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Casi tres semanas después de que la Guardia Civil localizase la salida del narcotúnel en Ceuta por el que presuntamente organizaciones criminales colaban alijos de hachís desde Marruecos para después transportarlos hasta la Península por vía marítima, las autoridades del país alauí no han encontrado todavía el acceso a esa profundidad de más de 50 metros al otro lado de la valla. Es decir, se sabe por donde salían los fardos la droga, pero no por dónde entraban. Al parecer, los trabajos que han hecho en las últimas semanas tanto unidades de seguridad marroquíes como de protección civil no han dado ningún fruto. Este miércoles los agentes regresaron para inspeccionar el terreno y realizaron distintas mediciones en algunas zonas del perímetro fronterizo, pero sin ningún resultado o, al menos, sin comunicarlo, según revelan a THE OBJECTIVE fuentes del instituto armado.
Los efectivos marroquíes estuvieron revisando la parte más próxima a las casas ubicadas frente al polígono del Tarajal, donde los investigadores hallaron el narcotúnel en una nave abandonada el pasado 19 de febrero, así como en una zona de espesura que permanecía cerrada en la que ya habían estado previamente usando radiales y haciendo fotografías. Aunque la falta de esclarecimiento en la investigación por parte de Marruecos resulte llamativa, las fuentes consultadas señalan que las continuas lluvias en la zona no han permitido acelerar los trabajos. Tampoco en el caso de la Guardia Civil. Los agentes de la Unidad de Subsuelo también tuvieron que parar sus servicios al no poder asegurar la zona por la que pretendían hacer la prospección.
Una zona «custodiada por el Ejército marroquí»
Por el momento, los agentes españoles continuan con las labores de achique de agua del interior, pero el objetivo es que crucen de Ceuta a Marruecos a través del túnel para llegar hasta la entrada del mismo, aseguran fuentes policiales. La Guardia Civil, no obstante, no lo hará hasta que se garantice la seguridad de los efectivos y tenga la autorización del país vecino. Por su longitud y ubicación, se entiende que la mayor parte que comprende la galería está en Marruecos. España, advierten las mismas fuentes, «no quiere bajo ningún concepto vulnerar la integridad territorial» y menos en un momento en que se sospecha «que la salida del túnel podría estar en una zona custodiada por el Ejército marroquí». «Esta habiendo mucha prudencia por parte de ambos países», insisten.
Desde la Guardia Civil, otras fuentes advierten de la imposibilidad, tres semanas después, de que Marruecos no sepa donde está la salida del túnel y advierten de que se espera que el caso derive en la implicación de muchas personas, algunas del más alto nivel, sobre todo por la gran obra de ingeniería que se hizo para construir el narcotúnel. Pese a esto último, en el lado español celebran que el país vecino esté cooperando en la investigación, instruida por el Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional. Hasta ahora, las comunicaciones entre un lado y otro de la valla son continuas, se han intercambiado datos y el Gobierno marroquí ha movilizando a personal de distintas instituciones para hallar la galería.
¿Cuánto tiempo estuvo activo?
El narcotúnel de 50 metros de largo que conecta Marruecos y Ceuta estuvo activo durante al menos dos años. La Guardia Civil cree que las organizaciones criminales que están detrás de esta obra de ingeniería utilizaron la galería subterránea para introducir grandes alijos de hachís desde el momento en que la nave industrial dejó de tener actividad, a comienzos de 2023, según explican a este periódico fuentes próximas a la investigación. Situada en el polígono industrial del Tarajal, limítrofe con el perímetro fronterizo, la empresa, denominada Nene, se dedicaba a trabajos de marmolería. La Guardia Civil investiga también quién es el actual propietario para saber también si estaba conectado o no con la red de tráfico de droga.
La titularidad de esas naves no está clara, han cambiado de manos muchas veces», advierten las mismas fuentes a este periódico. La investigación, coordinada por la Audiencia Nacional, culminó su tercera fase con el hallazgo de este túnel por el que las organizaciones pasaban todo tipo de mercancías desde el país alauí, especialmente drogas, que después llevaban al recinto portuario para distribuirla en grandes cantidades por mar. De hecho, la Guardia Civil comenzó las pesquisas tras el hallazgo de varios camiones en carreteras de Sevilla o Málaga, con miles de kilos de hachís ocultos, que habían salido de la ciudad autónoma sin haber sido detectados en el puerto ceutí.
Un concejal ceutí y su familia, implicados
El instituto armado ha detenido por ahora a 14 personas comprometidas en este caso y no destaca la implicación de otras después del descubrimiento de la galería subterránea. La operación, de nombre Hades, comenzó el pasado 31 de enero con la detención de dos guardias civiles de la Comandancia de Ceuta por parte de la unidad de Asuntos Internos, un concejal del Ayuntamiento de la ciudad autónoma y seis camioneros, dos de ellos familiares del citado político: Mohamed Duas, del partido Movimiento Dignidad y Ciudadanía (MDyC), que ya contaba con antecedentes por tráfico de drogas y había estado varios años en prisión, revelan fuentes policiales.
El hermano y el sobrino del edil ceutí —que también es funcionario de prisiones en excedencia— eran los encargados de cargar los camiones con la droga para enviarlos hasta la península. De hecho, la Guardia Civil los detuvo a ambos en Málaga. Los agentes, por otro lado, tenían la función de hacer la vista gorda cuando estos camiones debían superar los controles en el puerto marítimo de Ceuta antes de embarcar; eso sí, previo pago. El 11 de enero, en una segunda fase, detuvieron a otras cinco personas, entre ellos, uno de los delincuentes más perseguidos por las fuerzas de seguridad en la ciudad autónoma por su presunta relación con el narcotráfico y los sucesos violentos, según informo El Faro de Ceuta.
Registros y arrestos que finalmente, tras dos años de investigación, llevaron a los guardias civiles a dar con la galería subterránea que conectaba Marruecos con España para introducir grandes alijos de hachís. Decenas de agentes blindaron las naves del polígono industrial para rastrear la zona. Tras seis horas, llegó el hallazgo. El supertúnel, extremadamente estrecho y de unos 12 metros de profundidad, se ha construido con maquinaria pesada y estaba apuntalado con madera, según pudieron comprobar los efectivos de Subsuelo en las primeras prospecciones. Ahora queda por despejar la principal incógnita: dónde se inicia la galería y quienes estaban al tanto de la misma al otro lado de la valla.
