María Blasco, directora científica del CNIO, ha rechazado responder por qué su pareja e hijo viajaron con ella a su viaje al Ártico dentro de la actividad de CNIO Arte, como contó en exclusiva THE OBJECTIVE. Tras una pregunta de este medio durante una rueda de prensa en la sede del centro, Blasco no ha querido aclarar esta pregunta, limitándose a responder que «no estoy aquí para contestar preguntas personales». La responsable del centro ha agregado simplemente que «ningún gasto de mi familia tiene que ver con el CNIO». La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas se llevó a su pareja, Ruth Toledano, y a su hijo menor de edad, A.S., a su polémico viaje, que realizó en agosto de 2023, y el cual tuvo un coste de 6.503 euros para las arcas del CNIO.
María Blasco ha convocado este martes a la prensa tras las últimas informaciones publicadas por este y otros medios acerca de su gestión. Durante el encuentro, la directora señala al director gerente del centro, Juan Arroyo, de las irregularidades del centro y asegura que está siendo víctima de una «campaña de acoso»: «Él tiene las competencias económicas y de contratación […]. Para que el CNIO sea ejemplar, el gerente también tiene que ser ejemplar, en la forma y en el fondo», ha agregado, asegurando que durante diferentes Gobiernos ha habido una petición «reiterada» de cambio de gerente «que nunca se ha producido».
Denuncia ante la Fiscalía
Por otro lado, María Blasco, que ha descartado dimitir, ha asegurado que la bicefalia del CNIO es un «problema» para el centro y «ahora se ha visto que también para mí», ha indicado, asegurando que acudirá a la Fiscalía con una denuncia para cambiar el modelo bicéfalo del centro, pero no ha querido esclarecer en qué cosiste la denuncia. Además, ha informado que está preparando un informe específico al Ministerio de Ciencia e Innovación donde pide al patronato que «investigue el origen de esta campaña». También ha anunciado que este lunes pidió una reunión con la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, para detallar la situación actual, además de una auditoría al Defensor del Pueblo.
Por otro lado, ha defendido que ella siempre «ha dado la cara» ante los medios y los investigadores del centro –la semana pasada convocó a los trabajadores del CNIO para dar explicaciones–, en contra de lo que ha hecho Juan Arroyo. «Él no ha dado la cara, ni ha concedido entrevistas, ni ha dado ruedas de prensa. Ustedes conocen mi cara, es la imagen del CNIO, pero yo solo soy la directora científica».
Con respecto a su contrato, asegura que no es ilegal, como apuntan algunos compañeros, y aclara: «El contrato ha sido hecho por el patronato del CNIO, yo no me pago mi contrato, me lo paga el Ministerio. Es legal, aprobado por el patronato de forma unánime». No obstante, como adelantó este medio, Hacienda alertó al CNIO cuatro veces de que el contrato de su directora no podía ser indefinido.
En los últimos días, las peticiones de dimisión en el centro que dirige se han intensificado con un manifiesto al que se están adhiriendo ayudantes de investigación, técnicos o demás personas del instituto oncológico. Durante su interlocución, Blasco ha hecho una férrea defensa de su gestión en el instituto de investigaciones, el cual dirige desde junio de 2011. Este encuentro con la prensa llega tras una convocatoria con sus subordinados para dar explicaciones por los mismos motivos. En esta ocasión tuvo que responder a las preguntas de sus compañeros. Cuatro investigadores que le preguntaron sobre CNIO Arte, los sobresueldos, la inequidad de salarios o el estado de las infraestructuras críticas.
