
Los bombardeos volvieron a Gaza para aumentar la sensación de fragilidad del acuerdo entre Israel y Hamás y alcanzaron varios objetivos en Ciudad de Gaza como el hospital Al Shifa. Después de dos semanas de supuesto alto el fuego, con casi un centenar … de palestinos muertos por acciones israelíes y Hamás dilatando el proceso de entrega de cuerpos de los rehenes, Benjamín Netanyahu ordenó al Ejército «ataques contundentes» tras acusar al enemigo de disparar a las tropas en el sur de la Franja.
Todas las miradas se dirigieron a los mediadores y, sobre todo, a Donald Trump, la persona que impulsó el acuerdo y dejó claro que «la guerra ha terminado». Fuentes estadounidenses citadas por el canal Al Yasira aseguraron que, pese a esta nueva crisis, «el acuerdo sigue vigente en Gaza, y seguimos trabajando para implementar el plan de paz del presidente Trump. La transición hacia una paz permanente en Gaza es una tarea difícil tras dos años de conflicto en la Franja».
El terror volvió a apoderarse de los vecinos de Gaza tras conocer la orden de Netanyahu, que se produjo al final de una jornada que arrancó con un altercado en el sur de Gaza entre milicianos y soldados de las fuerzas israelíes, que ocupan más del 50% de la Franja. El Ejército acusó a los islamistas de abrir fuego con misiles anticarro y francotiradores y respondió con artillería. La noticia del choque se recibió con escepticismo en los medios palestinos, donde dudaron de si esto realmente sucedió o si Israel buscaba una excusa para alterar el statu quo. La semana pasada, dos soldados murieron en un ataque en esta misma zona de Rafah. El Ejército responsabilizó a Hamás del ataque, aunque el grupo palestino argumentó que no tenía responsabilidad sobre las operaciones en las zonas ocupadas por el Estado judío.
El ministro de Defensa, Israel Katz, dijo que «el ataque contra soldados es un claro cruce de una línea roja (…) Hamás pagará con creces por atacar a soldados y violar el acuerdo a la hora de devolver a los rehenes caídos». El precio pagado fueron los bombardeos ordenados poco después por Netanyahu y el anuncio de la expansión de la zona ocupada en la Franja. «Israel irá mordisqueando» territorio adicional que actualmente está bajo control de Hamás, anunciaron fuentes israelíes al diario The Jerusalem Post.
Hamas are lying about our hostages and here’s the proof:
Yesterday, Hamas terrorists were filmed removing body remains from a prepared structure and re-burying them nearby, before summoning Red Cross representatives to stage a false “discovery” for photographers.
Despite… pic.twitter.com/c9CkJo3msW
— Israel Defense Forces (@IDF) October 28, 2025
Entrega de cuerpos
Desde el primer día, ambas partes se acusan mutuamente de violar el acuerdo. Hamás trabaja en la búsqueda de los cuerpos de los rehenes, pero aún le quedan 13 por devolver y, tras la orden de Netanyahu, los islamistas anunciaron su decisión de posponer la entrega de un cuerpo encontrado durante la jornada. Los islamistas piden tiempo y máquinas pesadas e insisten en que es una labor complicada debido a que ahora los cuerpos descansan bajo toneladas de escombro.
Las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás, informaron que la entrega prevista se pospuso «debido a las violaciones israelíes» y advirtieron que cualquier escalada adicional podría obstruir los esfuerzos de búsqueda y excavación en curso, retrasando aún más la recuperación de los restos de los cautivos. Además de la demora, Netanyahu también acusó al enemigo de devolver los restos de Ofir Tzarfati, un rehén cuyo cuerpo Israel recuperó parcialmente en noviembre de 2023.
El diario The Times of Israel aseguró que Netanyahu se opuso a una iniciativa de los mediadores para desplegar un equipo multinacional encargado de entrar en Gaza y recuperar los cuerpos. El primer ministro vetó la presencia de tropas de Turquía y Catar en este equipo lo que provocó que sólo se permita el acceso y trabajo de egipcios.
Israel piensa que todo es un juego por parte del enemigo y que tienen localizados los cuerpos. Los israelíes difundieron imágenes en las que, según su información, se veía a varios milicianos tapando un cuerpo con arena para luego desenterrarlo frente a la Cruz Roja. La estrategia israelí para presionar a Hamás ha sido hasta ahora mantener cerrado el cruce de Rafah y restringir la entrada de ayuda humanitaria. A Gaza no llegan esos 600 camiones diarios de ayuda humanitaria que se acordaron y conseguir comida y agua sigue siendo complicado para unos habitantes que volvieron a ser bombardeados.
