La masturbación es algo que se puede hacer solo o acompañado. Y, evidentemente, todo tiene sus ventajas y desventajas, que se basan, sobre todo, en la habilidad de quien proporciona el placer. En THE OBJECTIVE ya te contamos la pasada semana cómo se debía hacer tocar el cielo a un hombre con las manos. Hoy vamos a hacer lo propio pero cuando es una mujer quien recibe.
Como te dijimos en la otra ocasión, esta guía es completa y ha sido proporcionada por la socióloga y experta en sexualidad de JOYclub Cecilia Bizzotto, pero aún así puede que no sirva para todas las féminas, ya que cada persona tiene sus gustos y particularidades. Sin embargo, sí que puede ayudarte, ya que, aunque tengas que matizar algunos pasos y adaptarlos a tu pareja, tener claros los pasos te valdrá de esquema para no saltarte nada y proporcionar un placer sin igual.
Cómo masturbar a una mujer, según una experta
En el caso de las mujeres, las recomendaciones básicas con «hacerla sentir deseada, explorar el cuerpo más allá de los genitales, preguntar, lubricar, jugar con el ano…», asegura Bizzotto, quien comienza su guía centrándose en la estimulación de la zona genital.
«Es recomendable acariciar los pliegues de la vulva antes de empezar directamente a masturbar. Puedes poner la palma entera de la mano encima de la vulva para dar esa sensación de calor y recogimiento y, a partir de ahí, hacer caricias en los labios externos, internos, rodear por fuera la vagina… Recuerda jugar con todo el cuerpo e intenta que, mientras una mano toca su coño, el otro aprieta los muslos, acaricia los pezones, estruja sus caderas… Descentralizar el placer es una forma muy potente de hacer disfrutar a tu pareja», recomienda.
Tras ello, incide en hacer especial hincapié en el clítoris: «Antes de recrearte en meter dedos (y, para ello, siempre debes preguntar) juega largo y tendido con su clítoris. Puedes hacer movimientos circulares, verticales, horizontales… Algunas mujeres incluso disfrutan de subir y bajar el capuchón del clítoris como si fuera un ‘mini pene’».
«Recuerda que no debes frotarlo como si fuera una lámpara mágica a no ser que esté muy excitada y que le guste. En general, las mujeres suelen preferir movimientos más suaves y circulares al principio para luego ir incrementando la intensidad a medida que la excitación aumenta».
Introducir dedos y el punto G
Después, cuando ella ya esté excitada, «pregúntale: ‘¿Te apetece que te meta un dedo?’. En caso afirmativo, empieza a introducir suavemente un solo dedo (recuerda que debes tener las uñas bien cortadas) y sube ligeramente en dirección el ombligo. A unos pocos centímetros, encontrarás una zona rugosa (el denominado punto G) y puedes acariciarlo, darle ‘golpecitos’ como pulsaciones haciendo el movimiento de ‘ven aquí’. Si ella quiere, puedes introducir más dedos y aprovechar la base de la palma de tu mano para estimular el clítoris por fuera».
Por último, Cecilia Bizzotto señala una aclaración válida para masturbar a cualquier persona: «El objetivo no es el orgasmo. Una buena paja o unos buenos dedos no son aquellos que acaban en orgasmo, sino aquellos que te hacen sentir placer, descubrir áreas nuevas de tu cuerpo, te excitan y te provocan todavía más deseo de jugar con el otro».
