¿Continuidad o cambio de rumbo en la Santa Sede? El Pontificado del papa Francisco ha sido uno de los más disruptivos en la historia reciente de la Iglesia Católica. Su aperturismo ha dividido a los integrantes de la misma que deberán decidir si el sucesor del primer pontífice americano continuará su labor al frente de El Vaticano o, por el contrario, romperá con la línea que ha mantenido el último Obispo de Roma.
Ante un cónclave determinante para el futuro de la Iglesia en el que votarán 138 cardenales, muchos ya hacen sus cábalas para intentar saber quién será el sucesor de Francisco I. Aunque cardenales como Juan José Omella ya han avisado que «las quinielas nunca aciertan», no deja de ser cierto que ya hay una serie de nombres que han empezado a resonar en El Vaticano.
¿Habrá por primera vez un papa africano o asiático? ¿Será europeo o, en cambio, volverá a ser americano? Lo cierto es que el catolicismo crece sobre todo en África y se ve amenazado en América Latina por el avance del evangelismo, por lo que no sería descabellado pensar que el próximo líder de la Iglesia Católica pudiese provenir de uno de estos continentes. Pese a ello, algunos candidatos europeos, como Matteo Zuppi o Pietro Parolin, también suenan como posibles representantes de Dios en la tierra.
Mateo Zuppi, nacido en Roma en 1955, es uno de los mayores aliados con los que ha podido contar el papa Francisco. Arzobispo de Bolonia (Italia), simpatiza con la forma que tenía de ver la Iglesia el papa Francisco. Cercano a sus posturas progresistas, el cardenal ha llegado a bendecir los matrimonios homosexuales.

Robert Sarah nació en una pequeña villa de Guinea llamada Ourous. Es uno de los candidatos preferidos por los sectores más conservadores de la Iglesia. Durante el pontificado del papa Francisco, se mostró crítico con la dirección que había tomado la Iglesia Católica. Cuenta con el respaldo de las autoridades eclesiásticas africanas. Ocupó el cargo de presidente del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral hasta 2021.

Otro de los candidatos europeos que suena con más fuerza es Pietro Parolin. El italiano (Schiavon, 1955) es el actual secretario de Estado del Vaticano y diplomático de carrera. Es uno de los papables que más puede unir a las dos almas de la Curia. Ha tenido un rol clave en acuerdos internacionales, como el controvertido pacto que alcanzó El Vaticano con China sobre el nombramiento de obispos.
El periódico alemán Bild publicó el pasado mes de marzo una exclusiva en la que informaba de que la Casa Blanca tenía un candidato favorito y que estaba comenzando a mover sus hilos para que sea el próximo sucesor de San Pedro: Raymond Leo Burke. El candidato estadounidense representa al ala más conservadora dentro de la Curia vaticana. Contrario al camino emprendido por el papa Francisco, Burke aboga por que la Iglesia asuma postulados más tradicionales.

También se menciona con fuerza al cardenal Luis Antonio Tagle, originario de Filipinas. Cercano a los jóvenes, políglota y de talante cercano, ha sido uno de los hombres de confianza de Francisco y encarna una visión global de la Iglesia. Aunque su ambigüedad en ciertos temas genera debate, muchos lo consideran una figura de consenso.

Finalmente, entre las opciones más ortodoxas aparece Angelo Bagnasco, arzobispo emérito de Génova. A sus 82 años, encarna la línea dura del catolicismo europeo, con posturas inflexibles sobre temas como el celibato o las bendiciones a parejas del mismo sexo. Su elección implicaría un freno claro al reformismo actual.