Es el verso suelto de una saga histórica -los Lozano-, un tipo singular, un bohemio irredento y un conversador inextinguible. Manolo Lozano (Alameda de la Sagra, Toledo, 1930) se convirtió en matador de toros a los 40 años por una extraña carambola, en la plaza de Tánger (Marruecos) que él mismo gestionaba, de manos de Manuel Benítez «El Cordobés». Un cóctel fantástico. Pero hay más: lo quisieron emborrachar la noche antes, le echaron polvos pica
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