La coalicin de gobierno del primer ministro polaco, Donald Tusk, se ha enfrentado este domingo a la primera prueba en las urnas desde que el pasado octubre desplazara del poder al partido Ley y Justicia (PiS) del ultranacionalista Jaroslaw Kaczinky. Los resultados de las elecciones municipales se darn a conocer el lunes, pero aunque Tusk y sus aliados logren extender y consolidar sus posiciones en el pas, como apuntan algunos sondeos, las tareas de gobierno no les resultarn ms fciles.
Segn los sondeos a pie de urna, el mejor resultado en las elecciones a las asambleas lo obtuvo el PIS , con el 33,7% e los apoyos, seguido de la Coalicin Cvica (KO) de Tusk, con el 31,9% . El tercer puesto fue para la Tercera Va, con el 13,5% de los votos. Los siguientes puestos fueron para la Confederacin (7,5%) y la Izquierda (6,8% ) electorales (3,9%).
El PiS, atrincherado en las zonas rurales, quiere revancha y tras nueve aos de mayora absoluta, ha dejado en herencia un entramado de leyes y reformas difcilmente reversibles. Tusk tiene asegurada la legislatura, pero necesita expulsar al PIS de sus reductos locales para aligerar el poder desmantelar el Estado iliberal que construyeron.
«Estas elecciones locales son tan importantes como las del 15 de octubre», dijo Tusk en un mitin en Cracovia. «Si no ganamos, la tendencia puede invertirse». Tusk apelaba a esa parte del electorado que, con el PiS fuera del Gobierno, ha dejado de ver a los nacionalistas como una amenaza y podra abstenerse de ir a votar.
Los sondeos sugieren que tanto el PiS como el conjunto de la derecha populista obtendrn buenos resultados y, ms all de la idiosincrasia de este pas, en parte se deber a la falta de unidad en el Gobierno de Tusk. Las tres agrupaciones que forman la coalicin se presentan con candidaturas separadas con el objetivo de mejorar sus posiciones.
«Los resultados de estas elecciones afectarn al equilibrio de poder dentro de la coalicin gobernante, en cuanto a la dotacin de personal de los distintos ministerios, la direccin poltica, etc.», aventura, Rafal Chwedoruk, politlogo de la Universidad de Varsovia.
El PiS lleva dcadas sin ganar las elecciones de ninguna ciudad de ms de 100.000 habitantes, aunque suele obtener un nmero de votos en todo el pas similar al de PO: alrededor de un tercio, que es exactamente lo que proyectan las encuestas ms recientes. Irnicamente, el PiS decidi retrasar las elecciones locales el ao pasado, cuando an tena esperanzas de retener el poder en las nacionales, y pensaba aprovechar ese impulso para obtener mejores resultados en las ciudades, pero su derrota el ao pasado en las urnas podra ahora perjudicarles.
Tusk lleg al poder en octubre con la promesa de invertir el retroceso democrtico, impulsar los derechos de las mujeres y las minoras y reparar los lazos con la Unin Europea. Desde entonces, ha logrado desbloquear miles de millones de euros de fondos que haban sido congelados por Bruselas por motivos relacionados con el Estado de Derecho y ha puesto en marcha reformas radicales de los tribunales y los medios de comunicacin estatales, si bien algunas de sus medidas despiertan serias dudas en Bruselas.
El acerbo de la coalicin de Tusk en estos meses ha quedado sin embargo diluido por las ambiciones partidistas de sus integrantes y choques ideolgicas en asuntos como el aborto. Hasta el punto de que el presidente del Parlamento, Szymon Holownia, retras un debate sobre la liberalizacin de la legislacin sobre el aborto hasta despus de las elecciones. Holowina, democristiano, es lder del partido Polonia 2050 y, por tanto, parte del Ejecutivo.
Para el PiS, las elecciones eran una prueba clave para un partido que no asimila su prdida de poder y prepara el contrataque a travs de la renovacin. Incluso Kaczynski, de 74 aos, est siendo cuestionado por los nuevos delfines a causa de su edad. Pero, el lder, con siete millones de polacos apoyando el partido que creo a su imagen y semejanza, tiene an batallas que librar y tras las municipales llegan las europeas.
