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De figura esbelta y tan alto que atrae miradas a su paso, Michal Novotný recibe a YO DONA en el spa del Hotel Mandarin Oriental Ritz. El reconocido fisioterapeuta checo admite sonriente, con cierta timidez y en fluido castellano que su vida, «con una camilla a cuestas», es interesante. Durante más de una década fue uno de los cinco profesionales oficiales del circuito de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales), atendiendo a figuras como Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal, para quien trabajó personalmente. Además de su labor con estas estrellas del deporte, Novotný ha tratado a ejecutivos de grandes corporaciones y a medio Hollywood. Chris Hemsworth, Keanu Reeves, Orlando Bloom o la española Ana de Armas están entre su cartera de clientes. «Todo ha surgido de forma natural, sin buscarlo. De un tratamiento puntual, que se resolvía rápido, al boca a boca».
Profesor y escritor
Novotny (Praga, República Checa, 9 de junio de 1974) completó su formación en Fisioterapia en la Universidad de Oviedo y posee un posgrado en Osteopatía. «Es curioso, porque entré en la ATP con mi mejor amigo de la carrera. Pasamos de estar pupitre con pupitre a tratar a la élite juntos», explica. Calcula que en sus años en el tenis habría realizado unos 28.000 tratamientos. De ellos, alrededor de 2.000 a pie de pista. Pura adrenalina. «Estaba lleno de dopamina. Era joven y tenía muchos sueños», relata.
Hoy continúa ofreciendo servicios especializados a nivel internacional y, desde hace ocho años, sus visitas a la capital son frecuentes como docente en la Universidad Europea de Madrid. «También doy charlas en empresas para minimizar los efectos de estar sentado durante muchas horas en la oficina». Se han hecho tan populares que, incluso, le han contactado para realizar estos monólogos en teatros.
Por si esto fuera poco, se trata de un prolífico autor, y algunos de sus libros son éxitos en ventas en la República Checa, como Sport je bolest (Deporte es dolor), donde explora cómo practicar deporte de manera saludable, minimizando el riesgo de lesiones y comprendiendo el papel del dolor como una señal útil en lugar de un enemigo. «A mí me gustaba mucho el mundo del kitesurf, también abrí una clínica en la bella isla de Tenerife. Pero tuve un accidente muy gordo. Me caí sobre la arena desde 10 metros de altura y me rompí varias vértebras». Puede parecer un hecho negativo, y lo es, pero resultó clave en su trayectoria para ayudarle a entender el dolor, físicamente y a nivel mental.
De un accidente a un método propio
«Dejé de sentir la mano y trabajé durante cinco horas diarias para recuperarme de forma intensiva». Un autotratamiento holístico que, tiempo después, le sirvió para sus pacientes VIP, basado en síntomas físicos pero incluyendo también la nutrición, el movimiento, el descanso y la salud mental. «Mi atención ha sido siempre personalizada, con una analítica y un programa de prevención«, describe.
Un día en Estados Unidos, al siguiente en Australia, a los dos días en Europa… Por el camino escribiendo, haciendo diapositivas… Escuchando cómo viajaba por todo el mundo, cuesta entender cuándo ha tenido a sus cinco hijos. «Este tipo de vida no es compatible con una familia, lo sé. No funcionaba. Y por eso tuve que tomar una determinación, porque me costó un divorcio». A los 40 cambió dopamina por serotonina. Ya con su segunda mujer regresó a Praga y le llamó hasta el Presidente del Gobierno. «Estas personas no quieren ir a ninguna clínica, así que terminé yendo a las casas y siendo el dueño de mi propio tiempo. Sin jefes y feliz, haciendo lo que me gusta: el trato de tú a tú».
Paralelamente, desarrolla cursos y seminarios para dejar su conocimiento a las nuevas generaciones. «Para que el día sea completo necesito dar energía a mi cabeza y a mi cuerpo». Por eso arranca la jornada nadando una hora y haciendo movilidad en su propio gimnasio y se acuesta leyendo y aprendiendo algo nuevo. «También escribo, que se ha convertido en una verdadera pasión, y dedico tiempo a mis hijos, al menos, a los que están conmigo, que otros están estudiando fuera».
Las lesiones de las celebridades
De izq. a dcha.: Ana de Armas, Keanu Reeves, Rafa Nadal, Orlando Bloom y Chris Hemsworth, pacientes de Michal Novotný.
A Novotný se le apoda el mago, sobrenombre que le puso Bloom durante el rodaje de la serie Carnival Row. «Este mundo es muy pequeño y se conocen todos». Chris Hemsworth se lesionó en Extraction y un mánager lo recomendó. De ahí surgió una colaboración de meses, hablando directamente con su cocinero para la dieta o con su preparador físico. Quedó tan contento que llegó a oídos de Liev Schreiber, que salía en Ray Donovan, su serie favorita y también la de su mujer. «No me imaginaba que acabaría tratándolo». Se hicieron amigos y se siguen escribiendo.
«Con Ana de Armas he estado trabajando para la película Ballerina, que estrena este año». Especifica por qué el tratamiento no es igual para el hombre que para la mujer: «Tengo muy en cuenta el calendario menstrual, porque los niveles de estrógeno y progesterona influyen en la flexibilidad articular. Se sabe que mejora a partir del día 14 y disminuye al final del ciclo, así que incluso para las pausas e intensidad hay que tener en cuenta su ciclo».
