Table of Contents
El bailarín y coreógrafo dominicano Marcos Taveras llegó al mundo de la danza desde adolescente y ha sido su oficio de toda la vida.
Nativo de Santiago de los Caballeros, en su trayectoria ha montado las coreografías y dirección artística de muchos segmentos aclamados de Premios Soberano, al igual que conciertos masivos de artistas como Manny Cruz, Eddy Herrera, Fernando Villalona y a nivel internacional con Natti Natasha.
Por si fuera poco, tiene su cuota en los dos Récord Guinness de merengue y bachata que ganó República Dominicana.
Marcos Taveras, que no es muy dado a ofrecer entrevistas a pesar de su amplio bagaje artístico, expresa a Diario Libre que hay que agotar los procesos para lograr el éxito.
«Como todo en la vida, uno toma su ticket y aprende a aguantar un poquito la respiración. Primero fui estudiante, luego de bailarín, pasé a ser profesor de diferentes academias y después entré al mundo de la coreografía», cuenta el joven que innovó en los segmentos urbanos de Premios Casandra y después de Premios Soberano.
El año pasado hizo las coreografías de «Dominicano de Corazón» de Manny Cruz; «Agradecido de Eddy Herrera», «La historia continúa» de Miriam Cruz y «Fernando Villalona en Chavón», todos nominados en la pasada gala de premio. En esta entrevista, cuenta más.
—¿Cómo nace tu amor por la danza y la producción?
Mi formación inicia de manera empírica, es una pasión que tengo desde niño. Comencé participando en festivales a nivel nacional y en concursos de televisión. Luego de ahí paso a formarme en diferentes lugares: Ballet Concierto Dominicano, de la mano de Juan Fidel Mieses. También, con Isadora Bruno en danza contemporánea y urbana. Entonces fui descubriendo este arte.
A nivel internacional fui bailarín de Wisin y Yandel, J Balvin, Daddy Yankee, Luis Fonsi, Olga Tañón…
—Has estado detrás de los importantes musicales en Premios Soberano…
Mi historia en estos premios se remonta en los Casandra de 2003 como bailarín. Para el 2010 en los todavía Casandra debuté como coreógrafo invitado de la mano de mi colega Iván Tejada y formé lo que fue el primer musical urbano que se hizo en este país: «Corazón de calle» en el que cantaron Mozart la Para, Villano San, Secreto, Black Jonas Point y Milka la más dura, entre otros. En 2018, paso a ser coreógrafo oficial de planta en las entregas de Alberto Zayas. Es allí cuando monto los famosos musicales de Don Miguelo, Mozart, Chimbala, Natti Natasha y Ozuna. Esta labor la repetí en 2019 y 2023. Pero no me he quedado en lo urbano. Monté los musicales de Manny Cruz, Yiyo Sarante y Alá Jaza; el in memorian a Johnny Ventura el año pasado.
—Con todos estos logros, ¿por qué has estado bajo perfil?
(Risas). Si bien es cierto que sin bailarines no hay show, también es que vengo de una generación donde nos concentramos mucho en el trabajo, nos concentramos mucho en hacer las cosas bien y quizás no en la inmediatez de la publicación.
No voy a decir mi edad, pero vengo de una cultura diferente, de una cultura donde prefiero el aplauso del público a salir a decir que me aplaudan.
—¿Cuánto tiempo se toma montar el baile de un espectáculo?
Tomando en cuenta los más recientes, «Dominicano de corazón» de Manny y «Agradecido» de Eddy Herrera, debo decir que es un trabajo en equipo. La preproducción me toma un tiempo más largo, así como la música, detalles y vestuarios. Pero ya la parte de la creatividad real me toma usualmente dos semanas desde cero. Cuando ya me entregan la música y escucho al productor o productora qué quiere a nivel general, empiezo a fluir.
—¿Qué significa tu equipo de bailarines?
La preparación de mis bailarines es mas allá de la excelencia. En mi primera vez como coreógrafo de planta en Premios Soberano 2018 yo monté dos musicales en tres días. Con bailarines de gran calidad, tu optimizas el tiempo en vez de alargar los días de ensayo.
—¿Ves interés en los jóvenes en este tipo de danza?
Mira, el baile comercial, por decirlo así, que es lo que llamamos el baile popular, ha estado por encima a nivel de expectativa porque genera dinero constante. Si eres bailarín popular trabajas el año entero.
Claro que el interés es constante porque ¡el bailarín quiere bailar! Se prepara en una academia para subirse al escenario. Cada vez que hago un masterclass llegan decenas de bailarines nuevos que quieren su oportunidad. Algo que lamento es que hayan quitado el renglón de «Coreógrafo popular», porque no puede ser que diez coreógrafos trabajemos el año completo en los principales eventos y nadie se entere.
Mi recomendación a los jóvenes es prepararse en diferentes estilos para llegar a la visualización de los coreógrafos. La primera exposición son las clases.
—¿En qué has innovado para mejorar la experiencia en vivo?
Una vez en escena la adrenalina y el estrés corren a mil. Hago uso de la tecnología y creo que soy el primer coreógrafo que ha puesto a los bailarines con comunicación en escenarios. Aquí los bailarines por lo general no usan In Ears para bailar, los míos sí. Les digo ´vamo´ a esto, corten aquí, sigan al artista´, hablo con los directores. Por eso quizá es la limpieza de los shows, porque están todo el tiempo comunicados.
Mi esposa, Valerie Cabezas, es mi mano derecha. Ella hace la logística y es la road manager de Manny. Mi suegra, Luz Dari, es diseñadora y hace la ropa de la mayoría de los shows en los que estoy. Tengo un equipo base de 10 bailarines.
—¿Qué reflexión tienes de tu recorrido profesional?
Yo considero mi trayecto maravilloso, por el regalo que me da Dios de poder vivir de lo que amo. Desde el momento en que conocí este arte, con 16, 17 años, toda la vida es lo que he hecho, es lo que he trabajado, no he hecho más nada. Gracias a Dios he podido vivir de eso, sostener a mi familia, conocer medio mundo y disfrutar de esa gran bendición que Dios me ha dado.
-¿Cómo cerrarás este año?
Ahora en verano retomamos la gira de Natti Natasha. Estaremos en el suelo europeo con ella haciendo un pequeño tour. A ella le gusta que los bailes tengan ese toquecito criollo y estrenó una bachata. Luego de esto vienen hasta el momento dos conciertos que no puedo mencionar, pero es internacional.
-¿Qué sigue de Marcos Taveras?
Me gusta la parte de producción, me encanta el escenario, la logística del show, el montaje desde cero, lo que la gente viva. Tú sientes la gente gritar, la emoción de cuando las cosas salen bien. Ya he sido bailarín, profesor, coreógrafo, director artístico, ahora quiero terminar de dar el último escalón en mi carrera por decirlo así, que sería ´production manager´, quien es el que crea y monta todo el espectáculo de un artista.