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La pasión no es solo una chispa que enciende nuestro entusiasmo, sino un motor que puede transformar nuestras vidas y prolongarlas. Así lo explica el médico, conferencista y autor Mario Alonso Puig, quien desvela el impacto profundo que tiene encontrar aquello que nos apasiona para vivir más y, sobre todo, mejor.
Según Puig, las personas que descubren y cultivan una pasión no solo disfrutan de una mayor longevidad, sino que experimentan una vida más rica y significativa.
¿Cuál es el mayor obstáculo para vivir con pasión?
Una de las barreras más comunes para abrazar una pasión, señala Puig, es el miedo. Tememos involucrarnos profundamente porque sabemos que una posible caída puede ser dolorosa.
Este temor puede paralizarnos y llevarnos a vivir de forma contenida, limitando nuestro potencial y nuestras posibilidades de experimentar verdadera plenitud.
Sin embargo, Puig propone un cambio de mentalidad: en lugar de temer la intensidad de la pasión, debemos aprender a verla como una oportunidad para crecer y transformar nuestra existencia.
«Pensar en grande comienza con sentir en grande»
Para Puig, la clave está en sentir en grande. Si somos capaces de dejarnos llevar por nuestras emociones más profundas y auténticas, nuestra forma de pensar también cambiará.
Sentir en grande nos impulsa a pensar en grande, a abordar la vida con mayor amplitud de miras, creatividad y confianza. La pasión es ese puente que conecta nuestras emociones con nuestras acciones, llevándonos a niveles más altos de rendimiento y satisfacción personal.
Cuando estamos apasionados, nuestro cerebro entra en un estado diferente: opera con mayor velocidad, profundidad y enfoque.
Este estado no se limita a perseguir el reconocimiento externo o los aplausos de los demás. Más bien, se trata de una pasión interna, una que nos mueve a crear, contribuir, ayudar, innovar y enamorarnos de lo que hacemos.

¿Dónde podemos encontrar esa pasión?
Uno de los puntos más importantes que resalta Mario Alonso Puig es que la pasión no es algo que venga de afuera. Nadie puede dárnosla.
Es una fuerza que nace desde dentro de nosotros y que está intrínsecamente conectada con nuestros valores, intereses y propósito en la vida.
Encontrar nuestra pasión requiere un trabajo de introspección y autoconocimiento. ¿Qué nos emociona? ¿Qué actividades nos hacen sentir vivos y conectados? Estas son las preguntas que debemos hacernos para identificar aquello que nos mueve realmente.
Además, Puig destaca que la pasión no debe ser egoísta ni egocéntrica. No se trata de brillar para que otros nos reconozcan, sino de contribuir, construir y dejar un impacto positivo en el mundo. Una pasión auténtica nos lleva a dar lo mejor de nosotros mismos en beneficio de los demás y de nosotros mismos.
Pasión y ambición: una combinación que da sentido a la vida
La pasión, según Puig, es el combustible de la ambición. Pero no se trata de una ambición vacía o superficial, sino de una que tiene un propósito claro.
Una persona apasionada no solo desea alcanzar metas; desea crecer, mejorar, aportar y crear algo significativo. Es esta combinación de pasión y ambición la que hace que la vida tenga sentido.
Cuando encontramos nuestra pasión, nuestra percepción del tiempo cambia. Los días dejan de ser monótonos y se llenan de entusiasmo. Las dificultades ya no son obstáculos insuperables, sino desafíos que aceptamos con energía y determinación.
Beneficios físicos y mentales de la pasión
Además del impacto emocional, la pasión también tiene beneficios tangibles en nuestra salud física y mental. Diversos estudios han demostrado que las personas que tienen un propósito claro y disfrutan de actividades que les apasionan suelen:
- Tener menor riesgo de enfermedades cardiovasculares: la pasión reduce el estrés y fomenta un estado mental positivo, lo que protege al corazón.
- Vivir más tiempo: sentirnos conectados con algo que nos entusiasma aumenta nuestra longevidad, ya que mejora nuestra calidad de vida y nuestro sistema inmunológico.
- Mantener una mente más ágil: la pasión estimula el cerebro, fomenta la creatividad y mantiene nuestras capacidades cognitivas en buen estado durante más tiempo.
- Reducir el riesgo de depresión: hacer algo que nos gusta nos ayuda a combatir pensamientos negativos y a encontrar sentido en la vida, incluso en momentos difíciles.
¿Cómo encontrar y cultivar tu pasión?
Si aún no tienes claro cuál es tu pasión, Mario Alonso Puig sugiere algunos pasos prácticos para descubrirla:
- Explora tus intereses: dedica tiempo a probar cosas nuevas, desde aprender un idioma hasta practicar un deporte o desarrollar una habilidad artística.
- Escucha tu intuición: presta atención a las actividades que te generan emoción, entusiasmo y una sensación de conexión contigo mismo.
- Enfócate en el impacto: piensa en cómo tus habilidades y talentos pueden contribuir al bienestar de los demás. Esto te dará un propósito más profundo.
- Permítete fallar: no tengas miedo a equivocarte o cambiar de dirección. La pasión es un camino, no un destino fijo.