Los regidores del Distrito Nacional colocaron en agenda una resolución para declarar «persona no grata» al ingeniero Onéximo Antonio González, recién designado vicepresidente ejecutivo de la Operadora Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), alegando que éste descalificó públicamente al Concejo de Regidores.
El motivo, según los regidores, son expresiones atribuidas a González en una reunión sobre tránsito el 19 de junio, donde habría dicho que los concejales eran «corruptos, incapaces y que vendían densidades».
Nicolás Valdez, presidente de la Comisión de Tránsito y Movilidad del Concejo, explicó que se exigió una retractación formal. Si no ocurre antes del próximo jueves, la pieza será sometida para su aprobación en el hemiciclo.
«Si él no va a retractarse, tenemos el proyecto para declararlo persona no grata en el Distrito Nacional», dijo. Valdez aseguró que, tras una primera lectura, existe voluntad unánime entre los 37 concejales para votar a favor.
Los regidores sostienen que un funcionario clave del sector transporte, ahora con rango ejecutivo en la OMSA, cuestionó la honorabilidad y la capacidad del órgano edilicio.
La acusación de «vender densidades«, una referencia a aprobaciones urbanísticas fue tomada por los concejales como un señalamiento de corrupción que, a su juicio, no puede quedar sin respuesta.
La ruta que escogieron es la declaratoria de «persona no grata«, una manifestación política del concejo destinada a dejar constancia de rechazo institucional frente a las expresiones imputadas.
Está publicada, pero no fue aprobada
En paralelo a los anuncios públicos, está publicado en el sitio web de la Alcaldía del Distrito Nacional identificado como Resolución No. 30/2025 del Ayuntamiento del Distrito Nacional.
Ese texto, sustentado en una solicitud del regidor Nicolás Valdez y en la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, dispone «declarar persona no grata en el Distrito Nacional al Ing. Onéximo González» y ordena comunicar la decisión a la administración para los fines correspondientes.
El instrumento está fechado en una sesión de julio y suscrito por la presidencia y la secretaría del concejo. Los regidores, no obstante, insisten en que condicionan la aprobación/ejecución de la medida a que el funcionario no se retracte antes del plazo que fijaron para esta semana.
El contexto de fondo es la reciente movida en el gabinete del presidente Luis Abinader. Mediante el decreto 461-25, emitido la noche del domingo, el Poder Ejecutivo designó a Onéximo Antonio González como vicepresidente ejecutivo de la OMSA.
El nombramiento lo colocó al frente de la operativa de una de las entidades públicas clave del transporte colectivo en Santo Domingo, en sustitución de Radhamés González.
La hoja de servicio de González
La hoja de servicio difundida por la Presidencia presenta a Onéximo González como un técnico vinculado a la modernización del transporte, con experiencia en gerencia operativa y planificación de movilidad urbana. Antes de esta designación, dirigía el Sistema Nacional de Transporte Estudiantil (TRAE) del Ministerio de Educación y, entre 2000 y 2002, fue director de la entonces Amet (hoy Digesett).
Tras el anuncio del ascenso en la OMSA, la presión política en el Concejo del Distrito Nacional se concentró en pedir una aclaración. La posición de los regidores es que no se trata de una discrepancia técnica sobre movilidad, sino de una descalificación general al órgano que aprueba normativas municipales y conoce proyectos urbanos en la capital.
Por eso, el «por qué» de la eventual declaratoria no gira sobre la idoneidad del nombramiento, sino sobre las palabras que —afirman— pronunció González y que ellos consideran ofensivas y lesivas.
Según Valdez, el cronograma inmediato es simple: retractación pública o votación. Si González niega o corrige las expresiones atribuidas, el Concejo evaluará el curso de acción. Si no lo hace, la resolución será conocida y, de acuerdo con lo que sostienen los bloques, contaría con los votos necesarios para su aprobación. En ese escenario, el Ayuntamiento comunicaría formalmente la decisión a la administración municipal.
Hasta el momento, en los documentos y comunicaciones compartidos por los regidores no aparece una respuesta de González sobre las frases que le atribuyen. Tampoco se ha informado de gestiones de mediación entre la OMSA y el Concejo para evitar la colisión política. El foco, por ahora, está en si habrá retractación antes del jueves y, en su defecto, en la sesión donde los concejales dijeron que se pronunciarán.
En síntesis: los regidores articulan una respuesta institucional a unas declaraciones que consideran un ataque directo a su credibilidad. El detonante —el «por qué»— no es el decreto de designación ni la hoja de vida del funcionario, sino la acusación de «corrupción» y «venta de densidades» que, aseguran, se hizo en una reunión de trabajo. La semana en curso definirá si el episodio termina en una rectificación o en una declaratoria formal de «persona no grata» contra el nuevo vicepresidente ejecutivo de la OMSA.