Vuelco en la dirección de Esquerra Republicana Barcelona, la federación más grande del partido. La actual presidenta, Eva Baró, no repetirá en el cargo tras ser derrotada en las elecciones de este sábado por la cabeza visible de la formación en L’Eixample, Creu Camacho. La candidatura oficialista de la también concejal en el Ayuntamiento, Endevant Barcelona, ha perdido solo por 14 votos frente a la lista que aglutinaba a los críticos, Dignitat Barcelona. La jornada, en la que ha participado el 71% de los afiliados, es una derrota para la nueva dirección nacional, encabezada por Oriol Junqueras y Elisenda Alamany desde el pasado mes de diciembre, y que apoyaba a los de Baró. También apunta a que se descarte totalmente la idea de entrar en el Ejecutivo municipal del socialista Jaume Collboni.
La carrera entre las dos candidaturas la ha centrado el futuro del pacto para entrar en el Gobierno municipal del socialista Jaume Collboni, que negociaron hace un año la propia Baró y Alamany, jefa de filas del partido en el Consistorio. El resultado, conocido este sábado a las 8 de la tarde, es definitorio en ese punto. Los de Camacho —que pasaron de 263 avales a 338 votos— abogaron durante toda la campaña por no gobernar con Collboni mientras que la lista perdedora —que pasó de 302 avales a 324 votos— fueron más crípticos y se inclinan por abrir el debate interno sobre la pertinencia y vigencia del contenido del pacto. Votaron 682 afiliados de los 948 con derecho a voto. Hubo 20 papeletas en blanco.
El principal desacuerdo entre ambas listas era la decisión de Baró, hace casi un año, de meter en el congelador la votación de ese pacto, que se tuvo que posponer en su día porque la asistencia de militantes desbordó el sitio elegido para celebrar la consulta. El caballo de batalla de los de Camacho durante la campaña había sido que, aunque estén en contra, el acuerdo para cogobernar Barcelona ha de pasar por el cedazo de las bases, a las que cree que se ha menospreciado.
Baró se había comprometido en la campaña —hubo un solo debate, pero fue a puerta cerrada— a que antes del verano celebrará una asamblea de la federación para debatir el futuro y pertinencia del pacto. En el ecuador del mandato municipal, son muchas las voces que se han manifestado en contra y piden centrar ahora todos los esfuerzos en preparar la candidatura para las próximas elecciones. Incluso la propia Alamany, una de las principales promotoras de la idea que también apoyaba Junqueras, ahora considera que se ha de descartar.
“Desde hoy nos ponemos a trabajar para construir una ERC fiel a sus valores, abierta, participativa y con la mirada puesta en las elecciones municipales de 2027″, ha asegurado Camacho en un comunicado de su candidatura. “Esta victoria es de toda la militancia que ha creído que tocaba un cambio profundo en ERC Barcelona”, ha remachado. Camacho hará tandem con Miquel Colomé, que ocupará la secretaría general. Los de Baró, en un sucinto comunicado, han aceptado la derrota “por la mínima” y han deseado suerte a la nueva dirección.
La Federación más grande de los republicanos ha tenido que renovar su cúpula tras la celebración del Congreso Nacional en el que se eligió el tándem Junqueras- Alamany, el pasado mes de diciembre. En la candidatura de Baró ya estaban integradas las dos principales sensibilidades de ERC Barcelona, tradicionalmente enfrentadas y que habían aparcado sus diferencias para apoyar al binomio. Dignitat Barcelona, por su parte, había logrado aglutinar a los críticos que en su día habían pugnado con Junqueras por las riendas del partido.
El resultado es un terremoto no solo para la dirección nacional del partido sino también para su grupo municipal. De sus cinco regidores, tres pertenecían o simpatizaban con la candidatura oficialista: Alamany, Eva Baró y Jordi Coronas. Dos con la de los críticos: Rosa Suriñach y Jordi Castellana.