El nuevo primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, condenó este miércoles «en los términos más enérgicos posibles» los ataques perpetrados el lunes por bandas armadas contra aviones comerciales de aerolíneas estadounidenses.
«Ante esta grave situación, el jefe del Gobierno ha dado instrucciones formales a las fuerzas del orden, que han reaccionado rápidamente para recuperar el control del aeropuerto y sus alrededores», dijo Fils-Aimé a través de un comunicado.
Fils-Aimé lamentó que estos actos criminales hayan provocado la interrupción de todos los vuelos locales e internacionales, al tiempo que renovó su compromiso de hacer todo lo posible «para garantizar la seguridad de las vidas, de los bienes y de todas las infraestructuras, tanto privadas como públicas».
Por su parte, la Policía Nacional haitiana ha anunciado el despliegue de varias de sus unidades para reforzar la seguridad en la comuna de Tabarre, en el norte de la capital, con el fin de evitar que las bandas criminales sigan causando problemas entre los «pacíficos ciudadanos«.
El objetivo es permitir a la población reanudar sus actividades normales, dijo el organismo.
A lo largo de este miércoles, varias personas murieron en enfrentamientos entre bandas armadas pertenecientes a la coalición Vivre Ensemble (Vivir Juntos) y unidades de la Policía Nacional. Entre los muertos se encuentra un joven policía asesinado por bandas armadas que pretendían hacerse con el control de la zona capitalina de Solino.
Las actividades continuaron paralizadas por tercer día consecutivo, incluyendo las escuelas y los comercios públicos y privados.
Los primeros amagos de escasez de combustible se percibieron en las estaciones, donde los vehículos entraban a raudales, y el precio del combustible en el mercado informal ya estaba subiendo.
Según las cifras publicadas hoy por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la violencia de las bandas armadas que comenzó el pasado lunes ha desplazado ya a un total de 4.372 personas, de las cuales 3.586 en Puerto Príncipe, 488 en Tabarre y 298 en Delmas.
La mayoría de los desplazados (76 %), se ha refugiado en 8 lugares, de los cuales 6 ya existían antes de estos incidentes y 2 se crearon a causa de esta situación.
El resto se ha refugiado con familias de acogida, según el informe, que subraya que los desplazamientos forzosos continúan, lo que probablemente aumentará las cifras en las próximas horas.
«En varios barrios (…) la gente no puede huir debido a la intensidad de la violencia y a las barricadas», se lamentó la OIM.