En Cataluña hay 280 niños menores de seis años residiendo en orfanatos, cifra que ha aumentado exponencialmente desde 2018, cuando tan solo eran 115 los niños que vivían en estos centros residenciales. La consejera de derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez, ha presentado el nuevo plan para reducir estos casos a cero. Esta estrategia prevé incrementar la dotación económica en 2,3 millones de euros destinados a los circuitos de acogida familiar a través de la Secretaria d’Infància, Adolescència i Joventut, el Instituto Catalán de la Acogida y la Adopción (ICAA), y la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA).
“Cataluña es la Comunidad Autónoma con el número más alto de niños menores de seis años en centros residenciales”, ha afirmado la consejera, que ha calificado esta situación de inaceptable. Uno de los principales problemas, según ha expuesto Martínez, es que el número de familias de acogida catalanas ha incrementado muy poco en los últimos años hasta llegar hasta las 787 que hay actualmente. Los tres inconvenientes principales que impiden que este número vaya en aumento son: el incumplimiento de los plazos de tramitación de los expedientes de estos niños, que muchas veces alarga la estancia del infante más tiempo de lo previsto; una falta de acompañamiento para los trámites más complejos; y un régimen de visitas con los parientes biológicos que suele establecerse en horario laboral y que dificulta la conciliación familiar. “En base a este diagnóstico y a esta problemática, desde el consenso con los acogedores y las entidades hemos identificado unas medidas de corto y largo plazo”, ha confirmado la consejera.
La principal medida que se pondrá en marcha de manera inmediata consiste en la inversión de 1,2 millones para ampliar los equipos responsables de los estudios de la situación de cada niño. Se contratarán 25 nuevos profesionales con el objetivo de agilizar la tramitación de estos informes, que se deberían realizar en seis meses pero que muchas veces se alargan más de un año, situación que provoca que no se pueda respetar la temporalidad acordada con los acogedores. La consejera también ha explicado que se añadirán soportes adicionales para la tramitación de documentación necesaria para que las familias tengan un respaldo a la hora de realizar todos estos trámites burocráticos. Además, se reforzará la coordinación entre el ICAA y la DGAIA para que el seguimiento de los casos sea exhaustivo desde la administración, y se impulsarán acciones de sensibilización y difusión para encontrar familias dispuestas a dar el paso y acoger.
Las medidas a medio plazo se focalizarán en flexibilizar el régimen de visitas con los parientes biológicos. Para ello se intentará ampliar los puntos y los horarios de reunión, aunque sin renunciar al encuentro. “Queremos flexibilizar al máximo estas visitas para que no supongan un coste muy grande para las familias de acogida y que así se puedan animar”, ha afirmado Martínez. Por último ha anunciado mejoras fiscales y en términos de cotización en la seguridad social para aquellos dispuestos a acoger, aparte de una mesa de coordinación entre la Generalitat, las entidades y las familias acogedoras para hacer una evaluación constante de estas propuestas. La consejera ha concluido que “la Generalitat está totalmente comprometida con garantizar que todos los niños tengan un entorno familiar seguro y que maximice su desarrollo y su bienestar emocional”.