Con los años, se pregunta por qué estas estrellas le han elegido siendo tan introvertido, aparte obviamente de esas manos privilegiadas. «Me di cuenta de que mi discreción era la clave«. Asegura que trata a todo el mundo por igual, independientemente de la fama. Cuando una persona le cuenta su problema, crea ambiente. «Me pongo mis AirPods con playlist de Mozart, hago el tratamiento, recojo mi camilla y me voy». Un ritual sin pedir fotos ni apenas hablarles: «Les doy su espacio, lo demás sobra». Estas personas siempre son perseguidas por hordas de gente que quieren retratarles y saber sobre su vida. Para él, lo importante es que se encuentren bien. Eso genera un vínculo de confianza, reconoce: «Con Chris he hablado hasta de la educación de los hijos».
¿Es el mejor cuerpo que ha visto? Lo compara anatómicamente con el David de Miguel Ángel: «Tiene buena genética y mucha facilidad para ganar masa muscular. Eso es muy bueno para las películas». En apenas dos meses el enorme Thor encarnó a un piloto de Fórmula 1 que entraba en un minúsculo traje, expresa. «Su personalidad es ir siempre por encima del límite. Esa es su grandeza».
Sus consejos a la élite
Ganar un Grand Slam ante 50.000 personas con dolor o transformarse en un plató después de haber estado machacándose duro en un gimnasio. «En la cumbre, trabajando con un gran nivel de estrés, estas estrellas pueden lesionarse y esto tiene una gran repercusión emocional«. Es importante hacer entender al jugador o al actor que esa pausa forzosa puede aprovecharse en trabajar temas para los que no había cabida y fortalecer zonas débiles y, de esta forma, salir más fuerte. Los ganadores se recuperan más rápido que los perdedores».
Precisamente, vivió muy de cerca toda la presión a Nadal en España. «Da igual si es una lesión, cuándo te vas a retirar… Si siempre te preguntan sobre el mismo tema, te acabas cansando. Por eso para mí es el ejemplo de cómo debe ir por la vida un deportista muy reconocido. Hasta sus campañas están bien elegidas y sus valores son exportables para los niños». Con esto no quiere decir que haya que copiarle, especifica. «No hay que intentar replicar lo que hace nuestro ídolo en el gimnasio o lo que come el influencer que admiras para llegar a ser como él. De deporte se aprende mucho cuando es sano, pero también vemos cosas muy populares que no lo son tanto, como el odio o la falta de respeto a un rival. Por eso siempre me ha gustado esa actitud de Nadal inculcada por su tío Toni de jamás perder los nervios y romper una raqueta ante situaciones de estrés».
¿Qué deberíamos aprender de las rutinas de estos casos en la élite? Es un trabajo diario, no hay atajos, resume. «En primer lugar, la suplementación no es la base de la pirámide», responde Novotný, consciente de que mucha gente se fija en si toman o no creatina antes de las horas de dedicación al entrenamiento o a comer bien. «Lo fundamental para estar en forma es el ejercicio, la alimentación y el descanso. Los deportistas siempre intentan dormir pronto y respetar sus horas de sueño, son muy precisos con la dieta para tener rendimiento. Ningún complemento alimenticio va a hacer más que la hormona de crecimiento que produce el sueño».
Además, la suplementación debe ser pautada de forma muy individualizada. «Si te matas en el gimnasio sí necesitarás creatina, o si no hay nada de sol, vitamina D. Pero la gente no se debe obsesionar con eso, porque no se tiene que recuperar en dos días para un torneo». Alerta de que el cuerpo funciona globalmente y a veces puede ser contraproducente. «Hay que ser minimalista, porque por tomar suplementos no vas a contrarrestar el azúcar que tomas a diario».
Movimiento y descanso
La falta de movimiento es, bajo su punto de vista, el gran mal de nuestros días. Anima a combinar ejercicios de fuerza y resistencia con ejercicio cardiovascular y flexibilidad. «Los psiquiatras recomiendan actividad física a las personas en depresión, porque mejora la salud mental. Pero a la gente le cuesta mucho sudar la camiseta, prefiere estar sentada de la silla del trabajo al sofá. Pero a nivel metabólico, a partir de los 30 años, es indispensable levantarse al menos una vez cada hora a estirar las piernas». Todos tenemos un jefe interno, dice. «Cuatro minutos de sentadillas ya te hacen ser menos frágil». Nuestro cuerpo está diseñado para caminar y correr. «Por cada 10 grados de inclinación de nuestra cabeza, duplicas su peso y así se contracturan los músculos. La tecnología nos hace la vida más fácil, pero menos saludable y, si no nos damos cuenta, vamos a acabar todos en una camilla tumbados pidiéndole todo a un súper ordenador».
Por eso, su innegociable cada día es dar trabajo a los músculos. «Cuanto más movimiento tienes, mejor será para tu futuro. Es como un plan de pensiones para la jubilación». En cuanto a la alimentación, recomienda comer menos. «Mucha gente tiene un desbalance energético porque no sabe quedarse con hambre. Hay que acostumbrar al cuerpo, porque subestimamos lo que comemos y sobrevaloramos el ejercicio que hacemos». Por último, anima a apagar la calefacción y el aire acondicionado. No se trata sólo de sauna y duchas frías. «Sufrimos mucho por el calor y el frío, nos estamos acomodando». El cuerpo recuerda, concluye. «Si lo tratas bien en todo sentido, no solo entrenando, sino también comiendo y descansando como se debe, te lo va a devolver».