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Cuando llega el verano, y el calor y el sol se vuelven compañeros inseparables de nuestro día a día, es necesario modificar nuestra rutina de belleza para adaptarla al buen tiempo. Muchas personas aún no conocen qué tratamientos o cosméticos siguen siendo recomendables para llevar a cabo en esta época del año y cuáles es mejor dejarles descansar porque pueden conllevar riesgos para la piel.
El aumento de temperatura, la exposición prolongada al sol y los cambios en la rutina influyen significativamente en la elección y los resultados de los tratamientos de belleza. Además, estamos en el momento del año en el que realizamos más maletas y es fundamental saber qué llevar en nuestro neceser de viaje. Por ello, es importante saber que hay algunos productos que son fotosensibles por lo que pueden no tener efecto si les da el sol o, incluso, llegar a ser peligrosos produciendo manchas, irritaciones o quemaduras.
Si tenías pensado coger cita en algún centro de estética o necesitas una ayuda para seleccionar qué cosméticos utilizar durante las próximas semanas, desde THE OBJECTIVE te vamos a recomendar qué tratamientos son aptos durante el verano y a cuáles debes de dar vacaciones hasta la llegada del otoño.
Tratamientos recomendables en verano
Durante los meses más cálidos, la piel se vuelve más vulnerable a la radiación solar y a la deshidratación. Por eso, la Dra. Sêco aconseja optar por procedimientos suaves, no fotosensibilizantes y que no precisen de tiempo de recuperación. «Los tratamientos inyectables, como vitaminas, aminoácidos o la aplicación de toxina botulínica, son opciones seguras y eficaces durante el verano», detalla.

La experta también recomienda realizar tratamientos faciales de mantenimiento que tengan una acción hidratante y antioxidante. «Estos protocolos ayudan a reforzar la barrera cutánea y a proteger la piel del daño solar, sin comprometerla ni sensibilizarla», puntualiza.
Aunque sean tratamientos seguros para llevar a cabo en verano, eso no significa que nos olvidemos de algunas precauciones y cuidados que tenemos que tener en cuenta como medidas preventivas. La doctora Sêco recomienda los siguientes:
- Evitar una exposición directa al sol en las 48 a 72 horas siguientes a la intervención.
- Usar obligatoriamente un protector solar de amplio espectro.
- Mantener la piel bien hidratada en todo momento.
- Evitar el contacto con el agua de la piscina o del mar durante los primeros días.
- En algunos casos, suspender temporalmente el uso de activos AHA (como alfahidroxiácidos y retinoides), que pueden sensibilizar la piel y aumentar el riesgo de aparición de manchas.
Tratamientos a evitar con el buen tiempo
Hay otros procedimientos que no son recomendables para llevar a cabo en verano y que es mejor posponerlos hasta el otoño. Según la especialista, los procedimientos más agresivos que deben evitarse son aquellos con mayor riesgo de fotosensibilidad, como los peelings o láseres fraccionados. Durante estos meses la exposición al sol es más alta por lo que «el riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria es mucho mayor en verano, incluso con una protección solar estricta». Por ello, estas propuestas deben de dejarse para épocas de menor exposición solar.

Pero no hay de qué preocuparse. Para quienes quieran seguir cuidándose sin comprometer la salud de su piel, existen alternativas completamente seguras a estos tratamientos durante el verano. Aquellos protocolos que utilizan mesoterapia para la aplicación de ácido hialurónico, vitaminas, minerales y aminoácidos pueden ser un buen recurso para estas semanas. También podemos utilizar tecnologías menos invasivas, como la radiofrecuencia para la piel más fina o los ultrasonidos para el exceso de grasa facial. «Estas opciones promueven resultados progresivos y sutiles, con baja o nula fotosensibilidad, y son ideales para mantener la estimulación de la piel sin riesgos añadidos», explica la experta.
Además, la doctora Sêco apunta que los tratamientos con más éxito durante los meses de verano son los relacionados con la toxina botulínica para alisar las arrugas o los tratamientos faciales con efecto flash.
¿Aprovechar las vacaciones para un injerto?
Los injertos de pelo son uno de los tratamientos de belleza masculino que más éxito alcanzan en los últimos años. Sin embargo, muchas personas no saben si pueden hacerse esta intervención durante el verano. «Es cierto que se deben extremar las precauciones en cuanto a la exposición solar, pero las indicaciones posoperatorias son las mismas que cuando se realiza un injerto capilar en invierno», expone el doctor Walker, de Hospital Capilar.
Otro de los elementos que influyen en verano es el sudor porque puede afectar al resultado del injerto. La causa está en que irrita el cuero cabelludo generando un ambiente propenso al desarrollo de infecciones. Además, también puede alterar el proceso de cicatrización. Es por este motivo por el que, cuando se realiza esta intervención, se recomienda no hacer deporte durante las primeras semanas.

