A falta de metro, Pontevedra se mueve en Metrominuto. As se llama el mapa sinptico de rutas a pie, emulando las lneas de metro, que anima a los ciudadanos a moverse «usando su propia energa». La original idea lleva rodando ms de una dcada y ha sido ya adaptada por ms de 80 municipios en Espaa: de Vitoria a Bilbao, pasando por Valencia o Sevilla.
Los mapas peatonales del Metrominuto, con sus reclamos coloristas, han roto ya fronteras y se han propagado por Europa y a ciudades como Miln, Florencia o Toulouse. La clave est en marcar con crculos los lugares ms icnicos, y tender lneas con las distancias y los clculos estimados de tiempo entre dos puntos, a una velocidad media de entre cuatro y cinco kilmetros por hora.
«La idea del Metrominuto surgi en el 2011 porque se estaban dando pasos muy potentes en Pontevedra, pero todava haba la resistencia de mucha gente que segua cogiendo el coche para comprar el pan», recuerda Antn Prieto Mndez, entonces director de comunicacin del ayuntamiento gallego. «Nos planteamos que haba que hacer algo ms para motivar a los ciudadanos, pero no una campaa puntual, sino algo ms permanente, que sirviera para «desdramatizar» el hecho de moverse a pie».
Los mapas del «metropolitano urbano» nacieron tambin con un punto de irona: «La ciudades pequeas no tenemos obviamente un metro, pero existe la percepcin de que las distancias son mayores de lo que parecen. En Espaa tenemos la suerte de vivir en ciudades muy compactas, con todo o casi todo a nuestro alcance caminando. Los mapas sirven para visualizar esa proximidad, y hacer ver por ejemplo que de la plaza de la Peregrina a la estacin de tren son exactamente 14 minutos».
«El Metrominuto nos ha servido para vender la bondad de caminar», afirma por su parte el acalde Pontevedra, Miguel Anxo Fernndez Lores, el autntico artfice de la metamorfosis de la ciudad de 82.000 habitantes, distinguida con el premio Habitat de la ONU y convertida en nuestra gran referencia mundial de ciudades sostenibles junto con Vitoria, ciudad verde europea del 2012, que tambin ha adaptado la singular idea.
«En Pontevedra, el peatn es el rey, y el Metrominuto sirve para visualizar ese hecho», recalca el alcalde. «La gente que llega se siente acogida por la ciudad. Y eso tiene mucho que ver con el cambio hacia una movilidad ms amable. La ms amable de todas, la de la caminar».
La iniciativa recibi en el 2013 el premio Intermodes como el «primer mapa peatonal de Europa» y se ha «polinizado» en la ltima dcada. La Red de Ciudades que Caminan, que agrupa 82 municipios espaoles con un total de 10 millones de habitantes, la ha adoptado como tarjeta de presentacin y la ofrece como regalo de bienvenida a sus miembros.
«El Metrominuto se anticip al boom de la proximidad y est muy relacionado con el concepto de la ciudad de 15 minutos», asegura la arquitecta Ana Montalbn, directora tcnica de la Red de Ciudades que Caminan. «Se trata en el fondo de una herramienta visual para hacer ver que la cosas estn ms prximas de lo que creemos. Pero hay que ir ms all, hay que avanzar ms».
Mapa de metrominuto de Vitoria con distancias y tiempos caminando.
La red, en la que tambin colabora Antn Prieto Mndez, el impulsor del Metrominuto, pone un nfasis en la visualizacin del cambio de modelo urbano, con campaas como La Ciudad Deseada, que elabora posters temticos como las redes peatonales, las calles de convivencia o la alianza ciclopeatonal. La ltima iniciativa es la Escuela de Espacio Pblico, destinada a tcnicos y polticos municipales.
«Al final, las calles son de una manera o de otra por una decisin poltica», advierte Ana Montalbn. «Podemos tener muchas campaas, una ciudadana concienciada y tcnicos capacitados, pero es fundamental llegar a los cargos polticos porque son ellos quienes deciden si se hace una transformacin urbana».
En Pontevedra, la transicin la lleva impulsando desde 1999 Miguel Anxo Fernndez Lores, del Bloque Nacionalista Gallego, que recuerda cmo se pas aos en la oposicin estudiando todo lo que estaba haciendo en el mundo para lograr ciudades ms sostenibles: «Pontevedra era un gigantesco aparcamiento y un atasco a todas las horas. Por debajo de mi ventana pasaban 14.000 coches a diario; ahora pasan 400 como mucho, y lo que llega es sobre todos las voces de la gente caminando».
«Las calles no son carreteras, sino espacios de convivencia», asevera Fernndez Lores. «Hay una minora muy ruidosa que se niega a bajarse del coche, pero los avances se van asentando. Los ciudadanos perciben una mejora en su calidad de vida y valoran los esfuerzos para construir una ciudad pensada para las personas».
La prioridad del alcalde fue ganar al menos el 50% del espacio pblico para el peatn, en pacfica coexistencia con el trfico de servicios, pero eliminando el trfico de paso y a la busca de aparcamientos. Se suprimi la ORA y se cre una red de aparcamientos disuasorios gratuitos para dejar el coche fuera del casco histrico. La idea de «se hace ciudad al andar» se ha ido extendiendo con un modelo integrado que aspira a abarcar todo el permetro urbano.
Los resultados saltan a la vista. El 70% de los desplazamientos en Pontevedra, la ciudad del Metrominuto, se hacen a pie o en bici. El trfico de vehculos privado ha cado un 70% en el centro urbano y las emisiones de CO2 han bajado en la misma proporcin. En doce aos no ha habido un accidente mortal de trfico en la ciudad. El 80% de los nios y nias van andando al colegio.
«El pedagogo y autor Francesco Tonucci define Pontevedra como la autntica ciudad de los nios», recuerda el alcalde. «Hemos creado sinergias con ciudades como Pars porque nuestro modelo se puede replicar y adaptar a las ciudades grandes. Lo que hace falta es valenta poltica y una voluntad de revisin permanente para seguir avanzando por este camino».
