Después de 13 largos años de incertidumbre, María Virginia Dorrejo finalmente pudo abrazar a su hijo, Dorian Streit (Pochi), quien supuestamente fue secuestrado por su padre, el suizo Marcos Aurelio Streit, el 11 de marzo de 2011, cuando tenía apenas ocho años, en la provincia Puerto Plata.
María Virginia, abogada de profesión, compartió el conmovedor reencuentro a través de sus redes sociales, el cual estuvo lleno de lágrimas de alegría y un abrazo intenso, poniendo fin a una búsqueda incansable que nunca cesó.
A medida que la imagen de su hijo se desvanecía con el tiempo, María decidió actuar. Con la ayuda de expertos, creó una proyección de cómo podría verse Dorian en la actualidad, lo que ayudó para avanzar en la búsqueda y mantener viva la esperanza de encontrarlo.
«Con gran alegría, comparto con ustedes que finalmente he encontrado a mi hijo Dorian», escribió ayer, miércoles, en sus redes sociales.
María expresó que el camino hacia el reencuentro no fue fácil. Durante años, enfrentó innumerables obstáculos, recibiendo respuestas que no llevaban a ninguna parte, y puertas cerradas. Sin embargo, su amor de madre, inquebrantable y eterno, la impulsó a seguir adelante.
Manifestó que, a lo largo de todo este tiempo, su fe en Dios fue su ancla. «Dios ha sido fiel, y a Él le doy toda la gloria y honra por siempre».
La historia contada por María
En sus redes sociales, María compartió que conoció al padre de sus hijos en el año 2000 en una oficina de abogados donde trabajaba. Pasaron un tiempo conociéndose y luego se casaron.
Narró que después de la boda, tardaron un año en tener a Dorian. Explicó que desde entonces, Marcos cambió de manera abrupta, mostrándose posesivo y discutiendo frecuentemente con su hijo mayor, fruto de una relación anterior.
«Él se molestaba mucho por todo, incluso por cosas que quizás no tenían importancia. Cuando sientes que una relación no avanza como debería y por el bienestar de todos, especialmente de los niños, a veces es mejor separarse», dijo María.
La situación se agravó cuando María le pidió el divorcio, y ambos lucharon por la custodia de Dorian. Finalmente, Marcos solo podía tener al niño los fines de semana.
En uno de esos fines de semana, Marcos le dijo a María que llevaría a Dorian a Samaná, pero le mintió. En realidad, se lo llevó a Costa Rica utilizando documentos falsificados. Las autoridades localizaron su paradero en ese país y lo trasladaron bajo custodia para que enfrentara a la justicia dominicana. Marcos alegó que quería estar con su hijo.
Mientras estaba detenido, el 11 de marzo de 2011, en el Palacio de Justicia de Puerto Plata y bajo la supervisión de las autoridades, Marcos se escapó y volvió a llevarse al niño.
«Me llamó la secretaría de la fiscalía preguntándome por el niño, y yo le respondí que ya lo tenían. Ella me dijo que no, que el niño había entrado al baño y no estaba allí», relató María. Desde entonces empezó la búsqueda incansable, protestas, carteles por cada rincón de la provincia e incluso en varias zonas del país.
También, los noticiarios se hicieron eco de la búsqueda al igual que la red social Facebook, la cual era la más popular en ese entonces.
María realizó búsquedas por su cuenta, viajando incluso a Haití y Bolivia, a pesar de no tener información concreta sobre su hijo. Durante la pandemia, recibió imágenes del suizo junto a Dorian en un pequeño pueblo de Perú, lo que reavivó sus esperanzas de encontrarlo.
La abogada viajó hasta allí, pero lamentablemente llegó demasiado tarde, ya se habían marchado. Cuando arribó al pueblo de Iquitos, situado en la selva peruana, le informaron que ellos vivían en esa área y se dedicaban a trabajos agrícolas. Allí no había internet, ni señal, ni nada de tecnología.
Finalmente, María encontró a su hijo. Aunque reconoce que aún quedan muchas preguntas sobre su hallazgo, ha solicitado que se respete su privacidad y la de él en este momento tan emotivo.