La sexta tabla del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad ha repartido un quinto premio (dotado con 60.000 euros a la serie) para el 45.225 y, durante la misma, una niña de San Ildefonso ha cantado por equivocación un ‘segundo Gordo’.
En esta tabla, las niñas de San Ildefonso Kiara Román Benítez y Yadira Quinde Mendoza han sido las encargadas de cantar número y premio, respectivamente, y los encargados de extraer bola han sido Samantha Fuster Jordao y Raimundo Alogo Ondo Esono.
Una curiosa anécdota
La anécdota de esta sexta tabla ha sucedido a los pocos segundos de comenzar cuando la pequeña Yadira ha cantado por equivocación el premio de 4 millones de euros a la serie, ‘el Gordo’, que ya había salido en la quinta tabla.
Inmediatamente, el funcionario de Loterías y Apuestas del Estado que supervisaba la colocación de las bolas de los números y premios en los alambres, ha corregido a la menor, y a continuación ha cantado los ‘1.000 euros’, que era la cantidad correcta. Esta confusión ha provocado que se escucharan gritos en la platea del Teatro Real pidiendo que se mostrara al público la bola.
«Un chico me ha dicho que canta 4 millones de euros»
Según han explicado desde Loterías y Apuestas del Estado a Europa Press, la pequeña que cantaba los premios «se ha puesto nerviosa» y en lugar de mirar la bola, en la que ponía 1.000 euros, ha cantado «lo que ha estado ensayando estos días», en este caso, ‘el Gordo’. Si bien, las mismas fuentes han precisado que en el bombo solo hay un primer premio. En redes sociales, varias personas aseguran que la joven, al acercarse al supervisor, le ha explicado que un chico le había dicho que canta el gordo de nuevo, lo que, de ser cierto, sería una broma de muy mal gusto.
Casi al final de la tabla, cuando ya parecía que solo iba a repartir pedrea, ha salido un quinto premio (dotado con 60.000 euros a la serie) para el 45.225.
Tampoco han faltado otras anécdotas menores como alguna bola traviesa que ha rodado por la moqueta del Teatro Real o el momento en el que a Kiara se le ha caído la petaca del micrófono.