Aunque se puede aprovechar las vacaciones para realizarse un injerto capilar, hay que extremar los cuidados con respecto a otras épocas del año. Hay que limitar los baños en piscinas y playas durante el primer mes, ya que la salinidad del mar y el cloro producen irritación en el cuero cabelludo.
En cuanto a la protección solar, lo recomendable es emplear fotoprotectores en forma de brumas o polvos. «También hay que hacer uso de otras protecciones, como gorras o sombreros, que podemos usar a partir del décimo día», añade el experto.
Ácido retinoico y retinol durante el verano
Si pasamos a nuestros cuidados diarios, es hora de poner el foco de atención en los activos de nuestros cosméticos. El primero a tener en cuenta es el ácido reinoico que suele estar presente en productos anti acné o para combatir algunos signos de envejecimiento como las manchas. Resulta que es un componente fotosensibilizante por lo que no deberías de usarlo en verano. Y, si lo haces, tendrías que evitar exponerte al sol y reducir su concentración. Su tolerancia al sol es muy poca por lo que puede llegar a producir descamación, enrojecimiento e irritación en la piel.

El retinol es otra de las grandes dudas. La verdad es que se puede seguir usando en verano pero es mejor hacerlo en las rutinas nocturnas y utilizar protección solar a lo largo del día. Este activo se dedica a exfoliar la piel por lo que la deja más desprotegida y puede sufrir quemaduras o manchas. Por esta razón, también se recomienda bajar su concentración o utilizarlo menos días a la semana.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que, si no estás usando retinol en estos momentos, lo mejor es no introducirlo en tus cuidados hasta el otoño. Estamos hablando de un ingrediente que ya exige de una cierta precaución a la hora de utilizarlo porque puede resultar irritante en cualquier época del año.
Otros activos de los que prescindir
El ácido salicílico es otro de los elementos que exfolia y deja la piel más desprotegida por lo que hace necesario extremar la protección solar. Es un ingrediente muy utilizado en cuidados contra el acné y, como sucedía con el retinol, si no se ha usado hasta el momento es mejor no iniciarse durante el verano. Aquellas personas que sí lo usan de manera habitual, pueden ser más cuidadosas utilizando una protección solar alta y no exponiéndose directamente a los rayos solares.
La Vitamina C está muy presente en los cosméticos porque es un ingrediente antiedad muy bueno y activa la producción natural de colágeno. Sin embargo, es fotosensible, lo que significa que debido a la luz se oxida y puede ensuciar los poros. En verano, lo mejor es seguir usándolo de manera nocturna para evitar la exposición al sol y protegerse con protección solar. Es la mejor manera de seguir aprovechándonos de todos sus beneficios ya que también actúa como exfoliante, regula la humedad de la piel y nos protege de los radicales externos.

El ácido glicólico, como otros AHAs como el mandélico o el cítrico, no es fotosensible. Sin embargo, al producir una renovación celular deja la piel demasiado expuesta a los daños de la radiación solar. Si forma parte de nuestra rutina de belleza, y no tenemos problemas de irritación, podremos seguir usándolo en verano. Lo recomendable es bajar las concentraciones o dejar descansar la piel a lo largo de las semanas de vacaciones donde estaremos más expuestos al sol. Por supuesto, la protección solar sigue siendo imprescindible.
Por último, ten mucho cuidado con los perfumes en verano. Seguramente no sepas que si tenemos previsto visitar la playa o exponernos al sol no podemos utilizarlos. La razón es que algunos de sus ingredientes, al contacto con los rayos, pueden activar la aparición de manchas solares.