Hay un mural en un bajo del barrio del Carmen de València, en el Carrer del Museu, con la inscripción “no és fàcil ser valencià”, que se ha convertido en una pieza imprescindible del street art valenciano. Y cuánta razón y cuánta sabiduría popular se nos muestra condensada en apenas cinco palabras. En estos días de vino y pólvora que se viven en la València fallera, no son pocas las veces en las que hemos escuchado ese mantra que pide que “no politicemos las Fallas”. Pero…¿Qué son estas maravillosas y estresantes fiestas nuestras sino un gran acto político de expiación? Todo un acontecimiento en el que dedicamos enormes y carísimas esculturas a todo aquello que nos molesta y nos perturba con el gran objetivo final de quemarlo tras el estallido de una gran traca, que suscita las lágrimas de falleros y voyeurs.