horas seguidas. «No es justo el desembolso que voy a tener que hacer pero no quiero que se me arruine mi negocio», aclara.
Mientras tanto los vecinos reconocen que ese problema existe pero que bajo su opinión las instalaciones son antiguas y el consumo de energía ha crecido mucho en el barrio. Así lo manifiesta Rocío López Martín, portavoz del grupo de vecinos y comerciantes. «Tenemos transformadores de hace 50 años. Una de las últimas veces ha habido 367 vecinos afectados y el otro día, en Torre Arévalo estuvieron de 12 de la noche a 7 de la mañana sin luz ninguna, ni la del alumbrado público», añade.
En este sentido la situación se complica en personas electrodependientes como es el caso de su marido que ha pasado varios días sin dormir por no poder utilizar su mascarilla; o una vecina, con 90 años, operada de cáncer de colon que tiene que cambiar su bolsa cada determinado tiempo y sin luz de puede porque no ve nada; o personas en camas articuladas que les pilla el corte cuando se están moviendo y no pueden poner la cama como quieren.
Los casos se multiplican como el de una lavandería que se quedó con la ropa en las lavadoras dentro y los dueños tuvieron que ir después repartiendo las bolsas entre la clientela; o una tienda de fotografía que tenía que entregar las orlas de centros escolares y tuvo que enganchar una alargadera a otra zona donde sí había luz; o una copistería, que no puede prestar servicio….
Respuesta de E-distribución
Por su parte, desde el gabinete de prensa de Endesa, explican que el problema del barrio es el fraude masivo por las plantaciones de marihuana ya que en 2022 se repusieron nuevos centros energéticos y se cambió cableado de instalaciones obsoletas etc. Se trabaja en planes de refuerzo pero todo se queda corto porque el problema va más allá de lo eléctrico. Por eso, estamos trabajando con el Ayuntamiento, entidades vecinales,… para poder dar el servicio adecuado pero con el citado fraude no pueden controlar ni prever la situación.
En una nota de prensa señalan que «Endesa, a través de su filial de redes e-distribución, ha abierto en los primeros cuatro meses del año 72 expedientes por plantaciones de marihuana en Sevilla, lo que supone 4 expedientes a la semana. Estas plantaciones de marihuana se detectan gracias a las fuerzas de seguridad que identifican estas actividades en el interior de viviendas (cultivos indoor) que provocan la afección a los vecinos colindantes, ya que la energía que demandan estas plantaciones supone un consumo continuo las 24 horas y con una carga energética como si 80 viviendas estuvieran consumiendo a la vez el máximo de la energía».
Aparte, recientemente la empresa ha firmado un protocolo con la Comisaría General de la Policía Judicial de la Policía Nacional para mejorar la colaboración en la prevención e investigación de los delitos que afectan a los servicios esenciales de producción, distribución y suministro de energía eléctrica. El protocolo establece un marco de cooperación reforzado para combatir con mayor eficacia la defraudación de fluido eléctrico, asociado frecuentemente a formas de delincuencia organizada, como el cultivo ilegal extensivo de marihuana.
Movilizaciones
Juani Aguilar, de la Unión de Entidades de Torreblanca, ha declarado a ABC que están cerrando una reunión con todos los socios para ver qué medidas van a tomar.
De igual forma, López Martín subraya que están dando los pasos poco a poco y que han presentado una denuncia ante el Defensor del Pueblo, admitida a trámite, y también una reclamación colectiva a E-distribución aunque siguen a la espera de la respuesta. «No queremos que nos digan que nos hemos exaltado o hemos hecho tal o cual sino que sabemos que las cosas de palacio van despacio pero tanto no. Ahora queremos estar en la Mesa de la Energía, donde hay varias administraciones y hemos hablado con el Ayuntamiento también. Tenemos seis folios de incidencias ya pero aquí nadie hace nada», matiza.
Los vecinos y comerciantes sostienen que «las excusas son siempre las mismas» y que pese a que ellos pagan un servicio no lo reciben. Y aunque intentan no ser derrotistas el problema cada vez los tiene más en la penuria y, nunca mejor dicho, por el momento, no ven la luz.