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El efecto Kate lleg a nuestras vidas en la primavera de 2011 envuelto en una sonrisa fantstica, una melena envidiable y una boda de ensueo con prncipe azul incluido. Desde ese momento, la duquesa de Cambridge se convirti en el parangn de la mujer ideal que todo lo haca impecablemente, modelo de madre perfecta que bajaba de un avin oficial tras un viaje transocenico subida a unos Gianvito Rossi de taconazo imposible, con un nio de cada mano y un beb en brazos, y el maquillaje intacto.
Cuando le toc asumir su rol como nueva princesa de Gales tras la muerte de la reina Isabel, con lo que ese ttulo supone en el corazn de los britnicos, y en el imaginario popular internacional, se creci bajo presin y el da que coronaban al rey de Inglaterra nadie quera ver a Carlos III ni a la reina consorte Camila. Todos los ojos estaban puestos en Katherine, todos queran ver a Kate. Y es que su popularidad fue creciendo de manera exponencial hasta acabar convertida en la gran arma secreta de la familia real britnica.
Kate, estrella de la casa real inglesa
Que el prncipe Andrs se ve envuelto en un asunto turbio y desagradable con la justicia? Llevamos a Kate a inaugurar un centro de menores desfavorecidos en Leeds. Que el dedo acusador de los Sussex grita racismo? Sacamos a Kate al barrio hind de Croydon. Que necesitamos darle una nueva capa de brillo a la institucin? Pues que Kate toque el piano en el concierto navideo de Westminster Abbey.
Kate, siempre Kate. La estrategia de comunicacin no poda ser ms exitosa, la marca Royal Family haba recuperado la capacidad de enamorar que echaba de menos desde la marcha de Lady Di. Pero todo se torci cuando, el pasado 17 de enero, se anunci que se haba sometido a una operacin abdominal. En la era de la comunicacin rpida este escueto comunicado provoc un alud de rumores.
Dos meses de incertidumbre
Y es que bast una informacin mdica a medias, una fotografa familiar photosopeada y una comunidad de internautas desquiciada para que esa imagen perfectamente cuidada hasta el milmetro sufriera una cada de proporciones antolgicas hasta que el 22 de marzo se anunci el verdadero motivo de su desaparicin de la vida pblica.
Y qu hizo hasta entonces la oficina de prensa de los prncipes de Gales mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor? Se enroc en la estrategia del silencio mientras beba t en Kensington Palace.
El ejemplo de otras casas reales
Inspirndonos en la faceta ms solidaria de la princesa de Gales (puede el lector pensar en Diana Spencer o en Kate Middleton, el ejemplo es igualmente vlido) aqu van algunas propuestas para que los communications officers de Kensington eviten volver a meter la marca Windsor en el agujero.
Haba que darse un viaje por la historia reciente europea para ver cmo sus homlogos haban rescatado a las correspondientes familias reales de situaciones complejas. El silencio y la falta de transparencia nunca han sido buenos compaeros de viaje en carroza real.
Oslo, ao 2000
La primera parada la vamos a hacer en la corte noruega del ao 2000, cuando el palacio real de Oslo tuvo que comerse el sapo de anunciar el compromiso oficial del nio bonito de pas, y heredero a la corona, el prncipe Haakon, con una mujer que no vena sola, sino que era madre soltera.
La estrategia de comunicacin estuvo clara desde el principio: el objetivo era tranquilizar al pueblo explicando, por activa y por pasiva, que aquel niito que iba a corretear por los jardines de Slottet quedaba, en cualquier circunstancia, fuera de la lnea de sucesin y que, aunque Haakon lo quisiera como a un hijo, se comprometa a nunca darle ni su apellido ni un ttulo nobiliario. Los noruegos respiraron tranquilos y 24 aos despus tienen a su princesa heredera, rubsima y legitimsima.
Estocolmo, ao 1997
En noviembre del ao 1997 unas fotos de la princesa Victoria, heredera al trono sueco, conmocionaron al mundo por su extrema delgadez y las especulaciones no se hicieron esperar hasta que la casa real decidi coger el toro por los cuernos explicando que la princesa haba cado en las garras de la anorexia.
Lejos de suponer una mancha en el historial de la heredera, esta confesin la humaniz y le granje el cario y apoyo de su pueblo. Los suecos agradecieron la honestidad de palacio y dejaron espacio para que Victoria pudiera recuperarse.
Bruselas, ao 2020
Fcil, lo que se dice fcil, tampoco lo tuvieron en el gabinete de comunicacin del palacio real belga cuando la hija ilegtima del rey Alberto II decidi que ya estaba bien de vivir en la sombra, que haba llegado el momento de lucir tratamiento de alteza real. Despus de que, tras una irrefutable prueba de ADN, los tribunales le dieran la razn a ella, la casa real, con Alberto a la cabeza, claudic y le abri las puertas de manera privada pero tambin muy pblicamente.
Empezaron, entonces, a publicarse fotos del emrito y del rey actual, Felipe, junto al nuevo miembro de la familia muy sonrientes los tres. Incluso la pgina de Facebook de la familia real poste una de estas fotos junto a las palabras Es tiempo de perdn. Y qu dicen los belgas? Pues al principio del asunto hubo ms de una ceja arqueada en gesto de incredulidad, pero gracias a una estrategia de comunicacin agresivamente transparente, tienen normalizada la presencia de su nueva princesa.
El caso Kate Middleton ha demostrado, como ha ocurrido con otras casas reales, que basta decir la simple y llana verdad, aunque a veces sea difcil de explicar, para reducir el ruido y sosegar los nimos hambrientos de la sociedad actual.